corazón lleno de culpa

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Bryn se estiró y le crujieron algunas extremidades como si se hubiera quedado dormida por unos años. Abrió los ojos lentamente y una leve luz de mediodía entraba por las ventanas. Se irguió, quedándose sentada en una cama que no era suya, todavía con el vestido de la gala, negro y arrugado, hasta había dormido con las sandalias. Eran los aposentos del capitán y ella se sonrojó al recordar lo de la noche pasada, bajó de la cama rápido y salió por la puerta. Griffith se habría despertado más temprano, ya que no estaba por allí.

Los pasillos estaban algo vacíos, ni siquiera se había encontrado con los guardias que custodiaron la habitación por la noche. Escuchó unos pasos rápidos que se acercaban a ella por detrás, antes de que se pudiera girar, una morena se le echaba encima. Ambas cayeron al suelo, la llorona de Casca empezaba a echar lágrimas por sus ojos y la abrazaba como si no la hubiera visto en un largo tiempo.

- ¡¿Qué pasa?! ¡Me asustaste!- preguntaba Bryn, confusa.

- ¡Griffith nos dijo que te intoxicaste con el veneno también y necesitabas más descanso! ¡Pensé que me daría un ataque si seguía esperando más tiempo! ¡Gracias al cielo que te despertaste!- todavía llevaba puesto el vestido pero estaba igual de despeinada que Bryn, habría dormido poco aquella noche.

- Estoy perfectamente, tranquila...- el alboroto atrajo a los otros, que también se le echaron encima. Rickert también lloraba y Judeau la abrazaba fuerte. Corcus estaba allí intentando hacerse el chulo aguantando las lágrimas y Pippin, siempre llegando el último, abrazó a todos, levantándolos del suelo con su increíble musculatura.- ¡Ya vale, dramáticos! ¡Estoy bien!

- Es que ha sido una noche bastante dramática en general...- Judeau se limpiaba los mocos y las lágrimas con la manga de su camisa.

- ¡Se rumorea que fue un espía Tudor! Algún enemigo de los que dejamos escapar... Para cobrar su venganza, quiso asesinar al capitán...- empezó Rickert.

- La reina de Midland ha muerto, quemaron su residencia.- Guts se acercaba.- Me alegra de que estés bien, Bryn.

Ella lo miró de reojo, seria, sabiendo la verdad y asintió.

- Entiendo, ¿dónde está Griffith?

- Fue llamado por el rey, para saber de su estado. Mañana se celebrará el funeral real.- contestó Casca.

- Está bien, id a descansar, debéis estar agotados. Pero antes que nada...- se sacó una pastilla de jabón del útil bolsillo que le hizo al vestido.- Un baño.

- ¡¿De dónde has sacado eso?!- Corcus la señalaba molesto.

- Siempre tengo una a mano, son muy útiles para no pillar infecciones...- ella levantaba sus cejas y hacía morritos.

- ¡Mentirosa!- a Corcus no le gustaban los baños.

- ¿Te bañas conmigo?- preguntaba la morena mientras partía la pastilla.

- Sí, pero voy a buscar antes a Griffith, por muy capitán que sea, no se va a librar del baño.- Casca sonrió divertida.- Ahora nos vemos.

En realidad sólo quería verle. Mirarle a los ojos para saber si lo que hizo en la noche, había sido de verdad o había sido un simple sueño. Antes de dormir rezó para despertarse a su lado y probar de nuevo esos labios, como si fueran una pareja normal, en una vida normal. Pero rezar para ella no tenía sentido, ya que ningún Dios existía allá afuera, ni ellos eran una pareja y ni siquiera tenían una vida normal. Ella no podía aspirar a tanto, pero tenía esperanzas, pensaba que de verdad era su turno de ser feliz, al menos por un tiempo indefinido.

Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora