La Aldea Ryuusei

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- "Así que dime, Tenebross... ¿quién es el incompetente ahora?" - preguntó Naraku dándose importancia.

- "Ankon fue un completo desperdicio de mi poder... ¡El muy idiota se autodestruyó sin conseguir nada!" - gruñó Tenebross - "Pero no importa... ¡para la próxima vez no enviaré a un demonio tan patético como él!" -

- "Ya veremos eso" - dijo Naraku con una sonrisa burlona recibiendo a uno de sus saimyoshou, el cual depositó tres Fragmentos de Sombras en su mano - "No fue una pérdida total, recuperamos el fragmento que llevaba Ankon; y además obtuvimos otros dos" -

Mientras tanto, Inuyasha y sus amigos estaban exhaustos: ya había llegado la mañana, pero no habían dormir bien la noche anterior. Sin embargo, continuaron a pesar del sueño y el cansancio, decidiendo que descansarían al llegar a Ryuusei.

- "Esa fue la peor noche que he pasado en mi vida..." - dijo Gerardo bostezando.

- "Sí, Gerar... Ese estúpido demonio oscuro no nos dejó dormir" - dijo Gabriela, la cual estaba más dormida que despierta, ya que daba traspiés mientras caminaba. Tanto ella como Gerardo tenían grandes ojeras.

- "¡No se desanimen, ya no debe faltar mucho para que lleguemos!" - dijo Sango tratando de animarlos.

- "Como sea..." - dijo Gerardo semidormido - "Heiwa wo shinjiteita ouji wa, nanimo kizukazu ni ita, osanai Pietro no baasudei, unmei ga ugoku..." -

- "¿Qué fue todo eso?" - preguntó Inuyasha extrañado.

- "Ups... ¿La cante en voz alta?" - se extrañó Gerardo - "Es una canción que me levanta el ánimo, pero pensé que la estaba cantando solo en mi mente..." -

- "No se escuchaba mal... Pero este no es el mejor de los momentos para cantarla" - dijo Miroku suspirando.

- "¡Pero yo quiero oírla!" - dijo Kagome emocionada.

- "¡Hey, no me dejen fuera! ¡Yo también quiero escucharla!" - dijo Shippou.

- "¡Yo también, Gerar-nii!" - dijo Rin, haciendo que Gerardo se ruborizara.

- "Y yo también..." - dijo Kaede algo avergonzada - "¿Podemos oírla después, onee-sama?" -

- "Sí, pero después" - respondió Kikyou - "¿Y de qué trata esa canción, si se puede saber?" -

- "Es parte de una historia: trata sobre un príncipe que tuvo que ir al mundo de la oscuridad para rescatar el alma de su madre de las manos de un demonio de hielo" - respondió Gerardo alegremente.

- "¡Suena genial! ¡Parece un cuento de hadas!" - dijo Kagome alegremente.

- "Y les contaré la historia en otro momento, ¿de acuerdo?" - dijo Gerardo guiñándoles un ojo.

- "¡Sí!" - dijeron todos los niños del grupo.

Al poco rato, divisaron un poco más arriba algo parecido a un muro protegiendo una aldea; y al mirarlo con más detenimiento, se dieron cuenta de que eso es lo que era.

- "¡Al fin, estamos llegando a Ryuusei!" - dijo Gerardo mientras sus ojos brillaban y salía corriendo, dejando detrás a los demás.

- "¡Oye, espéranos!" - dijeron los demás aumentando la velocidad para seguirlo.

Finalmente, después de pasar un pequeño trecho de bosque, llegaron ante una gran puerta de madera; en la cual estaban talladas las siguientes palabras:

"村へ入ります貴方は誘う
だけど、悪な人の様なを振舞おう
貴方をほうり出す"

(Invitado eres a entrar a la aldea,
Pero si mal te comportas,
Expulsado serás de aquí)

Entrelazado de DestinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora