corazón delator

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En lo alto de la colina, el muchacho divisaba como las tropas se movían según las ordenes que les había dado aquella noche. Su cabello blanco danzaba gracias a la fresca brisa, sus ojos celestes estaban llenos de paz. Una tímida chica, mirándolo desde la lejanía, titubeaba y dudaba entre molestarlo o irse por dónde había venido, hasta que una estridente voz, cortó aquella escena digna de una hermosa pintura.

- ¡Lord Griffith!- gritaba la chica rubia y se abalanzaba a los brazos del muchacho, que la acogió con una sonrisa.

- Bienvenida de vuelta, Sonia.- él le daba unos golpecitos en la cabeza, achinando sus ojos con dulzura.- ¿Qué tal el mar?

- Estuvo lleno de diversión. Incluso hice nuevos amigos y tuvimos una pequeña aventura.- decía la pequeña con ilusión. Un joven se le acercaba por detrás, con cara de cansancio.

- Querrás decir un pequeño problema, si no llego a estar yo cerca, no lo cuentas.- decía el chico rubio que vestía con una armadura plateada.

- ¡Tú no hiciste gran cosa! ¡Fue aquella mujer! ¡Ella estuvo increíble, Lord Griffith! ¡Partió una espada y una barca por la mitad!

- ¿Partió una espada por la mitad dices?- al albino le brillaron los ojos.- ¿En qué os habíais metido?

- Fueron unos piratas, Sonia creyó que salvar a unos niños esclavos era buena idea, junto con un par de elfos, una bruja y un niño mono.- el chico se rascaba la cabeza, intentando recuperar el aliento.

- ¡Hubiéramos salido ilesos! No necesitábamos de tu ayuda…- refunfuñaba Sonia.- No hablé con esa mujer, pero era buena espadachina,…

- Esa mujer de la que tanto hablas,… ¿quizás poseía una larga melena negra, ojos lilas y rasgados y, una capa grande morada?- le cortó el capitán, mirándola fijamente.

- ¡Sí! ¡Exactamente! ¿Acaso la conoce, señor?

- Fuimos compañeros tiempo atrás.- contestó él sonriendo leve.

- ¡Ala! ¡Qué casualidad! ¿Combatían juntos? ¿Por qué se separaron?- la chica daba pequeños saltitos en el sitio, sin parar de preguntar.

- Es una larga historia.- Griffith reía suave.

- Anda, ven, no seas pesada.- el chico rubio agarró a su amiga por el brazo y la alejó, al percatarse que alguien más se acercaba.

- ¡Tú eres el pesado!- se quejaba Sonia.

- Cuando descanses, me gustaría oír sobre la ciudad, Mule.- le dijo Griffith al chico, quién asintió rígido.

- Si me disculpan…- decía la doncella que se acercaba tímida, con colores fuertes en sus mejillas.

- Ah, princesa Charlotte.- saludó el capitán con una dulce sonrisa.

- Lord Griffith, yo… Horneé unos dulces, si lo desean, todos pueden probar.- decía sin poder mirarle a los ojos y tartamudeando.

Sonia la miró con ojos algo tristes y después cambió su expresión a una divertida, acercándose rápido a por esos pasteles. Empezó a tragar y le pasó un trozo a Griffith, que empezó a comer con movimientos delicados.

Legendary Lovers (Griffith × OC) [Berserk] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora