Desfile de mentiras

La insuperable oferta de trabajar menos por más dinero

Ella va llena de miedos, arrastrando un montón de errores y defectos... Pero lleva en los labios una jodida sonrisa del tamaño del cielo — Omar Concepción

Resplandeciente. Annabeth lo es, sin ninguna duda.

Observaba a la chica que le tenía completamente enamorado tras los grandes y altos cristales de la entrada de Presture, viendo a su CEO ser envuelta en flashes y preguntas que no parecían frenar. Estaba maravillado, aún más cuando tras todas esas luces cegadoras, el gris mercurio de los ojos de Annabeth se encontraban con el verde mar de Percy, notando cómo el chico no podía dejar de mirarla. Sí, tenía todos los pares de ojos que transitaban la concurrida calle sobre ella, más los que estarían viendo la entrevista por la televisión, pero Percy sabía que aún a Annabeth solo le importaba él. Podía estar resentida, enfadada, decepcionada,... de todo, pero le seguía mirando del mismo modo que siempre.m

<<¿Qué ha pasado con la guerra de los hermanos Chase?>>

<<¿Va a dejar su puesto? ¿Será Malcolm Chase el nuevo CEO de Presture?>>

No solo Percy se sentía con las ganas de romper las cámaras de fotos o poner esparadrapo en la boca de algunos periodistas, Clarisse de La Rue, jefa de seguridad, puso su espalda en todo el objetivo de la cámara cortando las grabaciones directas a la arquitecta. Por su ceño fruncido, también estaba hoy bastante harta.

Annabeth la apartó con cuidado, sin borrar de su expresión una sonrisa tranquila y sincera antes de dirigirse hacia los fotógrafos por novena vez en el día. Si Percy no hubiese vivido como cercano espectador todo lo que había sufrido Annabeth, habría creído que la CEO estaba perfectamente. Annabeth Chase se había convertido en una perfecta actriz, mentir a la prensa era una asignatura que sacaba con matrícula de honor.

-Como toda familia, hay temporadas malas y buenas, mi relación con Malcolm fuera del terreno profesional es excepcional - respondió mirando fijamente a la cámara. - Espero que me entiendan si me muestro reticente a hablar del tema, pero solo necesitáis saber que la CEO de Presture soy yo y así seguirá siendo por muchos años más.

Percy quería seguir a su lado todos esos años. Daría lo que fuera por seguir admirándola durante toda su vida.

El proyecto Vita se había convertido en el tema estrella para todo lo que queda de año, no solo Annabeth se estaba viendo entorpecida por paparazzis, también la CEO de Trivio, pero a diferencia de la rubia, ella no se paraba a responder ninguna pregunta, solo seguía su camino como si no existiesen.

Todo estaría en perfecto orden si no aprovechasen para preguntarle a Annabeth siempre por la guerra de la familia Chase. Incluso a Percy que no tenía nada que ver en ese tema, le tenían ha absolutamente cansado. Admiraba que Annabeth siguiese con su sonrisa intacta a pesar de todo.

-Ya puedes no distraerte ni un segundo hoy trabajando, Percy Jackson - dijo Annabeth nada más se cerraron las puertas de Presture tras ella, alejando el escándalo de fuera. - He tenido que pasar esa jauría solo por traerte café, del bueno, no de la triste máquina que solo el gusta a Leo.

De tanta gente que la rodeaba antes, ni había visto los dos vasos del Starbucks en sus manos. Percy trató de solo sonreír y no soltar alguna lágrima frente a ella; para cualquiera sería solo una buena acción de jefa a asistente, para Percy significaba mucho más.

-Muchas gracias, Annabeth - consiguió responder.

Estaban rodeados de gente, objetivos de cámaras pegados al cristal tratando de conseguir la mejor foto, lanzando aún preguntas que no eran respondidas, pero nada parecía importarles. Ambos seguían de pie en el vestíbulo de Presture, uno frente a otro bebiendo el café como si estuviesen totalmente solos y mirándose sin parar. Percy adoraba como nadie esos espacios de tiempo donde Annabeth bajaba la guardia, incluso se sentía como si nunca hubiesen roto. Seguía percibiendo esa conexión que solo tenían ellos exclusivamente. Algo muy suyo.