Capítulo 41. El robo.

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-Me ducharé- anunció Bruno amarrando una sábana sobre su cintura y yendo al baño.

-Jenna- respondió Jacklyn el teléfono de inmediato antes de que Bruno lograra escuchar el vibrador y salió del apartamento.
Si éste caía en cuenta que lo tenía consigo toda su sarta de mentiras se vendría abajo.

-¿En dónde has estado?- preguntó entredientes.

Era extraño sentirse regañada por una chica 20 años menor que ella pero Jacklyn debía andarse con cuidado de que no hablara de más acerca de la visita de su esposo.

-Estuve ocupada- respondió tajante.

-¿Con tu esposo?- preguntó enojada.

-¡Jenna!- reprendió.

-Entonces sí es verdad que tienes uno- respondió en susurró.

-No se lo has dicho a nadie ¿cierto?- preguntó con temor.

-No, pero quiero que me expliques todo porque Bruno no merece que lo engañes de esa forma- argumentó enojada empatizando con su profesor.

Jacklyn suspiró pensando en su nueva mentira.

-Lo haré, las cosas no son como piensas- aseguró- Y ahora debo colgar, te veré mañana en WhiteBridge- se despidió pero no logró terminar la llamada.

-Espera, no sólo te llamé por eso- informó - Rachael me buscó para saber de ti, se trata de Nancy- añadió preocupada.

-¿Salió del hospital?- preguntó recordando la vida como Jacklyn en donde la había dejado.

-Sí ayer- contestó - Pero su padre está fuera de SunnyMine por negocios otra vez y Rachael ha estado cuidandola pero creo que necesita tu ayuda.

-Me pondré en contacto con ella, sólo necesito hacer algo antes- sus pensamientos viajaron otra vez hasta el guardapelo.

-Gracias, trata de no desaparecer- bromeó- Te extrañamos- añadió y Jacklyn confirmó una vez más que no necesitaba a Eddie arruinandole lo mucho que había construido junto a esos jóvenes de preparatoria.

...

Ricky llegó despreocupado a la mansión McReynolds, para su fortuna Harold no estaba en casa, entró a su habitación dispuesto a no hacer más que quedarse dormido pero al ver sobre su cama la laptop de Sophie recordó que había olvidado devolverla e imaginó que si la rubia descubría la había tomado prestada se molestaría por lo que decidió llevarla a su sitio en ese instante.
Tocó unas dos veces pero no respondió, giro la manecilla y se abrió en un segundo, entró dispuesto a realizar su cometido pero la imagen de Sophie serena durmiendo sobre su cama lo distrajo en segundos.
Llevaba una pijama a tirantes que dejaba al descubierto los golpes de su brazo y espalda, nunca le había visto unos así.
Los moretones eran enormes y los latizagos probaban que la fuerza con que los habían dado era desmedida.

¿En qué momento pasó?

Se preguntaba.

Cuando solían estar todos juntos de alguna manera él impedía los golpes hacía su madre y Sophie pero claro estaba que, cuando no era así Harold aprovechaba su ausencia al máximo.

Era insoportable de ver, se sentía inútil al no poder hacer nada pero la rabia que le invadía le hacían querer hacerle lo mismo a Harold en cuanto lo viera.

Tomó el edredón y la cubrió suavemente intentando no despertarla, quería borrar esa imagen de su cuerpo golpeado.
Secó su nariz rápidamente dándose cuenta que estaba llorando.

-Lo siento nena- susurró- Siento no haberte protegido bien- no controló sus impulsos y le dió un beso en la frente.

Sophie sintió el contacto de inmediato revolviendose sobre la cama, poniendo nervioso a Ricky por ser descubierto; quién se dispuso a salir por la puerta lo más rápido.

-¿Ricky?- preguntó confundida y adormitada viendo su silueta borrosa.

-No, sólo estás soñando bebé- respondió con total confianza de que no recordaría eso al día siguiente.

...

Al anochecer, la pobre Jacklyn se debatía entre hacer lo que era fácil o lo que era correcto.
Recordó todas esas veces en que aconsejó a los chicos sobre porque deberían elegir la segundo opción.
Sí tan sólo alguien le hubiera dicho algo parecido a sus 15 años no estaría metida en esa arma de doble filo.

Bruno estaba plácidamente dormido a su lado.

Soy afortunado de tenerte conmigo, eres todo lo que siempre quise.

Recordó las palabras que le había dicho, nunca había escuchado a nadie antes decirle algo así y no podía jugarse el boleto de vuelta a su vida como Judy sólo por no atreverse a hacer lo que ya había hecho en el pasado.

Se levantó cautelosamente y fue hasta la sala del apartamento.
El guardapelo seguía intacto sobre la cómoda, le echó un último vistazo y lo tomó para arrojarlo dentro de su bolso.

Lloren, lloren, lloren conmigo por Ricky y Sophie jaja.
¿Cómo se sienten al respecto con este capítulo?
Yo tengo sentimientos encontrados.

Shut Up.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora