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Los rayos del sol se colaban por una de las ventanas de la habitación, pero aún así no fueron suficientes para despertar al rubio, lo que sí lo hizo fue el timbre de su celular, que comenzó a sonar con desesperación en ese momento.

—¿Hola? —contestó adormilado y sin abrir todavía los ojos por completo—. Ah, hola mamá. Sí, sí, desperté hace unas horas —mintió para no ser regañado—. ¿En serio me viste en TV? Bueno eso pasa seguido... —pausó mientras escuchaba a su progenitora hablar emocionada de cómo hoy estaba con sus amigas tomando desayuno y su hijo apareció en un comercial, estaba orgullosa y se podía notar por la forma en la que lo contaba—. Me alegro mamá... Está bien, vuelve con tus amigas. Te amo —colgó.

Dejó su celular tirado en algún lado y volvió a cerrar los ojos, sin pensar en nada más pero no pasó ni un minuto para que su teléfono volviera a timbrar, ganándose un gruñido de molestia de parte del idol.

—¿Por qué llaman justo cuando estoy durmiendo? ¡Aló! —contestó y la voz de su mejor amigo preguntándole donde durmió desde la otra línea lo despabiló por completo.

El sueño y la pereza se esfumaron rápidamente de su sistema a partir de ahí, parpadeó muchas veces esperando que no sea lo que estaba pensando. Alejó su celular de la oreja y lentamente rodó sobre la cama, esta vez mirando al lado contrario. Mentiría si en ese momento Jimin dijera que no había comenzado a hiperventilar de los nervios.

¿Mimi? ¿Sigues ahí?

No respondió, su cerebro dejó de hacer conexiones en cuanto sus ojos vieron al hermoso chico que dormía plácidamente a su lado. Le era imposible recordar en qué momento se quedó dormido, lo único que tenía en su memoria eran los momentos que ambos compartieron la noche anterior. Las lágrimas que secó, los abrazos cálidos, él cantándole una de esas canciones que escribió y nunca publicó, la primera vez que cantaba promise con tanto sentimiento. Su respiración se tranquilizó con tan bonitos recuerdos y la sensación que estos dejaron en su corazón. ¿Qué tan perfecto tenía que ser este chico para lucir tan bello incluso dormido?

—Se ve tan lindo durmiendo —susurró para sí, pero quién andaba del otro lado de la llamada logró oírlo también.

El castaño se removió en su lugar, y Jimin se tensó. Pero falsa alarma, aún no se había despertado y seguía durmiendo como un bebé, era la primera vez desde que se mudó que dormía hasta tan tarde, pero le atribuyó a la mala noche que tuvo. Tembloroso, Park estiró su brazo y con cuidado retiró un mechón de cabello que había caído sobre sus ojos cerrados, sin querer se tomó unos segundos apreciando todas sus facciones, aquel pequeño lunar debajo de sus labios que formaban un piquito, con si de un patito se tratase. Sonrió inevitablemente, pero en ese momento reaccionó, él no debía quedarse mucho tiempo ahí, no quería incomodar y tampoco deseaba ni imaginar la reacción que tendría si se enterase que durmieron juntos.

—Voy para allá Tete... —susurró y volvió a colgar el teléfono volviendo a la realidad, a la vez que se levantaba de la cama y tomaba sus zapatos para salir de la habitación y dirigirse a la suya.

 —susurró y volvió a colgar el teléfono volviendo a la realidad, a la vez que se levantaba de la cama y tomaba sus zapatos para salir de la habitación y dirigirse a la suya

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—¿Tete?

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—¿Tete?

—Oh volviste —respondió Taehyung al ver entrar a Jimin a la habitación, mientras él se secaba el cabello con una toalla que había sacado del armario del rubio, lo bueno es que el siente carga ropa de repuesto en su mochila, así que no tuvo problemas para cambiarse de atuendo.

—No podrás creerlo. Ni yo me lo creo aún, es que fue, ay... —habló con las emociones al tope, aún no lograba asimilarlo todo.

Comenzó a contar emocionado las cosas que pasaron la noche anterior ante la atenta mirada de Tae. No ahondó en detalles, pues era la historia de Jungkook, pero lo que sí contó fue cómo se sintió él, habló de las mariposas en su estómago y de los torbellinos en su cabeza. También admitió tener miedo, porque sus sentimientos crecían muy rápido.

—Uno no puede controlar con qué rapidez se enamora, sería bueno que pudiéramos, pero así nos hicieron y eso es lo que le da el toque emocionante a enamorarse.

—¿Tú crees?

—¡Por supuesto! Amar es maravilloso, se siente tan bonito. No hay que privarnos de ese sentimiento —respondió poniéndose cursi, pero luego volviendo su toque divertido en todo lo que hable—. Rápido sería si me dijeras que ya se acostaron, ¿no tuvieron relaciones cierto?

—¡Nooo! —exclamó con los ojos bien abiertos.

—Y yo pensé que se habían acostado —rió—. Bueno no, no pensé en ello. Hubiera sido muy incómodo oír todo —bromeó de nuevo sin dejar de reír aún—. Te escuché cantar hasta aquí, es más creo que esa fue la razón por la que me quedé dormido, ¿te imaginas que hubiera oído en su lugar? Ay no.

El rubio comenzó a reír por causa de las bromas de su amigo—Basta Tete, no pasó nada—rió— ¿Enserio se oyó hasta aquí?

—Es una bella canción por cierto. You could be your night —canturreó un poquito—. Deberías sacarla, sería un hit.

—Esa es una canción... personal —confesó—. Cuando la escribí pensé mucho en cómo la letra se ajustaba a mi, y bueno... ahora se ajusta en Jungkook también, por eso la canté —bastó que dijera aquello para que volviera a recordar aquel momento y sonriera como un bobo por ello.

—Sí que te estás enamorando... Y es lindo, que afortunado es ese chico —pensó en voz alta Taehyung mirando de reojo la pequeña sonrisa que traía Jimin en la cara, parecía feliz. No como una felicidad como tal, sino de aquellas en las que te sientes agradecido con las pequeñas cosas—. Ahora ve a ducharte, yo te espero abajo.

—A la orden jefe —rió y cogió de la ropa que el actor había dejado para él sobre la cama.

Daydreamer [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora