Capitulo 07.

68 12 0
                                    

Kardia se encontraba totalmente callado, escuchaba las palabras de su padre analizando cada una en su mente. Pensaría que lo que Zaphiri decía era una broma de mal gusto, pero pronto los recuerdos de aquel incidente regresaron a su mente, conectando cada suceso con lo contado.

— La familia Sadalsuud tiene varios secretos. —Siguió el de cabellos oscuros.

Cuando su padre había terminado de contar la historia de la infancia de Krest, el menor dejó escapar un suspiro y miró el techo de la oficina. Su cabeza le daba vueltas, pues por una parte quería saber más, pero por la otra lo seguía analizando.

— Entonces... ¿Dices que mi abuelo... Era un demonio? —Pregunto Kardia vacilante.

— Así es. Un demonio que traicionó a los de su propia especie para cazarlos. Se enamoró de tu abuela y el rencor de demonios a humanos aumentó.

— El incidente de hace años... ¿Eran ellos?

— Así es, y ahora queda aclarar que tu padre es un media sangre. Un demonio de clase baja, sin hechizos.

— ¡¡¿Qu... QUÉ?!! —Se levanta de golpe del asiento, apoyando las manos en el escritorio— ¡¡¿MI PADRE ES UN DEMONIO?!! ¡¡ESPERA, TIENE QUE SER UNA BROMA PADRE!!

El de cabellos oscuros sólo negó con la cabeza lentamente, pues ya se había imaginado más de treinta reacciones de su hijo ante sus palabras y esa era una de ellas. Suspiró tranquilamente y lo miró a los ojos.

— No es ninguna broma, Kardia. Los demonios existen, tu abuelo fue uno, y tu padre es un media sangre.

— Es difícil de creer esto... ¿Cuál es la diferencia de un media sangre?

Zaphiri solamente se acomodó más en su lugar ante la pregunta del menor, pensando en una respuesta que pueda entender.

— Los media sangre pueden ser hijos de un demonio y humano, o de dos demonios pero uno tiene a ser el de menor rango, uno sin poder alguno. Haciendo que su hijo naciera sin hechizos, o simplemente débil. Tu padre es el primero, hijo de dos especies, sin hechizos y poder de cambiar su forma.

Conforme el mayor decía eso Kardia sentía que su cabeza daba vueltas, tomó asiento en el lugar de su hermano y acarició su cabeza con las manos.

Todos sus pensamientos eran un total caos, tenía muchas preguntas y aún seguía analizando todo.

— Espera... Si mi padre es un media sangre... ¿Qué somos Milo y yo? —Preguntó acariciando su mentón con suavidad, sorprendiendo a su padre, pues él aún lo pensaba procesando todo.

— Ustedes son simples humanos... Humanos que están en peligro gracias a que algunos demonios siguen enojados y buscan venganza por los caídos.

Ahora, con esas palabras, los engranajes en la mente de Kardia empezaron a encajar.

"Venganza por los caídos..."

El incidente de cuando éramos niños... Buscaban venganza...

.

Un niño de no más catorce años estaba caminando acompañado de un menor de siete, ambos caminaban por aquel bosque con algunas canastas en manos, pues estaban buscando un lugar perfecto donde pasar la tarde de ese día.

Se detuvieron cuando a lo lejos lograron ver un pequeño lago, el mayor de ellos dio un paso adelante pero rápidamente el de cabellos rubios lo tomó del brazo.

— Kardia... No vayamos ahí. Nuestro padre dijo que no nos acerquemos a los Lagos.

— Eres aburrido Milo. Vamos a divertirnos, ¿O es acaso que tienes miedo?

Mon Beau Démon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora