Día 28: nudo

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Pareja: Stony
Steve Alfa/ Tony Omega

Tony se aferraba a las sábanas soportando los duros embistes, el encuentro de sus nalgas y las bolas de su alfa generaban un sonido morboso y sucio que les hacía suplicar por más.

El chapoteante sonido se mezclaba con los gemidos y gruñidos de la pareja.

Anthony sintió como Steve golpeaba su trasero y posteriormente lo estrujaba.

Ya no sabía si gritaba o solo balbuceaba, se sentía jodidamente bien tener a su alfa en su interior golpeando insistentemente su próstata.

-¡Mhggg... Stiff!

-Di. Mi. Nombre- Rogers acompañó cada palabra con una estocada.

Durante su celo, Steve se volvía una bestia total, una bestia necesitada del cuerpo de su deliciosa pareja.

Rogers sujetó la cadera del castaño y comenzó a aumentar el ritmo de sus movimientos, ver como el trasero rojo de su Tony se tragaba su polla era vigorizante.

-¡Más... más...no...pares!

El rubio alfa gruñó y siguió su ritmo, su lobo le decía que debía complacer a su pareja.

Stark fue volteado con rudeza por el alfa, de un solo movimiento, Steve volvió a entrar en él, sujetó sus piernas hasta llevarlas a sus hombros y seguir torturando la maltratada próstata del genio.

Steve acarició el falo de su Omega a la par de sus embistes, Anthony se aferró a los fuertes brazos de su alfa resistiendo la apabullante ola del orgasmo que le golpeaba de lleno.

Derramó la simiente entre ambos vientres, no tenía oportunidad de recomponerse, no cuando Steve seguia jodiendo lo duro, muy duro.

Tras unos minutos más, Rogers sintió su polla crecer dentro del apretado culo de su esposo corriendose de forma abundante.

Cayó rendido sobre el cuerpo caliente de su Tony, sintió como este acariciaba sus cabellos sudados.

-Amo tu nudo- suspiró Tony moviéndose solo un poco, porque el exquisito nudo rozaba con su punto dulce

-¿Ah sí?- la sonrisa burlesca del rubio le hizo morder su labio inferior.

Steve comenzó a moverse cuidadosamente aún con su miembro hinchado en el interior de Stark.

Ambos gozaban de ello, la estreches en su enorme polla lo volvió loco

-¿Crees poder resistirlo?

Steve volvió a incorporarse listo para seguir con su segundo round

-Soy un Stark, claro que puedo

-Sabes que hacer si me vuelvo loco- eran las primeras horas de su celo, seguía consiente, pero siempre temía que su lobo lastimara a su castaño.

Con un beso, Tony le dió seguridad

-Jamás me harías daño, ahora muévete que quiero sentirte

No se lo tuvo que pedir dos veces, Steve comenzó con la erótica danza

All's well that ends well Donde viven las historias. Descúbrelo ahora