All's well that ends well

Día 25: prendas con aroma

Pareja: Jaward
Howard omega/ Jarvis alfa

Howard quería a Margaret como a su hermana, pero justo en ese momento quería matarla, la odiaba; y es que, la alfa se había llevado a su esposo de misión y llevaba fuera cuatro días.

No podía soportarlo, necesitaba a su Jarvis, quería abrazarlo, enterrar su cabeza en el fuerte y firme pecho de su alfa, quería besarlo.

No se dió cuenta cuando las lágrimas comenzaron a bajar por sus mejillas, estaba sensible, necesitado del toque o simplemente del aroma de su alfa.

Murmuró un "te necesito" tan bajo que creyó solo haberlo dicho en su mente, porque seguía siendo un Stark pero no podía dejar de lado su naturaleza y la inquietud de no saber cómo se encontraba el amor de su vida

Tratando de controlarse tomó una de las camisas de Edwin, se vistió con ella y se dejó caer en la gran cama que compartían aferrándose a la almohada de su marido.

-¡¿Por qué carajos estoy tan sensible?!

Gimoteó harto de sentirse tan necesitado, pero es que simplemente no podía parar de llorar.

Los días siguientes sin el alfa fueron una mezcla entre llorar y asaltar la alacena haciendo mezclas extrañas con la comida.

Cuando Edwin llegó, la casa estaba de cabeza, temió por su esposo, pero al llegar a la habitación que compartían, lo vió hecho un ovillo envuelto en uno de sus sacos.

-Howi, bebé ¿qué ocurre?

Howard despertó del sueño en el que estaba solo para saltar a los brazos de su alfa

-Idiota, ¿todavía lo preguntas?

Jarvis quiso reir, pero algo en el ambiente lo puso en aviso, olfateó el aire hasta dar con el cuello de su pareja, su aroma era más dulce, más atractivo, adictivo.

-Espera, nosotros...

Howard no entendía a qué se refería y es que estaba tan inmerso en ignorar sus sentimientos que no se dió cuenta que todos esos cambios era producto del cachorro que comenzaba a crecer en su vientre.

-¿Nosotros qué?

Edwin sonrió besando el rostro confundido de su esposo.

-Prometo no volver a dejarlos

Howard solo se encogió de hombros, ahora solo le importaba gozar del aroma y calor de su alfa