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Momentos atrás.

_____ Carson

Me despedí de Aidan y empecé a dirigirme a mi casa. En el camino iba hojeando mi libro para ver cuándo me faltaba, no era mucho, me faltaba menos de la mitad aunque pienso que voy terminar llorando con esto.

Adiós estabilidad.

Me perdí en mis pensamientos y el rostro de Aidan se presento en estos.

Oh Dios.

El recuerdo de hace unas cuantas horas vino a mi mente y no pude evitar sonreír. Ese beso fue demasiado bello aunque pienso que no estuvo bien, no somos nada o creo que ni amigos somos ¿O si?

El beso... No sabría como explicarlo, miles y miles de emociones aparecieron cuando sentí sus labios sobre los míos, su cuerpo junto al mío transmitía tranquilidad y eso me encanto. Me sentía segura en sus brazos los cuales no quería soltar o que me soltaran. 

Su mirada, siempre está apagada, pero ese momento en que lo vi a sus ojos, pude observar un brillo en ellos, lo que me causó alegría y un pequeño cosquilleo en mi estómago.

Aidan.. a mi parecer es un chico lindo aunque muy amargado y aburrido. Hay veces que se porta bien conmigo pero luego se torna serio y odio cuando hace eso. Pero cada vez que estaba junto a el eso cambiaba, solo que si habían veces que se portaba de tal manera.

Además, cuando el tiene su mirada sobre la mía no puedo evitar sonrojarme o sentir esas mariposas en el estómago, aunque si se sentía bien.

Iba tan concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta que ya estaba en mi casa y empecé a sentir miedo.

No quería entrar a mi casa pero tenía que hacerlo. Me dirigí al árbol que está detrás de esta, donde puedo subir y llegar a mi habitación sin que mi padre lo sepa.

Ya estando ahí cerré la ventana. Al girar en mi propio eje me detuve al ver lo que tenía en frente... me congelé.

Oh mierda...

Mi padre estaba ahí, sentado en la esquina de mi cama observándome con molestia y no dudaría que ya estuviera ebrio.

No, no, no, por favor no.

—¡¿En dónde carajos estabas?! —gritó haciendo que retrocediera unos cuantos pasos.

Quería responderle pero no encontraba mi voz, oh dios.

—¡Responde! —no lo hice, mi voz no estaba. Sus gritos hicieron que mis ojos se inundaran con las lágrimas que querían salir —. Mierda _____. ¡Es que tu no entiendes verdad! Ni a las buenas ni a las malas. ¡Ya me tienes hasta la madre!

La primera lágrima no tardó en salir y después las demás siguieron su camino rodando por mis mejillas. Sé que esto va a terminar mal, de eso no hay dudas.

Me tomó del brazo izquierdo y me acercó a el, el olor a cigarrillo y alcohol que desprendía hizo que cerrara con fuerza mis ojos y así dejando que salieran más lágrimas.

—Yo ya te lo había advertido, que si volvías a salir te iría peor que la última vez. —hizo presión en mi brazo haciendo que me retorciera del dolor y soltara un sollozo.

Y después todo se volvió negro. Lo único que alcancé a ver fue el puño de mi padre acercarse a mi rostro y después una punzada en mi mejilla.

Sentí que caí de rodillas al suelo y luego todo se vuelve borroso.

[***]

¿Pero qué..?

Aún estoy en el suelo de mi habitación y siento un dolor horrible por todo el cuerpo, mis piernas descubiertas por la falda arden y noto unos raspones y marcas.

¹Nuestro arcoíris ♡ [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora