Revelaciones

35 0 0
                                    

Poco después de que Kouin hubo terminado de darles tratamiento con su magia, la mayor parte del grupo tuvo sus ojos de vuelta a su estado normal y empezaron a parpadear, confundidos por el repentino cambio de oscuridad casi absoluta a la luz filtrada por la puerta y las ventanas del recinto abandonado.

Gerardo de inmediato abrazó a Gabriela, la cual se apartó de él con una expresión aterrada. Sango y Miroku se abrazaron el uno al otro murmurando algunas cosas incomprensibles justo antes de que Shippou se les abalanzase chillando encima. Miko se acercó a Yasha, pero Yasha solo se apartó de ella y de los demás con temor. Sin embargo, cuando notaron quien estaba con ellos, de inmediato dejaron sus reacciones iniciales y desenvainaron sus armas.

- "¡Tú!" – gritó Gerardo mientras se acercaba a Kouin con Ryuuga desenvainada y Fuuinryuu en su mano izquierda – "¿¡Qué haces aquí!?" –

- "Hmm, me esperaba una reacción menos agresiva," – suspiró Kouin – "Al fin y al cabo, soy quien acaba de salvar sus vidas" –

- "¿¡Qué!?" – gritaron todos espantados.

- "Así es, yo fui quien los rescató de ese horrible espejo" – dijo mientras señalaba hacia los restos del Espejo de las Tiniblas, el cual ahora se había roto por completo. Todos se le quedaron viendo con la boca abierta.

- "Entonces, ¿qué fue todo eso que vimos mientras estuvimos dentro?" – preguntó Miroku mientras revisaba que su Kazaana aún estuviera como antes; y asombrado de verse a sí mismo y a los demás a salvo.

Los demás reaccionaron de forma parecida, mientras que Yasha miraba confundido a los otros: no parecían tan malos en comparación a como habían actuado dentro del espejo, y Miko se examinaba a sí misma y notaba que su apariencia y su ropa habían vuelto a sus aspectos usuales.

- "Todo lo que vieron, oyeron, tocaron y sintieron dentro de ese lugar fue una mera ilusión" – explicó Kouin mirando al espejo con tristeza mientras los demás se miraban entre sí con cierta vergüenza – "Ese artefacto es conocido como el Espejo de las Tinieblas; y después de atrapar a sus víctimas, las azota implacablemente con sus peores pesadillas y temores hasta el punto en que destruye completamente sus espíritus y sus mentes. Y no hay posibilidad de escape: el espejo también es capaz de percibir las esperanzas de aquellos a quienes tiene atrapados y transmutarlas en más desesperación" –

- "Pero entonces... ¿Cómo nos sacaste de allí; y por qué?" – preguntó Miko cerrando una mano en un puño y posándolo sobre su pecho. Creía que Kouin no podía ser tan malo, pero aún no confiaba en él del todo.

- "Por ahora no creo que sea prudente explicarlo, pequeña," – dijo Kouin mientras se agachaba para que sus rostros estuvieran a la misma altura; y luego se volteaba a mirar a Kagome e Inuyasha – "Desafortunadamente, parece que dos de sus amigos quedaron en muy malas condiciones por haber pasado por esto" -

En efecto, Kagome e Inuyasha aún seguían en el estado en el que todos estaban cuando habían sido sacados del espejo por Kouin, a pesar de que él ya había usado la misma magia que había aplicado a los demás para sacarlos de eso. Al parecer no había surtido ningún efecto, ya que ellos seguían temblando mientras las joyas de sus medallones titilaban de forma extraña.

- "¿Qué les sucede?" – preguntó Gabriela mientras ella y los demás corrían a examinarlos. Shippou y Sango trataron de mover sus manos frente a sus ojos y llamarmlos, pero no sirvió de nada: no hubo ninguna reacción.

- "Parece que sus mentes están al borde del colapso" – explicó Kouin tristemente – "Ellos ya estaban en una situación delicada porque todavía no han terminado de acostumbrarse a tener solo una mitad de sus respectivas almas y me temo que esto ha causado un grave daño a sus mentes. Esto esta más allá de mis habilidades de sanación..." –

Entrelazado de DestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora