『Mi Accidentado Amor』 «Gruvia; au»

22. ♡ Los Celos de Gray ♡

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Juvia se disculpa con Gray por insinuarse anoche en el que él le ayudaba a desvestirse y vestirla con ropa de dormir. No era su intención incomodarlo y menos en su casa.

A Gray le da igual, es bueno saber que ella no tiene una gran resaca, llevándola a Fairy Hills, comenzando el día con normalidad. Y así es durante el transcurso de la semana. Antes de terminarla, Storm quiere practicar un poco béisbol, no lo ha hecho desde su accidente y ya eran muchos días sin hacer nada, ¡su cuerpo le pedía moverse!

Gray le fue enseñando a utilizar el brazo izquierdo después del trabajo, saliendo temprano para estar con él y Reiki. El hijo de Erza se unió no sólo a jugar, si no a reírse de lo mal que el pequeño Storm movía el bate contra la pelota. El dichoso con todo esto era Gray, muriendo de la risa y animándolo a seguir.

En la cafetería Fairy Hills, Lucy aún da negativo. Sabe que es muy pronto, pero la ansiedad por ver los resultados es más fuerte. Todas en el lugar le aconsejan tener calma, entre más ansiedad, serán menos probabilidades de quedar embarazada.

Levy le cuenta a Juvia acerca del auto que le tiene Gajeel guardado, si lo quiere o no con una oferta. Juvia duda de él, Gajeel no dará nada en oferta a no ser que desee algo a cambio, ¿qué puede ser? Levy niega totalmente no ser así, Gajeel no quiere nada a cambio, si quisiese, se lo diría.

Hablará con él una vez que regrese de sus cinco días de vacaciones en la isla. Tomará muchas fotos para que todas estén al tanto y vean cómo disfruta con Gray bajo el radiante sol de la playa. ¡Está tan emocionada! Desea que los días lleguen muy pronto para alistar sus maletas.

Ese tan ansiado día, muy temprano en la mañana, despidiéndose de su hijo y de su madre fuera de la casa, llega. Gray le espera afuera apoyado en el auto. Le pidió a su padre Silver cuidarse mucho. No estaría aquí por cinco días para encargarse de su bienestar. Ya sabe, cualquier indicio de sospecha o que no se siente seguro, llamar a la policía.

Juvia extrañará tanto a su hijo, entiende que es por su bien, para descansar y despejarse. De todos modos alejarse de su niño la mantendrán más preocupada.

―También te extrañaré mamá, son sólo cinco días ―le dice Storm mirándola hacia arriba―. Tío Natsu se ofreció a cuidarme si la abuela está cansada.

― ¿Natsu-san? ―si Lucy está de acuerdo, no hay problema. Confía más en Lucy al cuidado de Storm.

― ¡Juvia! ―Gray alza la voz al ver la hora en el teléfono, van cinco minutos de retraso, no es buena idea perder el avión.

Juvia se disculpa. Su madre la empuja de espalda para que avance y se vaya de una vez, no querrá hacer enojar a Gray, ¿verdad?

No.

Pero tampoco quiere dejar a Storm.

Moviéndose al fin, entra al auto mientras Gray guarda las maletas en el maletero de atrás, subiendo al asiento del volante sin antes olvidar despedirse de Storm y de la señora Uma. Enciende con llave puesta, arrancando. Y sonríe. Al fin tendrá cinco días a solas con Juvia, sólo con ella. Días completos con ella.

―Gray-sama, ¿en la isla hay spa? ―pregunta Juvia con mucha curiosidad.

―Sí.

― ¿Todo tipo de masajes?