『Mi Accidentado Amor』 «Gruvia; au»

11.♡ Juvia y Silver ♡

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En ese momento, Gray sólo piensa en sacar a su padre de la casa, y para ello, debe continuar mintiendo con que está solo en casa, y el ruido que escuchó era de un gato. Siempre merodean por el lugar.

Silver Fullbuster hace caso omiso terminando por subir las escaleras, no estará conforme hasta saber de la mujer con la que está su hijo. La examinará de pies a cabeza, le hará un interrogatorio y sacará la conclusión de que si es buena o no para Gray. A sabiendas como es él, tal vez volvió a las andanzas de antes, y esa mujer sea una de pasada.

Primero revisa las otras habitaciones y las ventanas cerradas, descartando de que la invitada se haya escapado a alguna parte. Ella sigue en la casa de Gray.

No hay nada. Recorre cada pared, debajo de la cama y dentro del armario mientras a Gray le sudan las manos y el corazón le late rápido. De hace años que no se siente tan asustado y preocupado.

Lo próximo en ver es el baño.

―Papá, por favor es suficiente. ―ni con su ruego, el hombre mayor da un pie atrás.

Silver gira el picaporte abriendo la puerta.

Los ojos de Gray se sorprenden, porque Juvia no está. El baño se encuentra vacío, tan blanco y puro sin tener pistas de que alguien entró.

En silencio, Silver inspecciona sin perder nada valioso, tomándose el tiempo, aceptando que no hay nada fuera de lugar. El ruido pudo ser de un gato que saltó al techo como dijo Gray. Aun así, sus sentidos le dicen que hay alguien en la casa. Revisó todas las habitaciones... ¿Dónde estará esa mujer?

― ¿Ves? Te dije que no hay nadie ―le habla Gray detrás de su espalda―. Estás obsesionado con esa mujer con la que crees que estoy saliendo...

―Puede ser que me haya equivocado ―voltea― y estés solo, sin embargo no al respecto de que estés saliendo o viéndote con alguien más.

―Si fuera así, ¿qué? ―le muestra desinterés― ¿Vas a impedirlo?

―Sí ―camina hacia el joven, pasándolo de largo hasta poner un pie en la escalera. Se detiene al escuchar a Gray si habla enserio. Pues, por supuesto―. Bueno, me alegra verte Gray, mi intención era hablar del día de acción de haas, tener unas horas después de que estés con Mika.

―Lo siento, pero no es posible. Tengo esas horas ocupadas ―sus primeras palabras son con molestia, lo hace como un niño resentido, arrepintiéndose al cerrar los ojos y un suspiro―. De seguro podré al otro día.

―Con eso es suficiente. ―surca una pequeña sonrisa con satisfacción, deseaba estar junto a su hijo y hablar sin provocar enfrentamientos como de costumbre. Una conversación de padre e hijo no la han tenido desde que él y Mika se divorciaron. La relación entre los dos, más tres, se enfrió.

Posteriormente, Silver decide retirarse sin quitar el presentimiento de que alguien yace en casa de su hijo, aunque no encontró nada. Gray lo observa desde la puerta de la entrada, regresando una vez que su padre se monta en el auto, despareciendo en la vía.

Respira hondo y exhala, subiendo las escaleras hasta su habitación. Está seguro que Juvia no se ha ido, sigue arriba y escondida, pero no en el baño. ¿Dónde se habrá metido esa mujer?