Juvia Lockser es una mujer de 28 años que trabaja en una chocolatería-cafetería "Fairy Hills" con sus amigas Lucy Heartfilia y Levy McGarden, teniendo una vida tranquila junto al amor de su vida, su hijo de 8 años.
Su vida se desordena al atropellar...
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Gray se agacha a recoger las llaves de Juvia, elevándose a entregárselas colgadas en sus dedos. Juvia estira la palma que tiembla un poco, recibiéndolas.
―Gracias.
Gray la mira un momento, botando un largo suspiro.
―Necesito hablar contigo, ¿tienes tiempo?
―Bueno... ―desvía los ojos a la verdulería de la otra calle―, ya está aquí.
―Hubiese sido antes si me contestarás las llamadas o ―hace una pausa―, no haberte ido.
― ¿Quiere que me disculpe?
―No busco disculpas ―cierra los ojos y los abre. Todo el maldito día tuvo la cabeza metida pensando en la noche ardiente, pensando en ella. Su padre le preguntaba qué le sucedía, tuvo que evadirlo―. Sólo quiero respuestas. Respuestas a tu ausencia.
―Le recomiendo que se quede con ese recuerdo, porque Juvia... ―respira demasiado nerviosa. Gray sabe que lo está, él también, no fue fácil decidir si no fuera por el empuje de Erza. Le teme ser rechazado― Para Juvia sólo fue una noche, no volverá a repetirse.
Gray frunce el entrecejo y parpadea, respirando y exhalando hondo. Repetir sus cuerpos desnudos en una cama no le es lo más importante, quiere la respuesta de despertar sin ella a un lado. En el coche, ella dijo bien claro y sin arrastras palabras, que le gustaba. ¿Dónde quedó eso?
Simplemente conteste.
― ¿Cuál fue la razón de irte? ―también, ella le pidió esa noche prometerle quedarse a su lado hasta salir el sol. Lo hizo, ¿y ella qué?
― ¿Por qué le interesa saber eso? ―no le dirá que se le borró la memoria, si contesta eso, él se la refrescará y no pararán de mantener el contacto, buscando más en el flujo de su relación antes de esa noche.
Se siente confundida. Por un lado, ese hombre le atrae fuera de su lógica; por otro lado, debe alejarse de él. Tiene un presentimiento complicado y no bueno si continúa adelante.
―Nos acostamos esa noche y eso fue todo ―insiste Juvia, agotada, cansada, deseosa de ir a casa―. ¿Qué puede cambiar si Juvia se fue o no?
¿Qué hubiese pasado?
Ambos despertando juntos, compartiendo miradas y sonrisas. Rubores en sus mejillas y un anhelado 'Buenos días'. ¿Y luego qué?, ¿una aventura y un final feliz?
