Capítulo 35. Las pruebas del trauma.

15 4 2
                                    

La respiración de alguien muy cerca de su cuerpo la hizo abrir los ojos con lentitud pero aún estaba confundida, ese efecto se desvaneció cuando alguien tomó sus brazos con fuerza impidiéndole el movimiento.

-¡¿Qué demonios?!- gritó lo más fuerte que pudo esperando que sus padres la oyeran hasta la otra habitación.

-Hola primita- susurró a su oído Damian con la voz más asquerosa que había escuchado jamás

-¡Suéltame!- gritó forjeceando reviviendo los peores recuerdos de su vida.
Damián cubrió su boca con una mano mientras con la otra tomaba ambas muñecas de Hannah para impedir que huyera.

-¡Cállate!- ordenó furico- ¿Creíste que te saldrías con la tuya?- se burló - ¿Creíste que me diste miedo con la amenaza de esta tarde?- continuó burlesco.

Hannah intentaba morder su mano para que la soltara pero tal parecía que los nervios no la dejaban, Damián era mucho más fuerte y resultaba difícil poder escaparse.

Posó sus labios sobre el cuello de Hannah haciendo que a la chica le dieran harcadas.

Quería evitar que Damián volviera hacerle daño pero no tenía idea de cómo defenderse.

...

-Sí, cuidé perfectamente no dejar mis huellas en la escena del crímen- hablaba Ricky por teléfono con su padre.

Era medianoche y Hal aún no regresaba a casa por lo que le había ordenado ir a su despacho para revisar unos asuntos sobre los barcos que zarparian en un mes.

Algunas otras palabras de Harold a través de la línea y luego Ricky colgó abriendo la puerta del despacho.
Encendió la luz aún mirando la pantalla del celular hasta que alzó la vista y se sorprendió.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con extrema confusión al ver a Sophie sentada sobre el escritorio.

-Estaba esperándote - musitó tímida.

-¿Para qué?- preguntó entre confundido y estresado. Era tarde, tenía mucho trabajo que hacer y no quería arriesgarse a que Hal entrara irritado al ver a Sophie sentada cómodamente sobre su escritorio.

Se levantó de un brinco añadiendo aún más confusión a Ricky por la forma en que estaba vestida; considerando que era esa hora esperaba que tuviera puesta la pijama pero en cambio llevaba un vestido negro ceñido.

-¿Qué haces vestida así? Ya es de noche- preguntó Ricky viéndola de arriba a abajo.

-¿No te gusta?- preguntó triste cuando estuvieron algo cerca.

-No, sí- respondió nervioso- Sí... me... gusta- articuló nervioso - Sólo es... diferente a lo que te pones siempre- explicó nervioso tratando de sostener la vista.

-Luces estresado- cambió el tema mirando sus ojos- ¿Qué te pasa?- preguntó tocando su hombro con suavidad.

-Nada- mintió incómodo ante el contacto - ¿Qué hacías aquí?- volvió a cuestionar.

-Ya te dije, te estaba esperando- respondió subiendo la mano a su nuca y acariciando su cabello poniendolo muy nervioso.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó con el corazón acelerado.

-Ricky deja de fingir- añadió acercándose más a su cara. El alzó una ceja como preguntando que quería decir- Deja de fingir que nuestra relación siempre ha sido como la de dos hermanos- añadió y el chico suspiró bajando la mirada.

Se odiaba a si mismo por eso, era algo que lo había perturbado durante años, se sentía sucio, perverso y enfermo al aceptar que amaba a Sophie, pero no de la forma en que se suponía debía amarla.

-¿De... que... hablas?- preguntó tartamudeando sintiendo sus caricias despeinado su pelo y teniendo su rostro muy cerca.

