All's well that ends well

Día 13: gargantilla

Pareja: Stony
Tony Omega/ Steve Alfa

Anthony estaba cansado de aquella absurda reunión, todos los alfas que habia conocido no eran más que idiotas, tratando de conquistarlo con esas horribles gargantillas que más que nada parecían un collar, sabía que cualquiera de esos idiotas solo lo quería como eso, como su mascota a la cual presumirían.

Agradeció enormemente a su padre que no le obligara a elegir a alguno de esos animales, aún a sabiendas que podría haber repercusiones para su familia, y es que, las fiestas para cortejar a un Omega, debían culminar con este aceptando la gargantilla de su futuro alfa, pero, para como iba la cosa, el Estado tendría que intervenir, jodida vida.

-Parece que no hay más- Howard le sonrió con cariño, él jamás obligaría a su hijo a algo que no quisiera- ¿sabes lo que significa verdad?- pero no podía decir lo mismo del Estado.

-No quiero ser un objeto de colección, un muñeco de aparador o un juguete

Howard abrazó a su pequeño, ambos estaban asustados, todos loa pretendientes habían sido rechazados, temían lo peor.

Pero, como si alguna divinidad los hubiera escuchado, mandó al salvador que tanto querían.

El hijo de uno de sus jardineros carraspeó lo suficientemente fuerte como para atraer la atención de los castaños

-¿Steve? ¿todo bien?

El rubio asintió ligeramente nervioso

-Señor, yo...- tras una bocanada de aire se armó de valor- quiero presentar mi cortejo

Los Stark se vieron entre si sorprendidos.

El rubio alfa se inclinó ante el alfa de la casa mostrando la sencilla gargantilla, era muy fina, hermosa, sin tantas joyas o tan gruesa como collar de perro.

Howard le hizo la seña al joven pretendiente para que mostrara sus colmillos siguiendo el protocolo.

Tony conocía a Steve desde niños, siempre fueron inseparables, ahora entendía porque lo había evitado todos esos días.

Finalmente, el rubio esperó la aprobación del alfa mayor, y tras un asentimiento, fue tras el pequeño castaño ofreciéndole la gargantilla.

-Sé que no es mucho, te puede parecer insignificante pero, espero que la aceptes hasta que me dejes marcarte

Los alfas que se habían presentado prácticamente le gruñeron en advertencia, Steve le estaba rogando una oportunidad, no había que esperar más.

-Acepto tu obsequio y tu marca

Rogers, con las mejillas ruborizadas, se atrevió a dar un inocente besó en la mejilla de su futuro omega.

Anthony desabotono el cuello que llevaba, sacó la gargantilla de su estuche y se la tendió al alfa para que se la pusiera.
Steve se deleitó viendo la bronceada piel de su Tony, sus colmillos picaron y sintió un tirón en su entrepierna, trató de olvidar esos pensamientos concentrandose en colocar de forma correcta la gargantilla.

Howard ya no tenía nada que temer, su bebé estaría a salvo, ahora tenía al alfa que merecía