Daydreamer [kookmin au]

↬3:03.

—Cuando... Cuando fuiste a mi antiguo departamento tú conociste a Jihyo, ¿cierto? —comenzó a hablar luego de unos minutos, cuando sintió que se sentía listo para hablar y no solo emocionalmente, sino también físicamente, pues sentía que ahora sí podría emitir palabras sin que algún quejido o llanto interrumpiera.

—Si no quieres decirlo está bien —respondió el mayor mientras volvía a recostar su cabeza en el hombro del chico, habían estado en esa posición por mucho tiempo y no parecía incomodar a ninguno de los dos.

—Está bien, creo que quieres saberlo —el rubio mordió su labio inferior al escucharlo, pues era muy cierto lo que había dicho su Koo.

Desde que el nombre de aquella chica salió de los labios del castaño su curiosidad se había incrementado considerablemente. Ya antes suponía que se trataba algo relacionado a ella, pues habían estado juntos según lo contado por Hobi. Pero una cosa era suponerlo y otra muy distinta es que te lo confirmen.

A pesar de haber ofrecido contarlo, Jungkook parecía no saber qué decir exactamente, mejor dicho no sabía cómo contar la historia y el rubio al notarlo decidió darle un empujón preguntando—. ¿Ustedes tienen una relación?

—Sí... Bueno no, ya no. Mejor dicho hace tiempo que no —se enredó—. Era una relación tóxica y ni siquiera estoy seguro si podía llamarla una relación.

Jimin no respondía, pero sus ojitos miraban bien abiertos al menor y a pesar de la oscuridad Jeon pudo notarlo. Solo bastó que girara un poco su cuello en dirección al rubio cuyo peso tenía encima de sus brazos, recién en ese momento fue capaz de darse cuenta de lo cerca que tenía a Park. No le molestó ni incomodó, pero sí se puso nervioso. Tragó saliva y decidió no pensar en ello, por lo que siguió su relato.

—Pasaron muchas cosas entre ella y yo, pero... Creo que se resume en ella con un novio y yo siendo la tercera persona —se sintió muy avergonzado al decir lo último. Todo ese tiempo se había metido a la cabeza que él no era un simple amorío, que Jihyo lo preferiría por encima y que tarde o temprano dejarían eso y simplemente serían una pareja oficial.

Qué equivocado estaba.

—Oh... ¿Ella tiene otro novio? —preguntó a pesar de que sea obvio, pero en ese momento no lo había pensado así.

—Sí... Y ella lo eligió a él.

—Es una tonta —respondió al instante.

Claro que sí lo era, pero Jeon no lo veía así. A veces las personas con corazón roto son pesimistas consigo mismos, sin ver lo maravillosos que son, al menos eso es lo que tenía Minnie en su cabeza ahora mismo mientras observaba a la persona que tenía entre sus brazos.

El menor con una mano colocó hacia atrás el cabello que le tapaba la frente y con la otra tomó de la mano del rubio—. ¿Sientes esto? —dirigió la mano de Jimin y colocó sus dedos sobre su ceja, en la parte final de esta.

—¡¿Te golpearon?! —preguntó asustado el idol luego de sentir una pequeña herida seca en el lugar donde había colocado sus dedos—. Perdón, ¿te dolió?

—No duele ahora, mañana quizás lo haga —respondió regresando la mano de Park, pero sin soltarla aún—. Su novio me golpeó —rió sin ganas—. Supongo que me lo merezco.

—La culpa no ha sido solo tuya —trató de defenderlo—. Pero... Ahora si no volverás con ella, ¿verdad?

Y por coincidencia o quizás una broma de parte del universo, en ese momento el celular de Jungkook comenzó a vibrar repetidamente. No parecía ser una llamada, sino más bien muchos mensajes llegando uno tras otro.

—No contestes Koo —exclamó en cuanto vio el nombre de quien mandaba mensajes desesperadamente—. No vale la pena.

Jimin se sentía asqueado, era consciente en que Jungkook también era culpable, pero ver que ella aún no tenía remordimiento y solo decía cosas egoístas como darle más tiempo para que se digne a terminar con el novio, eso era muy descarado y no se merecía las lágrimas del castaño y mucho menos su corazón.

—¿Puedes... borrarlos por mí?

—Con gusto —tomó el celular que Jeon había desbloqueado previamente y se dirigió a la app de mensajería, donde vio el nombre de Jihyo seguido del número 23, del total de mensajes que había enviado, pero ni siquiera pensaba abrir los mensajes, simplemente usó el botón de borrar chat—. Listo, adiós estorbo.

—Gracias, Minnie... —respondió sincero, probablemente si el rubio nunca hubiera entrado a la habitación, él se hubiera quedado sumido en tristeza y con la oscuridad en todo el lugar. Jimin era como una lámpara que se iluminó para él esta noche.

—No hay de qué. Somos amigos, ¿no? Jungkook asintió en respuesta y mordió su labio, no sabía si estaba bien lo que iba a pedir, pero iba a intentarlo.

—¿Podrías hacerme un último favor?

—-Claro Koo, dime.

—¿Cantarías para mi?