Cada día se convencía que estaba confundido porque nunca habían crecido en una familia saludable y que lo que sentía por ella, quién al parecer le estaba coqueteando en ese momento, era sencillamente un amor fraternal pero al ser testigo de lo anterior ya no podía seguir dándole vueltas al asunto, por perverso o asqueroso que le parecía, gustaba de Sophie.
No era romántico ni aceptado, ni siquiera era legal o algo de lo que se sintiera orgulloso, sino todo lo contrario se sentía sucio, confundido, perturbado y culpable cada día.
La historia de su familia era una de horror, llena de traumas, sufrimiento y violencia.
Eso lo estaba sobrepasando, estaba tan dañado, tan roto, tan traumatizado y la historia que compartía con Sophie respecto a sus sentimientos era de tragedia y de amor terrorífico.

Sus respiraciones estaban muy cerca y ella debía pararse de puntillas para que sus labios quedarán a la par.

-Sophie no- se apartó sintiendo repulsión de lo que estaba apunto de hacer.

-Sabes que lo deseas tanto como yo- respondió haciendo caso omiso y robándole el beso.

...

Damián quitó con brusquedad los pantalones de pijama de Hannah a la par que se bajaba los suyos para posicionarse entre sus piernas.

Ella no dejaba de forjecear para librarse de esa tortura, era como si su mente estuviera en blanco y no pudiera ver las posibilidades que tenía para defenderse, pero el juicio se desnubló cuando lanzó  con toda su fuerza una patada justo en la entrepierna de Damian, causándole un gran dolor que lo hizo apartarse de ella.

-¡No vas a volver a tocarme!- gritó con todas sus fuerzas llena de odio, miedo y dolor- ¡No vas a volver a tocarme! ¡No vas a volver a tocarme!- repetía una y otra vez como en trance.

...

-Ricky- musitó Sophie terminando el beso dejandolo en shock por lo que habían hecho, después se acercó hasta su oído y susurró con voz burlona- Nunca podrás salir de esto- añadió y él la apartó al instante sin saber a qué se refería.

-¿Qué?

-Tú mataste a Drake, nunca podrás salir de esto- dijo riendo con malicia para pasar de ser la voz de ángel y los ojos de mar a un rostro descompuesto por envenenamiento que pertenecía a Drake.

...

-¡No vas a volver a tocarme!- gritó Hannah y la voz le salió más fuerte y clara que las veces anteriores abriendo los ojos con mucha fuerza.

...

Ricky dió un sobresalto de miedo que le hizo darse cuenta que en realidad no se encontraba en el despacho de su padre, ni había una versión de Sophie seduciéndolo y mucho menos la cara del cadáver de Drake.
Estaba solo, sentado sobre la cama, empapado de sudor y con el corazón latiendole con demasiada prisa.

Sólo había sido un loco sueño.
Ojalá pudiera decir lo mismo de todo lo que había tenido que hacer por órdenes de su padre.

"Tú mataste a Drake, nunca podrás salir de esto"

Se repitió la esa frase en su cabeza atormentandolo una y otra vez.

...

-¡No!- gritó Hannah imitando la acción de sentarse en la cama.

Estaba a salvo, sólo había sido una pesadilla, pero los recuerdos de una Hannah de ocho años siendo abusada no lo eran, se repitieron tan claramente que tuvo que levantarse al baño para vomitar a causa del trauma.

Es literalmente lo más turbio que escribí.
Perdonen si hice confundir demasiado a sus corazones.
Necesito hacer una aclaración con Ricky y Sophie, aún hay mucho más detrás de su historia. Esto es una historia de secretos TURBIOS.
La historia de Ricky y Sophie NO es romántica, es trágica.
Estoy tratando de mostrar como dos personas que fueron criados toda su vida en abuso y violencia se apegan el uno al otro por la misma razón.
Yo sé que no es una historia para todo el mundo y no es una subtrama que todo el mundo logré comprender.
Se trata de un enfoque un tanto oscuro, trágico y hasta psicológico y espero sea interpretado de esa manera.

Shut Up.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora