『Mi Accidentado Amor』 «Gruvia; au»

18. ♡ ¿La Sangre Tira? Tal Vez No Demasiado♡

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― ¿Se puede saber dónde andabas? ―Natsu se cruzó de brazos sobre el pecho, indignado por su hermano Zeref. Llevaba tres días desaparecido, por poco hace una denuncia por presunta desgracia si no fuera porque Mavis le informó que ella lo fue a buscar a un bar. Sí, Zeref yacía ebrio, llamando a la rubia entre lágrimas, diciéndole si lo seguiría queriendo, aunque tuviera un hijo sin saberlo― Tienes dos manos, debiste escribir un mensaje.

― ¡Ya, está bien! ―su error fue no decirle nada, no tenía ánimos para hacerlo, su cabeza estaba en otra parte, debatiéndose si el niño de Juvia era parte de un polvo que tuvieron en esa fiesta. Ni siquiera está seguro, no lo recuerda. Y es un secreto por ahora, hasta hablar con Juvia o buscar respuestas en otras personas que estuvieron presentes. Duda mucho que Gray ayude.

Ese día, salió de la casa para ir a beber en un bar lejano. Bebió y bebió, llamando a Mavis, triste y llorando con desesperación, ya que no hallaba solución alguna. Mavis pensó que hablaba tonterías; ¿tener un hijo? Claro.

Fue a buscarlo y lo llevó a su casa por dos días, explicándole a sus padres que era un amigo de universidad con problemas familiares y que necesitaba comprensión y mucho amor. Le dio una habitación de huéspedes. Llamaría a su prima Lucy para avisarle, mas Zeref no le permitió, no quería que lo hiciera. No quería que nadie supiera.

Y dos días después con el teléfono apagado, recibió una llamada de Natsu.

Su hermano menor le dijo que se salvó de haberse escapado la relación que mantenía con la prima de Lucy. Y sí, Lucy tiene muchas ganas de matarlo. Era mejor traer su trasero a casa si no desea empeorar las cosas.

Lo recriminó por la falta de atención en Happy, por no cuidar la casa como debió hacerlo. ¿Y ahora qué?, ¿va a quedarse de vago o regresará a Alvarez?

―Me quedaré, tengo un asunto que solucionar. ―contesta, cómodamente sentado en el sofá de la sala, mirando la posición de Natsu, actuando como el mayor.

―No vas a quedarte aquí.

― ¿Por qué?

―Lucy y yo estamos casados, ¿dónde queda la privacidad? ―no hay tanta inteligencia para no darse cuenta.

Zeref chasquea la lengua. Bien, buscará un empleo y se arrendará una habitación en un hotel, ¿contento con eso?

―A veces creo que se equivocaron cuando nacimos ―dice Natsu―. Yo nací primero y tú viniste después.

―Ja, ja ―ríe sarcástico―. Eres peor que papá.

―No lo menciones, me da escalofrío recordar lo estricto que es. ―se parece físicamente a él, pero no en personalidad.

―Buscaré algo pronto para no molestarlos.

―Tómate tu tiempo, pero no demasiado ―agobiarlo en sacarlo de casa no es muy de él, es su hermano, sólo quiere que entienda―. Además, sucedió algo malo mientras no estabas.

― ¿Qué pasó?

―Al hijo de Juvia lo atropellaron ―respondiendo, se sienta en el otro sofá, estirando las piernas―. Por suerte está bien y sólo tiene una fractura en la muñeca, le pusieron esa cosa con tornillos para nada cool.