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—¿Qué opinas del profesor nuevo?

—Parece bueno. Pero no lo sé, hay algo que no me termina de convencer.

—Tal vez, que es el profesor de matemáticas y odias esa materia.

—Mmh no, es algo más. Pero da igual, vamos Jeongin.

Tal vez el mal sabor de boca que tenía hacia el nuevo profesor era gracias a que él había notado la forma en la que éste miraba a quién tanto Seungmin anhelaba: El profesor Bang.

Seungmin estaba enamorado de su profesor de literatura; pero ellos no solo tenían una relación alumno-profesor en la cual Seungmin se enamoró de quien jamás podría tener. Ellos iban más allá.

Se conocieron cuando la familia Bang se presento frente a la entrada de la casa de Seungmin como la familia que se había mudado a la casa de al frente; pero su flechazo no fue por algo tan simple como verlo parado delante de él con una sonrisa que transmitía amabilidad. No, Seungmin se enamoró de él cada día en el que éste le brindó su apoyo y comprensión, gracias a esos días en donde Chan estuvo con él haciéndole entender que nada era culpa suya y que jamás estaría solo. Eso fue lo que poco a poco generó ilusión dentro de aquel adolescente que solo buscaba el calor de alguien que lo protegiera y acompañara.

Pero lamentablemente Chan jamás lo vio de esa manera y Seungmin lo sabía. En Chan reinaba un sentido de protección y fraternidad, quería cuidar de Seungmin en cualquier momento y estar con él sin importar qué, pero no de la forma que Seungmin anhelaba. Diez años de edad era lo que los dividía, mientras para Seungmin era solo un número que no tenía importancia alguna, para Chan eran diez años que lo hacían sentir tener el papel de un hermano mayor en la vida del menor, un hermano menor al que debe cuidar y proteger.

Chan aún veía a ese niño frágil y delicado que lloraba a solas en aquel parque por no tener un padre. Para él, Seungmin siempre sería ese pequeño niño al cual cuidar y querer.

Solo que había una pequeña diferencia, Seungmin ya no era un niño, ni veía a Chan como un hermano mayor, él lo veía y anhelaba como un amante. Seungmin tenía diecisiete años y estaba enamorado de su amigo y profesor de veintisiete años, llamado Bang Chan. Quien, sí lo veía con amor, pero un amor tan profundo como el que se le tiene a alguien demasiado importante para ti, amor que sientes por alguien que jamás quieres perder; amor  que jamás llegaría a ser romántico. 

—Creo que el profesor de matemáticas y el literatura terminaran teniendo algo

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—Creo que el profesor de matemáticas y el literatura terminaran teniendo algo.

—Qué estúpideces dices, Jisung. 

—¿Qué no has visto como el nuevo profesor le sonríe al profesor Bang? Apuesto lo que quieras.

—No voy apostar nada, déjate de tonterías y come. 

—Amargado. Estás así desde la maña, ¿Te pasa algo? 

—No, solo no dormí bien. Ahora, cállate y come. 

—Cada día me caes peor. 

El último de los escenarios que Hyunjin buscaba imaginar era la de Minho con alguien más. Claro que él sabía que tipo de persona era su amado y no le sorprendía, pero esto no cambiaba el hecho de que odia verlo con sus propios ojos. 

Odiaba la escena que estaba presenciando. Ver a esa persona que tanto ansiaba volver a sentir con alguien más.

Hyunjin no siempre había sido ese chico que todos llamaban perfecto, y menos a los quince años. En su último año de secundaria fue cuando conoció a Lee Minho, en aquel entonces Hyunjin vivía la plena etapa de rebeldía en donde sus calificaciones no eran las mejores al igual que su conducta; sus padres en busca de ayuda contrataron un tutor: Lee Minho. 

Con quince años Hyunjin sintió despertar una atracción inimaginable hacia su tutor diez años mayor que él. No era amor, y jamás lo sería, Hyunjin lo sabía. Lo único que sentía hacia Minho era una atracción sexual inimaginable, un libido que jamás pudo superar. Quedó atrapado en un suceso de hace poco más de un año. 

Minho a simple vista era una persona dulce, amable y con un físico tan cautivador que despertaba interés en cualquiera que él quisiera, y en aquel entonces se aprovecho de su alumno diez años menor que él: Hwang Hyunjin. 

En un principio su relación se mantuvo como lo que eran: alumno–profesor; pero con el paso del tiempo Minho noto las miradas que Hyunjin le brindaba. Miradas de deseo  por parte de un chico que recién descubría su sexualidad y no tenía experiencia alguna. Eso para Minho era una oferta demasiado tentadora; él jamás fue capaz de controlar esa sensación de placer y superioridad que le generaba despertar deseo y anhelo en alguien más, por eso jamás desaprovechaba la oportunidad de seducir a quien se lo permitiera. Pero su mayor placer de todos era tomar lo que alguien más anhelaba, no importaba quién fuera ni a quién tuviera que seducir, él lo robaría y se lo haría saber a quien se lo arrebato. 

La sensaciones de placer y superioridad que Hyunjin le generó a Minho fueron más de una, pero todo tiene un fin. En el transcurso de sus tutorías Hyunjin mejoro gradualmente sus calificaciones, y no solo en matemáticas, sino todas. Su acuerdo era bastante simple: entre más rápido aprendiera Hyunjin, menos tiempo usarían en clases, lo que significaba más tiempo para calmar ese libido insaciable. 

Después de que los padres de Hyunjin decidieran que no necesitaban más los servicios de un tutor, las clases particulares terminaron, con un resultado admirable. Hyunjin se volvió quien todos esperaban: Un excelente alumno, atractivo y con buen corazón. Sin duda era admirable. Pero el entusiasmo de Minho no duro más allá de unos cuantos encuentros después de su despido, y simplemente corto cualquier lazo que tuviera con Hyunjin. Dejo de contestar sus mensajes, llamadas y constantes visitas a su lugar de trabajo; harto de todo esto decidió desaparecer por completo de la vida de Hyunjin sin aviso alguno. Lo cual para Hyunjin fue un golpe de realidad.

Mantuvo una relación sexual con el que alguna vez fue su tutor por más de tres meses. En donde él era un adolescente de quince años y su tutor un hombre adulto diez años mayor que él. 

Constantemente luchaba con ese recuerdo y se repetía una y otra vez que eso estuvo mal, que todos esos pensamientos que él tenía estaban mal. Sin embargo, él lo seguía anhelando y como si el universo lo hubiera escuchado Minho volvió a su vida. Pero ahora Hyunjin estaba más vivido y por ende experimentado; pero también cargaba con traumas y trataba de mantenerse al margen de cualquier situación. Ahora Hyunjin tenía diecisiete años y un Minho de veintisiete años volvió como el maestro de matemáticas de su escuela.

Me ven normal pero me gusta mucho la narración de este capítulo; creo q este jamás lo subí la primera vez que publique Wish

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Me ven normal pero me gusta mucho la narración de este capítulo; creo q este jamás lo subí la primera vez que publique Wish.
Creo que con este cap se terminan de explicar el tipo de relaciones q hay en la historia, no sé.
Eso no quita q me siga dando pena publicar esto ajdbaks.

-Ly

𝐰𝐢𝐬𝐡 | ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora