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—Te quedaron perfectas Soobinnie —halagó el rubio al pequeño que ahora mismo sonreía con todos los dientes muy orgulloso de su trabajo poniendo chispas de chocolate, quien luego bajó de la silla en la que estaba y jaló a su hermanito para salir de...

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—Te quedaron perfectas Soobinnie —halagó el rubio al pequeño que ahora mismo sonreía con todos los dientes muy orgulloso de su trabajo poniendo chispas de chocolate, quien luego bajó de la silla en la que estaba y jaló a su hermanito para salir de la cocina, pues sabían que ya solo restaba poner la bandeja al horno y eso era 'cosas de grandes'.

En la cocina se encontraban Jimin, Jungkook luego de que los niños salieran directo a su cuarto de juegos, Namjoon y Jin se encontraban en la sala de estar, esperando y fingiendo mucho interés en lo que pasaba en la TV con tal de no hablar con el otro. Jimin observaba desde la barra con la mirada entristecida a sus amigos, quería hacer algo para ayudar pero el hecho de que ellos no se abrían a él para contarle lo que pasaba lo hacía más difícil.

—¿Están peleados no? —apareció Jungkook a sus espaldas, colocando una de sus manos sobre el hombro del rubio, en señal de apoyo.

—Sí... —suspiró—. Y tengo miedo de que no lleguen a amistarse.

—No digas eso, claro que lo harán. ¿Ves eso? —señaló moviendo su cabeza hacia la pareja en el sofá—. Jin mira de reojo a Namjoon, y luego voltea en cuanto Nam lo mira a él, quieren arreglarlo.

Jeon era muy observador, y le gustaba hacerlo. Una situación fue la pareja de la sala y otra muy distinta era la que se encontraba al lado de él. Esta vez dirigió su vista al lindo rubio y pudo observar aquellos pequeños detalles que antes no había notado con claridad. Sus pestañas iban de arriba a abajo, enfocando su vista en el panorama, tratando de ver también lo que su Koo había visto. Cómo mordía su labio de vez en cuando, como si estuviera pensando en un plan ahora mismo, y producto de ello sus abultados labios se hacían cada vez más rosados en la zona donde acababan de apretar sus dientes...

—¿Koo? ¿Estás bien? —el aludido reaccionó en ese instante en cuanto se dio cuenta de que se había quedado observando por mucho tiempo al rubio, ¿lo habrá incomodado?—. Estás todo rojo —río Jimin luego de decirlo, pues le pareció muy tierno ver al menor de esa manera: con los ojitos muy abiertos, sorprendido, y su carita sonrojada, muy tierno a su parecer, aunque en ese momento no logró inferir el porqué del carmesí en sus mejillas.

—Sí, sí —respondió nervioso—. ¡Las galletas ya deben de estar! —evadió y se dirigió hacia el horno.

Daydreamer [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora