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—Eres muy bonito y chiquito —decía Jimin con voz dulce mientras acariciaba la pancita del pequeño perro que encontró en la tiendita del parque—

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—Eres muy bonito y chiquito —decía Jimin con voz dulce mientras acariciaba la pancita del pequeño perro que encontró en la tiendita del parque—. ¿Y tu dueño? ¿Por qué estás solo?

Siguió acariciando al perrito y sonreía cada vez que sentía su lengua sobre su mano, parece que le cayó bien, o al menos eso creía. Después de unos segundos comenzó a molestarle su mascarilla, pues de cierta forma siempre le causó molestia tener el elástico en sus orejas, pero que por su trabajo debía usarlas muy frecuentemente. Pensó que no pasaría nada con que se la quitara un rato, no había nadie al fin y al cabo, ya que el puesto se encontraba cerrado, así que descansar un momento del objeto no traería muchos problemas, pensó. Pero él en lo absoluto imaginaba lo que pasaría. Así que solo se quitó la tela del rostro y la colocó en su regazo, pues se encontraba sentado en el suelo jugando con el animal.

—¿Debería ayudarte a buscar a tu dueño? —preguntó a pesar de saber que no tendría respuesta a su pregunta.

Pero el perro no esperó a que este decidiera si hacerlo o no, simplemente en un descuido del rubio agarró con sus dientes la mascarilla negra que yacía en la pierna del chico. Todo fue caótico y en un parpadeo. Jimin ni lo pensó tampoco, apenas vio al pequeño perro, que ahora va a considerarlo su enemigo de cuatro patas, salir corriendo con su barbijo en la boca, corrió tras él.

Daydreamer [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora