Cuando Inuyasha y Kagome llegaron al otro lado del portal, se cerró tras ellos, pero ambos se encontraron con la agradable sorpresa de que habían llegado al lugar donde todos estaban almorzando. Miroku, Sango y Shippou se acercaron de inmediato a recibirlos, pero Gerardo y Gabriela se quedaron un poco apartados, aunque trataron de verlos de lejos. Desde luego, estaban con los ojos como platos por las vestimentas que cargaban Inuyasha y Kagome; y porque Kagome era una niña.
- "¡Inuyasha! ¡Kagome!" - gritó Shippou acercándose a ellos con Sango y Miroku, pero entonces se detuvieron al verlos, sorprendidos porque Kagome estaba rejuvenecida de nuevo y tanto ella como Inuyasha llevaban ropas que eran muy extrañas para ellos.
- "Kagome, ¿qué te pasó?" - le preguntó Sango - "¿Y por qué llevan esas ropas tan raras?" -
- "Bueno, es una larga historia..." - comenzó Kagome, pero Inuyasha la interrumpió.
- "¿Y quiénes son esos dos?" - dijo acercándose a Gerardo y Gabriela, pero se enfureció de inmediato debido a que Gerardo llevaba puesta su ropa y cargaba su preciada espada - "¿Qué crees que haces con mi espada y mi ropa, chico?"-
- "¡Oye, esto lo llevaba puesto cuando llegamos a este mundo!" - le dijo Gerardo - "Y de todas formas pensaba devolvértelos, pero... ¿Por qué llevas puesto mi uniforme de escuela?" -
- "¡Porque tuve que ir a esa escuela tuya; y tus amigos intentaron hacerme algo desagradable allí!" - gritó Inuyasha.
Gerardo sólo suspiró con irritación y decepción:
- "Qué bien... tanto que quería conocerte a ti y a los demás; y resulta que eres más desagradable en persona. Y antes de que digas nada, no estoy hablando de lo que tú crees" - añadió viendo la cara que Inuyasha acababa de poner y como abría la boca para replicar - "Me refiero a tu pésimo carácter" -
- "¡Inuyasha... ABAJO!" - gritó Kagome furiosa por su falta de modales, pero eso le terminó pegando al blanco equivocado, porque fue Gerardo el que cayó al suelo - "¿Q-Qué pasó aquí?" -
- "Es porque yo soy el que tiene el rosario ahora; y mi hermana ha estado abusando de esa palabrita..." - dijo Gerardo enfadado mientras se levantaba y se sacudía el polvo de la ropa.
- "Perdona... Es que se me había olvidado que Inuyasha ya no lo llevaba" - le dijo Kagome algo entristecida.
- "No, no te preocupes"- dijo Gerardo, luego se volteó hacia Inuyasha - "Inuyasha, ¿será que podemos ir un momento a otro sitio para cambiarnos de ropa? Y así aprovecho para devolverte a Tessaiga" -
- "¡Keh! ¡Como quieras!"- dijo mientras lo seguía hacia unos matorrales cercanos.
Luego volvieron, con Inuyasha de nuevo cargando a Tessaiga en la cintura y llevando puesto su kimono rojo; y Gerardo llevando puesto su uniforme de escuela normal. Sin embargo, Gerardo seguía cargando el rosario encima; y sin importar cuanto halase, sus intentos de quitárselo eran en vano.
- "Qué bien: ahora estoy atascado con esta cosa; y sufriré las consecuencias si Kagome o Gabriela dicen 'Abajo'" - dijo con desagrado cuando volvieron con los demás.
- "Hmm, creo que podría intentar quitártelo" - dijo Kagome.
- ¡Por favor! ¡Realmente no quiero seguir llevándolo!" - dijo Gerardo, lo cual hizo reír a Inuyasha.
- "Y no creas que vas a seguir andando por allí sin él por mucho tiempo, Inuyasha" - dijo Kagome con una cara nada impresionada, lo cual le puso fin a su risa y lo hizo mostrar una expresión aterrorizada. Ella se acercó hasta Gerardo, el cual se inclinó para que ella pudiera alcanzar su cuello, pero en cuanto las manos de Kagome tocaron el rosario, empezó a brillar y soltó varias luces, las cuales fueron hasta el cuello de Inuyasha y se colocaron a su alrededor, formando un segundo rosario.
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Entrelazado de Destinos
PrzygodoweDos hermanos son enviados al mundo de Inuyasha desde su mundo. Fueron llamados allí para cumplir un próposito y se les otorgaron poderes relacionados con los elementos y los dragones. Ahora, ellos y el grupo de Inuyasha deberán unir fuerzas no solo...