Un Aliado Inesperado

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A la mañana siguiente, el grupo caminaba en silencio... Las palabras que Kikyou les había dicho la noche anterior aún resonaban en sus cabezas y obviamente estaban aprehensivos por la situación.

- 'Las cosas se están poniendo feas... Entre Naraku enterándose del Cristal y él persiguiendo a Kagome para usar sus poderes... ¿que debemos hacer ahora?' - pensó Gerardo mientras apenas le prestaba atención adónde iba. Sin embargo, esto resultó ser un error cuando estaban caminando por un camino de montaña, ya que continuó caminando hasta que estaba de pie en el mísmisimo borde...

- "Gerar, ¿¡adónde vas!?" - dijo Gabriela cuando notó que su hermano estaba por caerse. Los otros se giraron para ver y se asustaron enormemente.

- "¿¡Qué estás haciendo!?" - gritó Inuyasha.

- "Gerardo-kun, ¡alto!" - dijo Sango.

- "¡No des otro paso!" - dijo Kagome.

Gerardo despertó de su aparente trance ya con un pie en el borde de la montaña mientras los otros corrían hacia él y le gritaban. Sin embargo, el borde se desmoronó bajo sus pies en ese momento y empezó a caer. Logró agarrarse de la ladera antes de caerse por completo... pero el sitio de donde estaba colgado también estaba empezando a derrumbarse.

- "Geardo!" - gritaron los demás. Dejaron de correr del espanto cuando cayó, pero empezaron de nuevo cuando notaron que aún estaba colgado de la saliente. Sin embargo, no parecía que pudiesen llegar hasta él a tiempo.

- '¡Maldición, esto me pasa por ser tan distraído...! Aunque me transformase en mi forma de dragoon, sería muy tarde para salvarme...' - pensó Gerardo mientras el borde finalmente colapsaba y caía de la montaña... Sin embargo, alguien lo tomó de la mano, lo haló hacia arriba y lo tiró al rocoso suelo mientras saltaba hacia arriba y desaparecía. Gerardo aterrizó en su estomágo, y aunque terminó con algunos moretones y con sus ropas cubiertas de tierra, al menos estaba a salvo.

- "¡Gerar!" - dijo Gabriela mientras corría hacia él y se arrodillaba a su lado con los ojos llenos de lágrimas.

- "¿Estás bien?" - le preguntó Kagome preocupada mientras le daba la mano para ayudarlo a ponerse en pie cuando llegaron al sitio en el que lo había dejado la figura.

- "¡Idiota! ¿¡Como puedes ser tan torpe que incluso te caerías de una montaña de un modo como ese!?" - gritó Inuyasha mientras apretaba los colmillos.

- "Lo siento mucho... Estaba pensando sobre muchas cosas y no estaba atento..." - dijo él mientras miraba hacia el suelo y distraídamente se sacudía la ropa.

- "Cálmense," - dijo Miroku mientras se ponía entre Gerardo e Inuyasha - "Lo que importa aquí es que estamos todos sanos y salvos y que nada le pasó a Gerardo-kun" -

- "¡Gerar...! ¡Pensé que morirías!" - dijo Gabriela mientras se arrojaba a su hermano llorando después de que se puso en pie de nuevo.

- "Lo siento, Gaby. Ya, ya... estoy bien..." - dijo Gerardo mientras le acariciaba la cabeza para calmarla.

Dejaron que Gabriela llorase en su pecho por un rato más. Cuando se calmó lo suficiente, continuaron su rumbo. Después de un rato, comenzaron a bajar de la montaña y finalmente llegaron a un río que tenía muchos árboles creciendo a sus orillas.

- "Hmm, ¡parece un buen lugar para probar mis poderes sobre el agua!" - dijo Gerardo emocionado mientras corría hacia la orilla del río.

- "¿Qué? ¿Acaso vas a chapotear en el río o algo?" - dijo Inuyasha a modo de burla.

- "Oh, sólo espera. Haré que te tragues esas palabras. Ochis meya hyrast, iarae sos zyola..." - dijo Gerardo mientras daba una palmada con sus manos y se concentraba. Comenzó a mover sus manos a su alrededor, sacando una masa de agua relativamente grande del río a la que le dio la forma de una serpiente.

Entrelazado de DestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora