Separación de Almas

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- "Kaede, ¡atrápame si puedes!" – dijo un niño riendo.

- "Hehe, ¡ya voy!" – dijo ella riendo mientras corría tras él.

- "¡También te vamos a atrapar!" - dijo otra niña.

El grupo acababa de regresar a la aldea después de su pequeño problema con viajes en el tiempo y veían como Kaede estaba jugando con los otros niños de la aldea. Comenzaba a ponerse el sol.

- "Es bueno ver que al menos está pasándola bien" - dijo Kagome con una pequeña sonrisa - "Después de todo por lo que pasó..." -

- "Cierto, aunque no es que tengamos derecho a hablar al respecto, ¿eh?" - dijo Gerardo con una sonrisa triste.

- "Aunque podríamos decir que es como una bendición en medio de la desgracia" - dijo Miroku pensativamente.

- "Me gustaría ir a jugar también con ella si no estuviese tan agotada..." - dijo Gabriela estirándose y bostezando.

- "Estoy de acuerdo. Me gustaría dejar salir a Miko por un rato y que jugase con Kaede también, aunque se sentiría tan raro... Por no mencionar que no hay forma de que podamos explicarle esto..." - dijo Kagome riéndose, pero comenzó a entristecerse conforme avanzaba en decir la frase.

- "Bueno, ¿podemos ir a su cabaña? Quiero descansar un poco..." - dijo Inuyasha cruzándose de brazos. Los demás asintieron, así que apartaron sus ojos de Kaede y los otros niños jugando a las traes, y fueron hasta la cabaña. Luego empezaron a discutir sus planes para el viaje mientras preparaban el estofado que tendrían por cena.

- "Muy bien, ¿hacia dónde nos dirigiremos ahora?" - preguntó Sango mientras removía la olla.

- "Creo que deberíamos seguir buscando los Fragmentos de Sombras. Si conseguimos acumular más que Tenebross, tendremos ventaja y no recuperará poder suficiente como para que sea una amenaza mayor" - sugirió Gerardo mientras ponía sus manos sobre sus rodillas.

- "¿Y qué hay de seguir buscando a Naraku?" - preguntó Inuyasha con voz seria mientras se cruzaba de brazos.

- "Siempre andan juntos, ¿recuerdas? Así que si nos topamos con uno, de seguro nos veremos las caras también con el otro" - dijo Gerardo mientras sujetaba su Cristal Seirei con su mano derecha – "Y sé que te mueres por hacer trizas a ese bastardo, pero no podemos buscarlos a lo loco" -

- "Aunque es extraño: ya tenemos una semana en esta búsqueda y sólo aparecieron juntos ante nosotros una sola vez" - dijo Kagome mientras ponía una mano sobre su barbilla - "Cuando me capturaron y me maldijeron..." -

- "Sí, es verdad. ¡Pero también son tan cobardes que siempre envían a sus ridículos demonios elementales en vez de enfrentarnos directamente!" - dijo Gabriela haciendo una mueca de rabia mientras miraba hacia abajo.

- "Bueno, será mejor que mañana busquemos algo de información y luego decidamos el destino de nuestro viaje" - dijo Miroku - "Ya que sería una tontería que dejemos la aldea sin un rumbo fijo" -

En ese momento empezó a salir un poco de vapor blanco de la olla que tenían puesta sobre el hogar, así que sacaron el estofado de la misma, lo sirvieron en boles y empezaron a comer. Kaede llegó a los pocos minutos para comer también.

- "¡Hola a todos!" - saludó ella mientras se inclinaba. Luego fue hasta el piso de madera, se quitó las zori que llevaba, se sentó al lado de Kagome, la cual le sirvió algo de estofado, y comenzó a comer.

- "Hola, Kaede. ¿Cómo te encuentras hoy?" - le preguntó Kagome con una pequeña sonrisa.

- "Estoy un poco mejor, a pesar de que aún no recuerdo todo lo que sucedió..." - dijo ella mientras sus labios se curvaban hacia arriba. Luego bebió un poco del estofado - "Hasta ahora he recordado cuando llegaste por primera vez, cuando el sello de Inuyasha se rompió... y la muerte de mi hermana..." -

Entrelazado de DestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora