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—Gracias por traernos Jimin... Fue un gran gesto —trató de despedirse Jungkook, pero fue interrumpido por una vocecita molesta.

—¡No! Quiero que Jimin conozca a Binbin —exclamó mientras tomaba de la mano idol y lo jalaba hacia fuera del auto para que él también los acompañe.

—Está bien... —no podía decirle que no, mucho menos cuando ponía esos ojitos tiernos, debía verle el lado bueno, al menos Hoseok podrá conocer a su ídolo, aunque eso significa que se salga con la suya y Jungkook perdiera, pues él sí estaba seguro de que el rubio se iría luego de dejarlos.

Entraron todos al hospital, Namjoon aún estaba receloso así que quería asegurarse de que Jimin se encuentre bien o que no haga ninguna otra locura, pues al salir de la mansión del rubio él pensó que solo hablaría con Jungkook, intercambiarían números y máximo tomaría un café, pero en ningún momento se le pasó por la cabeza que pasaría lo que pasó, y que su jefe terminaría invitando a vivir al joven a su casa

Entraron a una habitación del hospital y lo primero que vio Jimin fue a un pelirrojo con la boca abierta y los ojos brillando intensamente, se veía emocionado y en shock, le pareció un poco graciosa su actitud, concluyó que es un chico muy brillante y serian buenos amigos, pensó.

—¡Eres tú!

—¡Así reaccioné también yo! —chilló Jihyo, que también los había acompañado, insistió en ello y estuvieron un rato hablando con Jimin sobre cuánto amaban su música y lo mucho que lo admiraban, se tomaron una foto y el rubio agradeció por todo, pero que también quería conocer al niño lindo del que Beomgyu no había parado de hablar en todo el viaje, decía cosas muy bonitas de cómo amaba a su hermanito y lo mucho que cantaban sus canciones juntos, así que cuando conoció al pequeño pelinegro confirmó las palabras de su hermano, un niño muy dulce, sin duda.

Jungkook no paraba de pensar en lo rápido que Jimin se había ganado a sus hermanos. "Los encantos de Park Jimin", según Hoseok, él no estaba convencido, pero no refutó, aún se lo estaba pensando. Aunque en ese momento tenía la mente en otra parte: en como estaba pagando la cuenta del hospital con lo último que tenía ahorrado, en que sin duda el trabajo ese de los parabrisas le trajo muchos contratiempos y con su hermanito enfermandose se le hizo imposible pagar las últimas cuotas del departamento, razón por la que su casero decidió echarlo sin piedad. Su amigo quien estaba muy emocionado hablando con Jimin y los niños en cuanto vio el semblante de Jungkook detrás de ellos se detuvo y se dirigió a él.

—Tranquilo Kook, lo vas a solucionar, siempre lo haces. ¿Vamos a mi casa y hacemos chocolate caliente si? —colocó su mano en el hombro de su amigo para tratar de reconfortarlo.

Park notó la ausencia de los dos chicos también y volteó a verlos, al instante pudo reconocer en el semblante de Jungkook toda su preocupación y tristeza, se sintió mal como si él estuviera involucrado, aunque no fuera así realmente. Pudo recordar lo de las cajas y lo que Gyu le dijo, también reafirmó en su mente que enserio quería ayudarlos, ya no solo por el flechazo, sino también por los dos niños que acababa de conocer.

—¿A ustedes les gustan los juegos? —preguntó a Soobin y Beomgyu.

—¡Sí! De todo tipo, amaaaamos los juegos —respondió el más chiquito de los dos enfatizando lo mucho que les gustaba, el pelinegro solo asintió, aún estaba un poco débil por la fiebre.

—Para mi sería un placer... —esta vez se dirigió hacia el castaño que traía la mirada perdida en el suelo pero al sentir que le hablaban levantó su mirada—. Tenerlos en mi casa, yo... sé que no nos conocemos, pero podemos hacerlo. Los niños tendrán su propio cuarto y tú también... Déjenme ayudar.

—¿QUÉ?

Jimin no pudo evitar reír al oír la exclamación de quien lo habían presentado como Hoseok, pues fue un grito muy parecido al que soltaron los otros tres la primera vez que lo propuso. El pelirrojo aún seguía con la boca abierta viendo para todos lados con sus ojos muy abiertos y sintiéndose bobo por ser el único asombrado, ignoraba el hecho de que esta era la segunda vez que el idol ofrecía hospedarlos en su casa.

—Traté de estar calmado, ¡pero no puedo! ¡Jungkook, Park Jimin te está invitando a su casa A VIVIR! —enfatizó—. El mismo Park Jimin de quien aprendimos todas sus canciones y coreografías... ¿Por qué nadie está alterado por eso? —terminó su discurso en un tiempo récord, simplemente soltó lo que tenía en mente desahogando la emoción que se había contenido antes.

—No lo creerás Hobi —habló Jihyo a su oído poniendo una mano sobre este, como si estuviera contando un secreto que en realidad no era—. Pero esta no es la primera vez que Jimin lo ha dicho, es la segunda —terminó de susurrar mirando de reojo a los dos protagonistas que parecían haberse puesto tímidos, cada uno por su propia razón.

—¿Te sabes todas mis canciones? —preguntó el rubio emocionado con los ojitos brillantes, y no es para menos, es como que te digan que no le eres indiferente a tu crush, pues Jimin, debido a los varios desplantes del castaño, había creído que para él no era más que un cantante y ya, pero al parecer estaba equivocado.

—No es para tanto... —comenzó a rascarse el cuello con la mano en señal de nerviosismo, y le sorprendía pues él no se consideraba una persona tímida —. Soy seguidor de tu música —elevó los hombros tratando de parecer despreocupado.

—¿Solo de mi música? —lo picó queriendo sacar más información, información que no iba a conseguirla, al menos en ese momento.

—¡Somos tus fans también, no solo de tu música! —interrumpieron emocionados Hoseok y Jihyo que habían decidido aprovechar la oportunidad de que Namjoon se había llevado a los niños al carro para desplegar su fanatismo—. ¿Es mucho pedir... UNA FOTO?

Daydreamer [kookmin au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora