[Esta parte transcurre después de la conversación entre Jeongin y Seungmin, pero antes de su cita con Hyunjin.]
Seungmin entró a la enfermería con una leve sonrisa en su rostro. Hyunjin sonrió al verlo y le hizo una seña para que se acercara a él.—¿A dónde fuiste? —cuestionó mientras terminaba de ponerse sus zapatos.
—Tenía unas cosas que arreglar.
Hyunjin lo observó con duda, su respuesta había sido demasiado vaga y parecía querer esconder algo, sin embargo, no preguntó más.
—¿Quieres venir a casa conmigo? —preguntó Seungmin mientras rascaba con duda la parte trasera de su cabeza.
—Claro —Sonrió poniéndose por completo de pie.
(...)
—Pensé que hoy era de esos días en los que tu madre descansaba.
Hyunjin fue el primero en entrar, dejando su mochila junto a la entrada mientras comenzaba a quitarse los zapatos.
—Están cortos de personal, tuvo que ir. Somos solo tú y yo.
Seungmin sonrió sin dobles intenciones para después alcanzar a Hyunjin en la sala. Quien simplemente asintió ante aquello, había pasado bastante tiempo desde que habían estado así de solos.
—Nosotros... ¿Estamos bien? —Preguntó Hyunjin mirándolo de reojo.
Ambos se encontraban sentados sobre el sofá frente a la televisión, justo en medio de la sala. Uno a la par del otro, ambos con sus miradas fijas al frente con sus manos tensas sobre sus regasos. Hyunjin apretaba la tela de su pantalón mientras Seungmin solo apretaba sus manos como si eso pudiera hacer el momento menos tenso.
—C-creo que lo estamos —asintió dudoso—, ambos nos equivocamos. Actuamos como un par de imbéciles.
Hyunjin rió a lo bajo, eran unos imbéciles. A este punto estaba seguro que ninguno de ellos sabía exactamente qué era aquello que buscaban. Y era precisamente aquello lo que hacía a Hyunjin dudar.
¿Deberían simplemente ponerle fin a toda esa extraña situación que los rodeaba?
Seungmin giró su cabeza directamente hacia donde se encontraba el otro, sin decir nada lo observó en completa tranquilidad; su marcado perfil, su postura recta y aquella belleza de la que siempre fue consiente pero jamás se dio el tiempo de admirar, se encontraban ahí. Todo aquello conformaba su desastroso campo visual.
Porque para Seungmin todo era un desastre, incluidos sus sentimientos.
Fueron un par de segundos los que lo observó y pareció observarlo con tanta determinación que su corazón latió con impaciencia. Tal vez esa era la respuesta que Seungmin no lograba encontrar. Esa era la respuesta que Seungmin no lograba aceptar.
Hyunjin pareció notarlo y justo antes de que él dijera algo o tan siquiera pudiera girarse para enfrentar aquello que su cabeza trataba de callar, Seungmin habló.
—Intentémoslo, Hyunjin.
Palabras dichas con determinación abandonaron su pecho. Sus manos tomaron la tela de su pantalón, estrujandola con fuerza, su cuerpo rígido, su suave pero entrecortada respiración y su mirada anhelante era lo que Hyunjin veía.
—Seamos una pareja real.
Sus ojos se mantenían conectados, su mirada confundida cubría aquella mirada anhelante que esperaba por una respuesta. Uno frente al otro con una distancia prudente, completamente solos y con sus pensamientos más desordenados que la última vez; ahora sus corazones parecían ser más sinceros y buscaban su propia felicidad.
Esta vez no era solo una vaga y vacía felicidad, esta vez no solo era lo que ellos pensaban que les daría la felicidad. Ahora eran realmente ellos luchando por algo, luchando por ellos mismos.
Hyunjin fue el primero en desviar su mirada llevándola hacia abajo viendo con el ceño fruncido su regazo. Seungmin también apartó su mirada decepcionado, entendiendo que era esa su respuesta.
No había nada más que hacer.
—¿Lo dices enserió?
La mirada de Hyunjin reflejaba confusión, su voz saliendo demasiada baja que si no fuera por el silencio que los acompañaba ni siquiera seria capaz de escucharse.
—¿Ser una pareja real?
Seungmin acababa de pedirle aquello que él no dejó de imaginar una vez todo se fue a la ruina. Más de una vez Hyunjin no evitó que su mente se pusiera a imaginar escenarios donde él y Seungmin eran genuinamente aquello que se suponía que eran. Novios, una verdadera pareja.
Risas, abrazos, besos, caricias y palabras sinceras eran las cosas que ambos anhelaban. Algo que pudiera curar sus corazones heridos.
Cuando Hyunjin se permitió aceptar lo que en verdad sentía por Seungmin, pensó por un momento en la posibilidad de realmente enamorarse de él. Pero cuando ese sentimiento que lo invadía cada vez que lo veía, esa sonrisa que involuntariamente se formaba en su rostro y esas inmensas ganas de abrazarlo que repentinamente llegaba a él sin razón aparente.
Todo eso fue lo que lo hizo darse cuenta de que ya no existía esa posibilidad, él ya estaba enamorado.
Hyunjin ya se había enamorado de Seungmin.
—Sí, hablo enserió Hyunjin.
Ambos se veían con completa atención a los ojos, en ese momento no existía nada más que no fueran ellos dos.
La primera vez que Seungmin vio a Hyunjin creyó que era un imbécil. Un tipo demasiado predecible que no era capaz de ocultar un simple enamoramiento.
Para él, Hyunjin era un tipo estúpidamente atractivo.
Fácilmente pudo haberse enamorado de él, porque siendo sinceros, quién en su sano juicio no lo haría. Cualquiera que no tuviera a alguien más en su corazón lo haría.
Seungmin siempre fue consiente de lo atractivo, inteligente, amable, considerado y genial que podía llegar a ser Hyunjin, ese chico era lo que cualquiera buscaría en una pareja. Por eso mismo no podía evitar sentirse superior a todos los demás cada vez que caminaba junto a él con sus manos entrelazadas, o cada vez que Hyunjin anotaba una canasta y le hacía una dedicatoria, o cuando simplemente esperaba por él afuera de su salón de clases, o en cada beso, en cada abrazo y cada pequeña acción que él hacía para demostrar que era suyo. Que ambos se pertenecían, esas eran las cosas que lo hacían sentir superior a todos aquellos que los veían anhelantes, porque él era la única persona que lo podía tener.
Seungmin jamás fue de acostumbrarse a las personas, ni mucho menos adaptarse a ellas. Por eso mismo su círculo personal se reducía a tan solo tres personas que cuando llegó Hyunjin a desestabilizar este orden no supo qué hacer.
Sin darse cuenta Hyunjin se volvió parte de su vida, se acostumbró a su presencia, a su risa, a su olor, a su voz, a su raro sentido del humor y a sus dulces abrazos. Eventualmente se dio cuenta de cuánta falta le hacía una vez sentía que lo perdía.
—Intentémoslo... —Hyunjin sonrió.
Seungmin devolvió el gesto y no dudo ni un segundo en abrazarlo. Sin previo aviso se lanzó hacia Hyunjin, rodeando con sus brazos el cuello del otro, bruscamente depósito un beso en su mejilla izquierda. Hyunjin río a lo bajo mientras sostenía por completo a Seungmin.
wish
.
.
.
.
.
.Feliz neveded, espero que la hayan disfrutado muchoo.
Gracias y perdón a quienes hayan estado esperando una actu de esta historia, espero la puedan disfrutar y pronto volveré a actualizar con regularidad.
Háganme saber qué les pareció este capítulo^^
ESTÁS LEYENDO
𝐰𝐢𝐬𝐡 | ʰʸᵘⁿᵐⁱⁿ
Fanfiction-Seungmin, cierra los ojos e imagina que soy él... Seungmin solo quería ser amado y correspondido. Hyunjin ni siquiera sabía lo que quería, mucho menos lo que sentía. Chan estaba dispuesto a permitirle lo que fuera, siempre y cuando no lo dejara. M...