Capitulo 19

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Dedicado a: Todas las personitas que han esperado el capítulo ILY 🤍🛐
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Pete miro fijamente al culpable de sus lágrimas, era tan sinico que aparecio sin más tras el llamando de su nombre, nunca antes había sentido una rabia comparada a esta, sus mejillas estaban rojas por la ira, sus puños se mantenían apretadas a sus costados hasta el punto de dañar sus palmas con sus uñas.

— Nunca – advirtió – nunca en tu vida vuelvas a dirigirme la palabra, no se te ocurra repetir mi nombre, odio  tu voz, odio tu cara, te odio a ti y odio a esta familia – grito con furia – sabía que tenias razón al decirme que nunca podríamos llevarnos bien y debes de estar feliz por que ganaste, sin embargo, algo dentro de mi quería negarse a la realidad y hacer feliz a mi padre –

— Pete... yo lo siento de acuerdo – cuestiono – se que no he sido la mejor persona contigo, se que soy la peor persona que tu has conocido, pero... –

— ¡Pero nada! – grito pete – ya nada de lo que pueda salir de tus labios es justificación para esto, yo aprendí a quererte aún cuando me ignorabas en el colegio, sabía claramente que todo esto para ti era un juego Ae pero no quería aceptarlo – Pete se acercó a su armario y comenzó a sacar sus cosas, era ahora o nunca, si no acababa con esta situación de una vez por todas no tendría el valor de dejar a su padre.

Vivir con su madre no sería lo mismo, aun que su padre era muy sobreprotector siempre estaba a su lado o al menos lo intentaba, era diferente a su madre, ella estaba ocupada todo el día ya sea con sus novios o en su trabajo, aun con todo eso en mente, Pete terminó de empacar sus cosas, no quería llevarse todo ya que una muy pequeña luz de esperanza tenia fe en volver ahí y si eso no pasaba daba por seguro que su padre le haría llegar lo que necesitaba.

Ae solo miraba a Pete a la distancia. Dolor, dolor era una palabra muy corta a lo que en estaba sintiendo, ver a pete, el niño de sus sueños partir solo hacia que pensara una y otra vez en sus bellos ojos color miel, sin duda alguna Pete era un ángel sin alas ¿por qué nunca se había dado cuenta de la maravillosa persona que tenía frente a él?.

No sabía que era lo que le dolía más, la simple idea de perder a Pete para siempre y no precisamente como su hermanastro, o su ego que le decia a gritos una y otra vez en que pete era "El hermanito perfecto" y cualquiera que no estuviera entre su círculo de "amigos" podría afirmarlo.

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Las horas pasaron muy rápido y al padre de Pete le desesperaba esta situación, la madre de Ae había salido, según ella para poder despejar su mente por todo lo que estaba sucediendo.

La madre de Pete no había cumplido su promesa como era de costumbre y ver a su pequeño retorno sentado sobre una de sus maletas en el jardín mirando atentamente a los autos pasar, parecía un cachorro asustado y decepcionado de la vida, no había duda alguna de ello, sus ojos habían perdido aquel brillo tan particular que hacían de su rostro hermoso, ¿como había permitido que su dulce bebe perdiera su encanto?, no había justificación alguna ante las actitudes de su madre, ella era una mujer liberal, y solo por Pete había aceptado la idea de casarse con el, aun que a decir verdad, nunca estuvo seguro de ser el padre biologico de Pete, sus rasgos eran totalmente diferentes, el tenía ojos oscuros al igual que sus cabellos, tez morena por ser decendiente de tailandeses del área costera del país, la madre de Pete tampoco era parecida a él, en su vida había visto a un chico con los rasgos y el corazón más hermoso del mundo y no lo decía solo por que era el niño de sus ojos, si no que se había dado cuenta de ello muchos años atrás cuando un pequeño niño blanquito como las nubes y con el cabello castaño lloraba desconsoladamente al entrarse que existían muchos niños de su edad abandonados en los orfanatos, o viviendo en las calles tratando de sobrevivir día con día, en ese momento el se dio cuenta que su hijo sería diferente a los demás niños, empezó a vender galletas y limonadas para aportar "su granito de arena" a la sociedad y transcurrió de ese modo muchos años más, hasta que un día los estudios no le permitieron hacerlo, pero eso no cambio los ideales de Pete, seguia donando lo que podía al orfanato local, al comedor público para personas sin hogar y a uno que otro desamparado que pasaba frente a él.

Su hijo era un buen niño y el estaba orgulloso de eso, sin embargo era consciente de todo lo que pasaba alrededor de su pequeño, tanto que enfrento a la directora cuando se percato de un moretón en la mejilla de Pete, ningún accidente tendría el mismo efecto, era obvio que alguien lo estaba lastimando y tratando mal, alguien que no sabía nada del buen corazón de Pete, esa fue una de las razones por las que se alegro tanto de enterarse que su novia tenía un hijo mayor que Pete, un hermano que podía cuidar de él y protegerlo.

Un suave suspiro salió de sus labios al escuchar el sonido de un auto estacionar frente a su casa, Pete se levantó y enderezó su cuerpo tomando de sus maletas. Su padre bajo lo más rápido que pudo llegando junto a su hijo para abrazarlo con fuerza.

— Pete, no tienes que hacer esto, sabes yo lo he pensado bien y puedo pagarte una habitación cerca de tu escuela –

— No quiero ser una carga más padre – aseguró – iré a  vivir con mamá, ya no soporto este lugar —

— Esta bien pete, pero piénsalo bien ¿si?– suspiro de nuevo dejando un beso en la frente de pete como cuando era pequeño – te quiero mucho, si necesitas algo avísame – pete asintió ante las palabras de su padre y sin más que decir comenzó a acomodar sus cosas en el auto de su madre.

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Hola calabazas⚘, ¿como han estado?, espero que bien, debo admitir que escribir esta parte fue muy difícil y se que es mucho relleno Jajaja, pero hice lo mejor que pude, mi cerebro ya no reacciona como antes, disculpen de verdad la demora ><, oh una cosita más, ya se acerca el final así que dejare que el público decida.

¿AE Y PETE DEBEN TERMINAR JUNTOS?

El Hermanito Perfecto 《Ae x Pete》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora