Por obra del destino a Jungkook le tocó limpiar el parabrisas del auto donde iba el famoso idol Park Jimin, sin saber que sus ojitos y linda voz dejarían encantado al artista, que no permitiría luego que los policías lo arrestaran.
[au social media]...
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—Taehyung, a las 11 tenemos que estar en el set —habló Yoongi tranquilo llamando la atención del aludido, el cual asintió en respuesta mirando su reloj, y comprobando que efectivamente debía salir en ese instante o probablemente llegarían tarde.
—¡El desayuno estuvo muy rico! Gracias por invitarnos —exclamó Kim tratando de despedirse, pues aunque quisiera quedarse a conversar más tiempo, tenía cosas importantes que hacer y que no podía descuidar.
Luego de las despedidas, y de que Min y Jeon intercambiarán números, el actor y su manager se retiraron del lugar, no sin antes el primero prometiera volver y que esta vez si hicieran una pijamada de verdad, enfatizando lo último a sabiendas de que solo el rubio lograría entender a lo que se refirió.
—¡Gracias provecho! —gritaron Soobin y Beomgyu luego de ello, pues es costumbre para ambos decir esas palabras antes de bajarse de sus sillas y llevar sus platos al lavabo, solo de esa forma Jungkook los dejaba levantarse de la mesa.
—Provecho —respondió el rubio divertido, aún no se acostumbraba a lo tiernos que podían llegar a ser los niños con sus pequeñas costumbres—. Tengan cuidado al subir las escaleras.
—¡Si! —respondieron al unísono mientras subían tomados de las manos por precaución. Algo que había notado Jimin es que hacían todo juntos, y sin notarlo esta vez también se quedó observando hasta que llegaban al último escalón y se perdieran de su vista.
En ese momento el menor pensó que al fin estaban solos. Había estado esperando el momento adecuado para agradecer a Jimin por lo de la noche anterior y decirle que realmente le ayudó. En su mente había formulado más o menos lo que le iba a decir, pero al final trató de borrar su discurso para simplemente decir lo que sea que le nazca en ese momento. Últimamente se había dedicado a agradecer mucho a Jimin, y quería que se escuchara sincero, pues así lo era. Se levantó de su asiento y tomó los platos que aún quedaban en la mesa, incluyendo el de Park que apenas había acabado su cereal hace unos minutos.
—No, no, está bien Koo, yo lo llevo.
—Igual iré a la cocina, lo llevo yo Minnie —tomó el plato y lo colocó junto al resto.
A pesar de haber dicho eso, el castaño aún seguía de pie con los platos en la mano y Jimin se quedó observando, expectante a cuál sería su próximo movimiento, y si era prudente que él hable primero. El Idol también había estado esperando toda la mañana para hablar con Jungkook, quería preguntarle si ya estaba mejor y en parte también saber si se dio cuenta que ellos dos durmieron juntos, por sea caso.
—Jimin, yo quería... —se armó de valor el castaño y comenzó a hablar bajo la atenta mirada del aludido, que no se esperaba que fuera él quien tenía que oír y no hablar, como tenía pensado hacer—. He estado tratando antes de decirlo y es que yo realmente...
Y las palabras se quedaron en el aire, pues por tercera vez en el día, el celular de Park comenzó a sonar cuando menos querían que lo hiciera, y Jimin al ver el nombre de quien llamaba no tuvo otra opción que contestar pidiendo disculpas con la mirada por la reciente interrupción. Jeon en ese momento aprovechó para llevar los platos a la cocina mientras se regañaba en su cabeza por no haber sido capaz de decir lo que quería sin darle tanta vuelta, quizás si lo decía más rápido hubiera podido terminar, aunque no servía arrepentirse de ello ahora.
—Entiendo Jinnie, voy corriendo —colgó justo cuando Jungkook volvía al comedor—. Perdón Koo, debo ir a arreglarme, había olvidado completamente de la entrevista de hoy —habló apresurado y sin esperar respuesta salió corriendo hacia su habitación, ya que no le quedaba mucho tiempo hasta que su chofer pasara a recogerlo, y él aún seguía con su atuendo que gritaba "hoy es domingo y apenas despierto", a pesar de que ni siquiera era domingo hoy.
Jeon comprendía la situación, pues en estos días de convivencia aprendió un poco sobre los apretados horarios de rubio, de las entrevistas de última hora y sus muchos ensayos, ya habría otro momento para agradecerle. También por eso lo admiraba tanto, pues a pesar de todas las cosas que hace y lo mucho que deben de agotarlo, siempre trae una sonrisa en la cara y se comporta como un verdadero ángel, a veces se cuestionaba que tal vez Jimin no era de este mundo.