Capítulo Once

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Estaba nerviosa. Sentía el corazón golpear con fuerza mi caja torácica y escuchaba cómo la sangre viajaba a través de mi cuerpo, resonando con fuerza en mis oídos.

Bum, bum, bum.

Había pasado todo el día sin poder concentrarme en las clases, escuchando de pasada las conversaciones de mis amigos y moviendo las piernas frenéticamente.

Cuando intentaron saber qué me pasaba, solo pude atribuirlo al estrés y a la ansiedad de los exámenes próximos, pero lo cierto es que ojalá fuera eso. Ojala mi única preocupación fuera aprobar los finales.

Pero no, tuve que tener la fantástica idea de meterme en este lio.

Nunca debí ir a buscar trabajo. Nunca debí involucrarme de esa manera con Wren. Nunca debí dejar que me metiera en su juego.

Al principio, parecía todo tan inocente.

Yo solo buscaba sexo. Solo quería tener sexo con alguien que no me conociera, ni a mí, ni a mi familia, ni a mis amigos. ¿Por qué tuve que complicarlo todo? ¿Por qué no me acosté con cualquier chico de clase?

Era una necia.

Pero iba a salir de esta. Como que me llamo Kenna Fletcher.

Solo necesito un plan. Después de esta noche, eso es lo que haré. Buscaré la manera de salir de este lío.

Ahora estoy en la puerta del bar, después de terminar mi turno, con solo un vestido negro de tubo sin mangas y unos tacones demasiado altos, esperando a Wren.

Con estos tacones no sé ni caminar.

Solo faltaría que me rompiese la cabeza para coronar la noche.

Antes de poder seguir divagando, dejo de juguetear con el teléfono en mi mano y lo guardo en el pequeño bolso de mano cuando escucho que pasos se acerca.

Por un momento me pongo tensa, pensando que mi pesadilla ya ha comenzado pero vuelvo a respirar cuando mi vista se fija en los cabellos rebeldes de Logan.

Al principio no me ve, pero debe de sentir mi mirada sobre él, porque unos segundos más tarde alza la mirada en mi dirección y se acerca con una sonrisilla.

—Preciosa, pensaba que ya te habías ido. ¿Necesitas que te lleve?

Se pone la chaqueta vaquera que llevaba apoyada en el brazo y me mira mientras saca las llaves de un coche del bolsillo.

—No, no hace falta. Estaba esperando a alguien —expliqué sin muchos detalles.

Por un lado quería que se quedase y me hiciese compañía. Era un buen chico y con él me sentía tranquila.

Pero por otro lado quería que se fuera lo antes posible. No quería que me viese con Wren y, sobre todo, no quería que él viese a Logan.

Sin embargo, mis plegarias no fueron escuchadas, tal como terminé de decir aquello, la figura de Wren salió del establecimiento cerrándolo con llave tras apagar las luces, dejándonos en la penumbra iluminados solo por el cartel de neón de la entrada.

Ví como apretó la mandíbula cuando le vio a mi lado y su filosa mirada se dirigió a la mía, con la advertencia gritando en silencio.

Le dirigí la mirada a Logan, que parecía ajeno a la situación con la mirada todavía puesta en mí.

—Esperaré contigo, no voy a dejarte sola en medio de la nada a estas horas.

Mal momento para ser atento conmigo, Logan.

Antes de poder negarme, otra voz se antepuso a la mía.

—Vete, se viene conmigo.

Ante aquellas palabras, Logan se dio la vuelta y se encontró con nuestro jefe de frente. Vi como arrugó las cejas y su rostro en confusión.

Pensamientos censuradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora