『Mi Accidentado Amor』 «Gruvia; au»

28. ♡ Tú también Estuviste con Ella ♡

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―Aún tengo una duda. ―aún en la plaza, Lucy antes de despedirse de Zeref, van caminando juntos a paso lento.

― ¿Cuál?

―Juvia dijo recordar la ropa que traía el padre de Storm, ¿tú recuerdas?

― ¿La famosa camiseta de franjas azules y blancas? ―a su pregunta, Lucy asiente― Mira, no me acuerdo exactamente qué vestía, pero Invel me dijo sí usé esa camiseta.

―Bueno, de todos modos quedamos igual, mientras no sepamos si Gray pasó la noche con Juvia o no.

Es lo más enigmático en estos momentos.

Ya terminando la conversación, Lucy se despide de Zeref siguiendo el camino a pie hasta Fairy Hill's. No quedaba tan lejos, veinte minutos caminando para estar frente a la puerta y entrar, viendo de regreso a Juvia.

Juvia le cuenta que se arregló con Gray y que no castigue a Natsu, sigan intentando quedar embarazados, les da toda la suerte del mundo.

― ¿Cómo se reconciliaron? ―tiene mucha curiosidad.

―Es un poco larga la historia... ―Juvia procede a relatarle los hechos, de cómo entró a la oficina a agarrar del pelo a una roba hombres, hasta el beso en el subterráneo― Gray-sama le devolvió el auto a Juvia, le pidió disculpas y le perdonó.

―Al menos se dio cuenta de la tontería que hizo ―sonríe para su amiga―. Natsu estará perdonado.

―Lucy-san ya está pensando en cosas sucias, jijijiji.

― ¡Juvia!

Devuelta a la normalidad en el primer día de trabajo de Lockser, transcurre rápido con el manto del atardece sobre la cuidad, anunciando el cierre e ir a casa. Hoy se cerraría un poco más temprano.

Todas ayudan a Levy a cerrar la cafetería, quedando afuera de las puertas selladas con candado. Lucy dice que Natsu pasará por ella en diez minutos, alguien podría acompañarla mientras.

Las tres, Juvia, Levy y Mirajane se ofrecen. La última no tiene mucho apuro, tiene que ir a la farmacia a comprar un medicamento para el dolor de estómago; su hermano Elfman comió un yogur en mal estado y le hizo bastante mal, recién le llegó el aviso de Lisanna al celular.

De repente, un auto bonito, limpio y amarillo se estaciona frente a ellas, bajando la ventana automáticamente.

― ¿Tú otra vez? ―esa es Mirajane al reconocer al sujeto del auto, parece que esta vez cambió la manera de seguirla― Voy a denunciarte por acoso.

―Ahora recuerdo que Natsu se estacionará más allá, vamos chicas, nos vemos Mira. ―dice Lucy leyendo el ambiente entre Mirajane y Laxus, cogiendo la mano de Juvia y la de Levy doblando hacia la calle de al lado.

Las tres, se asoman a mirar con una cabeza sobre la otra. Quien diría que ese Laxus vendría a esta hora a insistir con el tema a Mirajane, siendo rechazado cien veces. Ella realmente no quería nada con él, nada que viniera de él. No olvidará nunca la manera en que fue grosero con su comida y con ella.

― ¿Quieres que te lleve?

―Primero que me aplaste una enorme roca.

Laxus suspira con paciencia, ser amable no funciona.

―Oye...

― ¿Por qué tanta insistencia en venir y que te perdone?, ¿acaso te gusto?

―Sí.