Tardó mucho en su respuesta, pero finalmente contestó con un "No".
Camus lo seguía mirando con ojos húmedos pero a la vez serios, se sentía extrañamente feliz por la respuesta contraria, ahora sabía que Milo no se arrepentía de haberlo tomado, aunque ya no reconocía sus propios sentimientos.
¿No estaba mal hace unos momentos porque Milo lo tomó a fuerzas sin que le importara su opinión? Aunque no podía negar sus anteriores pensamientos, podía perdonarlo simplemente porque era Milo.
En ese instante lo único que sentía bien era una frustración y mezcla de sentimientos entre felicidad y tristeza, también sentía unas ganas enormes de ser tomado de nuevo, tenía ganas de llorar y mostrar lo enojado que estaba. Sentía mucho que pensaba que podía colapsar en ese mismo momento.
Cómo si fuera automático, sus pálidas y delgadas manos se dirigieron a las de Milo, las cuales estaban cálidas.
El rubio se sobre saltó un poco ante eso, le brindó su mirada completamente atenta al contrario y una sonrisa plana apareció en su rostro.
— Tienes los mismos ojitos que cuando me pedías más... —mencionó Milo, teniendo ese suave recuerdo de los jadeos y la mirada contraria en medio de la intimidad.
El demonio solamente frunció el seño, no podía negar que estaba sintiendo una torre de energía que quería ser apagada de muchas formas, pero le molestaba sentirla.
Le molestaba mucho sentirla después de lo ocurrido.
— Quiero que me tomes de nuevo Milo.
¿De verdad había escuchado bien?.
Pensaba que el demonio estaba enojado a muerte con él por lo que hizo, nunca pasó por su mente lo que acababa de presenciar.
En realidad no le molestaba que se lo pidiera, gustoso lo haría una y mil veces, pero... ¿De verdad estaban ambos concientes de las cosas que pasaban?.
— ¿De verdad quieres que te tome de nuevo? —preguntó Milo mientras se acercaba un poco al pelirrojo— ¿Qué es lo que quieres en realidad?.
— Quiero que acabes con la torre de emociones que siento ahora mismo... No sé si sea lo correcto, pero quiero sentirme por primera vez útil. Porfavor Milo... —susurró lo último mientras tomaba las mejillas contrarias, sintiendo la mano del rubio en su cintura— Porfavor... Hazme olvidar que lo primero fue malo, y que esta vez sí estás completamente consiente de las cosas...
Una risita salió de la boca del menor de los dos, esas palabras le eran un sueño para él. ¿De verdad estaba ocurriendo? Al Hades si solamente era un sueño suyo, lo quería disfrutar antes se ver llegar lo peor...
— Si tanto lo pides...
Y con eso terminó la plática que había con el contrario, unió sus cálidos labios con los fríos del demonio, dando inicio a un beso profundo desde el principio, volviéndolo más caliente al pasar de los segundos.
Pasaba sus manos desde la espalda y cintura del pelirrojo hasta sus muslos, dando apretones en ellos, marcando su mano en los futuros moretones.
Eso le llegó a doler al mayor, quién solamente se arqueó un poco sobre el agarre del contrario, soltando un gemido ahogado entre los besos de Milo.
Vaya que eso hizo sonreír a Milo, quien simplemente acomodó a Camus sobre la cama, colocando las pálidas piernas contrarias sobre sus hombros, admirando la vista que tenía ante él.
Un demonio viéndolo con atención, examinando cada movimiento que hacía.
Eso de verdad era lindo.
Se inclinó un poco para acercar dos de sus dedos a la boca del mayor, mientras la otra mano estaba jugando con el miembro del mismo.
Los gemidos de Camus eran más fuertes, trataba de evitarlos pero la sensación que le hacía sentir aquel humano lo hacía una tarea imposible.
Pronto como dejo de lamer los dedos del contrario los sintió dentro de él, haciéndolo apretar las sábanas que se encontraban debajo de sus manos.
— Me parece ridículo hacerte esperar... —dijo Milo mientras lo miraba atento— Después de todo hasta me pediste de favor que lo hiciera ¿no?. Y un favor no debe de tardar.
Sin darse cuenta ya tenía al miembro del rubio dentro de él, lo único que pudo hacer es jalar al mismo del cuello y besarlo con brusquedad, algo que se le fue dificultando gracias a las estocadas contrarias.
Estocadas que fueron de lento a rápido, la mayor parte de ellas fueron lentas, a un ritmo donde se podía escuchar mucho más los gemidos del demonio.
Los cuales se fueron agotando poco a poco, hasta el final y quedar inconsciente a preocupación del rubio.
.
A las pocas horas después Camus seguía sin dar respuesta, Milo se había quedado a su lado sin dormir preocupado, aunque solo tenía en mente que el demonio llegó a un agotamiento por todo, y ocupaba descansar.
Llegó a escuchar el sonido de su teléfono varias veces, pero no salió de la habitación para nada, luego el sonido del teléfono de casa también llegó a sonar, pero tampoco fue por el.
Suponía que podría ser Kardia, quien lo llamaba para el trabajo. O sus padres, para tratar de hablar con él.
Pero si se era sincero a sí mismo, no le importaba para nada el trabajo en ese momento, ni sus padres. Solamente quería pensar en él y todo lo ocurrido.
"¿Esto podría afectar mi relación con Camus...?"
🍎❄.
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Mon Beau Démon.
Fanfiction"Si hubiera imaginado que esto pasaría no te hubiera llevado a mi casa ese dia" Palabras dichas con real arrepentimiento, claramente escuchadas con un nudo en la garganta y la sensación de querer escapar, pero nunca respondidas. . ♡. Personajes d...