¹Nuestro arcoíris ♡ [✓]

・10・

Todo marcha de maravilla y estoy muy alegre de eso.

Claro que ella ha tenido muchas recaídas aunque yo igual, pero hemos sabido cómo ponernos de pie y seguir.

Ella no me ha dejado para nada, al igual que yo y siendo sincero no creo que lo haga..

Me he encariñado con una persona de una forma sorprendente y también de forma melancólica, pues así me encariñe con mi madre.

Me aferré tentó a ella que no pude soportarlo cuando ella se fué y es algo que no querría que volviera a pasar.

Sé que con ella es diferente.

Justo ahora nos encontramos en el mismo parque en el que ella me encontró por primera vez.

En esta ocasión si le avisé a Damián que saldría a lo que el accedió, nada difícil.

Estábamos sentados debajo de un árbol, yo tenía los audífonos puestos con mis piernas estiradas en forma de v, mientras _____ leía con las piernas flexionadas hacia su pecho y con el libro en éstas.

Me dirigí hacia su dirección. Ella se encontraba a mi lado derecho, lo único que podía apreciar era su perfil.

En ese momento tenía pensado en decir algo que quería decir, o más bien pedir, desde hace algunos días. Así que me armé de valor, inspirando profundo y así rompí el silencio.

—¿Te puedo pedir algo? —pregunté retirándome uno de los audífonos, esperando por su respuesta.

—Dime. —respondió ella con la mirada en su libro.

—No me dejes.. —mi voz tembló un poco y me retire completamente los auriculares—, nunca.

Carson retiró la vista de su libro para dirigirla a mi dirección y mostrarme una pequeña sonrisa, acompañada de su ceño levemente fruncido.

—Claro que no te voy a dejar, nunca me iré, pero ¿Por qué dices eso?

—Tengo miedo. —admití retirando mi mirada de ella para ver al cielo.

—¿Miedo a qué? —preguntó ella sonando tranquila.

Solté un suspiro y continúe:

—Miedo a perderte, a que te vallas y me dejes solo. No sabes lo importante que eres para mi, eres como mi pequeña luz de esperanza. Como te lo había dicho antes eres una persona llena de los colores más alegres y yo otra persona con los más aburridos... 

Mientras hablaba hacia algún que otro movimiento con las manos y después jugaba con estas de manera nerviosa, sin despegar la vista del cielo nublado, sentía su mirada. De pronto empecé a sentir que el calor subió hasta mis mejillas que no dudaría que ya estuviera coloradas.

Odio que ella tenga ese efecto en mi, pero lo amo.

—Se que lo que voy a decir va a sonar demasiado cursi pero quisiera que con los colores formemos un arcoíris, para poder ser felices y olvidar la gran tormenta por la que estamos pasando. —dije mostrando una sonrisa hacia el cielo, el cual no dejaba de ver hasta que deje de hacer contacto con este cuando las manos de _____ tomaron mi rostro para dirigirme a su dirección.

Ella me observó unos segundos que sentí que fueron eternos, tomando mi rostro entre sus manos y acariciar ambas mejillas con sus pulgares.

—Mientras el arcoíris sea contigo, aceptaré una y mil veces más —dijo _____ con una sonrisa tierna y con un leve color rojizo en sus mejillas—. Ya lo verás, saldremos de esta tormenta para crear nuestro arcoíris.