All's well that ends well

Día 2: aroma

Pareja: DarkStony
Tony Alfa/ Steve Omega

Era el alfa entre alfas, su intelecto le hacía superior a todos, su fortuna lo hacía poderoso, su casta, invencible y su voluntad, amado.

Era Tony Stark, un alfa codiciado, amado, envidiado, un superhéroe, era Iron man, quien siempre se esforzaba por mantener al país a salvo.

Nadie podía contra él, los otros alfas estaban por debajo, los hombres Omega también, no existía persona que pudiera doblegarlo...o eso creyó.

Era la misión de su vida, la que lo consagraría como el rey absoluto, acabar con Hydra era la misión, con aquella organización que tanto daño había hecho.

Su armadura estaba averiada, decidió quitarse el casco; había perdido la noción del tiempo que llevaba en aquellos túneles. Habían terminado con todo y todos, una escena violenta que irónicamente traía paz; ahora, únicamente debía cerciorarse de que nadie quedara atrapado, de que su victoria fuera perfecta.

Tal vez fueron los golpes, el cansancio o el hambre los que le hicieron imaginar tan exquisito aroma.

Una mezcla de miel y jazmín le golpeó de lleno, aspiraba el aire como un adicto, su lobo se regocijaba ante tal delicia, incluso podía sentir como su pene comenzaba a despertar.

La deliciosa sensación pasó a ser una de dolor, algo había golpeado su cabeza.

Tan rápido como pudo dió la vuelta encontrandose con unos ojos rojos, tan vivaces como las llamas del infierno

El dulce y embriagador aroma venía de aquel demente rubio al que, se supone, debía odiar.

Sin poder actuar correctamente, el hombre frente a él lo tomó del cuello apretándolo al grado de dejar sus dedos impresos en la piel del alfa.

-Así que mi jodido destinado vino personalmente a matarme- susurró él de ojos rojos cerca de la labios de Stark

Decir que Rogers no se sentía fascinado con la fragancia de vino y tabaco era mentir.

-Tú...- por primera vez, Anthony estaba fuera de juego, tenía miedo, miedo porque sabía que nunca podría negarle nada a ese jodido asesino, incluso si este quisiera matarlo

Hydra atrapó los labios contrarios, un beso obsceno que dejó sin opciones a ambos.

-Hail Hydra, mi amor

Stark tragó saliva a sabiendas que su vida ya no le pertenecía.

La maquiavélica sonrisa de Steve fue lo último que Anthony vió antes de caer inconsciente.

-¿Qué hacemos?- el soldado del invierno trataba de acomodar a Stark sobre sus hombros- ¿lo matamos?

-No, es mi alfa y estoy seguro de que me dará el mundo que por tantos años cuidó

La sonrisa confiada del líder de Hydra hizo que James negara divertido