Capítulo 1. SunnyMine

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En un pueblo llamado SunnyMine en la costa de San Diego, California, en donde todo el mundo conoce a todo el mundo, y se mantiene la discreción entre familias no era usual observar los acontecimientos que estaban por descubrir un grupo de jóvenes cantantes entrometidos que husmearon bajo tierra de su viejo teatro escolar, pero antes un poco de contexto.

SunnyMine era un lugar en el que se encontraba todo lo que sus habitantes necesitaban, no tenían que salir a buscar cualquier cosa a las ciudades vecinas, era un buen lugar para vivir especialmente por "WhiteBridge High School" que elevaba demasiado el prestigio de la zona, las playas tampoco estaban mal, en verano la calidez de California abrazaba los atardeceres de éstas y resultaba reconfortarte pasar el tiempo mirándolos, también estaban los sitios de skateboard, los centros comerciales, entre otros lugares concurridos.
Cómo no mencionar al taller mecánico de los Anderson que aunque había perdido mucho tras la muerte de la Sra. Anderson, su hijo Caleb intentaba mantenerlo a flote mientras que su padre Alfred se ocupaba de su adicción al alcohol, la muerte de Holly Anderson había sido dolorosa para la familia, Alfred no era el marido y padre más dedicado pero sin duda la muerte de su mujer detonó su refugio en la bebida mientras descargaba todas sus frustraciones hacía su hijo.

-¡Caleb es tardísimo ya!- exclamó su tío Víctor mientras intentaba despertarlo- ¿Qué no piensas ir a la preparatoria?- preguntó.
No hubo respuesta hasta que Caleb salió de debajo de las cobijas.

-¿Para qué?- preguntó pasándose una mano por su larga caballera.

-La preparatoria WhiteBridge está ofreciendo becas, aplicaste y entraste. ¡No vas a perder ésta oportunidad!- respondió.
Víctor era un hombre amable quién también sufría la muerte de su querida hermana aunque a diferencia de Alfred, Víctor no se empeñaba en hacer más miserable la vida de su sobrino, mantenía la fe en que Caleb sería el primer Anderson en ir a la universidad y rompería con la racha de pobreza que se había apoderado de la familia hacía más de quince años, luego de un asociamiento que no salió bien.

-No, no iré, ya lo habíamos hablado- contestó malhumorado limpiando sus ojos con las manos.

-Debes ir y hacerte de una carrera- insistió el tío- Sería una gran oportunidad para que salgas de este basurero- señaló con un ademán el taller- rodó los ojos al escuchar la misma conversación por enésima vez, últimamente era de lo que todo el mundo hablaba. "Sólo es una estúpida escuela, ¿por qué tanto alboroto?" pensaba- ¿Sabes cuánto dinero puedes hacer con la gente de ese lugar?

-Sí, cómo si la gente de ese lugar quisiera relacionarse conmigo- argumentó de mala gana- WhiteBridge no es el lugar para mí, tal vez iba a ir hace algunos meses cuando...- hizó una pausa al recordar que fue Holly quién lo convenció de aplicar- Pero ya no, eso es todo.

-¡Creo que a ella le gustaría verte ahí!- suspiró Víctor a la vez que miraba el uniforme perfectamente colgado en un rincón de la habitación.
Aquello último le recordó a Caleb la insistencia de su madre por un futuro mejor, odiaba sentirse comprometido con su memoria pero no pudo evitar que el comentario de su tío le diera vueltas en la cabeza.

...

Al otro extremo de la calle estaba Jennifer, quién prefería ser apodada Jenna; ya que el nombre de pila le recordaba a su padre, estaba en su restaurante favorito "Saturno" o intentaba convencerse de que era su lugar favorito ya que no tenía muchas opciones, había tenido que trabajar para la dueña los últimos diez años de su vida, pues la dueña era su madre, Olivia.
Aunque le pagaba menos de lo que merecía solventaba de alguna manera los gastos que se negaba a pagar, como las clases de canto y música que había tomado años atrás.
Para Jenna era importante WhiteBridge, había escuchado que tenía un buen programa de estudios y sabía que por lo menos alguna de esas materias involucraría música que era lo único que le interesaba en realidad.

Shut Up.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora