• capitulo 31 •

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27 de diciembre.

10:05 p. m.

Todos se encontraban reunidos en el cementerio, listos para enterrar el cuerpo de su manada madre.

Ambos hermanos se abrazaban y lloraban sin control. Sus corazones estaban destrozados.

Mientras Jimin lloraba, también se sentía preocupado por dos razones: una; su mamá le había dicho que en su cuarto había algo para el y algo para yoongi. Eso le daba ansiedad. Dos; lo que sucedió hace varios días en su casa.

Alguien había destrozado la ventana de su habitación, la revolvió toda y se llevó alguna de sus pertenencias.

Le aterraba un millón, pero. ¿Cómo podía solucionar algo así sin tener como buscar al culpable? Jimin no sabía quién era el acosador (porque lo es).

–la señora park escribió una carta para sus hijos y la leeré en voz alta para ellos– dijo el el doctor antes de que metieran la urna en el hueco.

No habían muchas personas solo: namjoon, Kihyun algunas amigas de la madre de yoongi y Jimin y sus tías.

Jimin quería a taehyung con el, pero todavía no se sentía preparado para hablar con el.

–adelante– dijo yoongi.

hace una vez había una mujer que era muy triste, su vida era triste y lamentable. Sufrió mucho en su niñez, pero su adolescencia fue muy linda, la cual conoció un lindo chico; el cual que con el pasar del tiempo, se enamoró–  aclaró su garganta para continuar– era una relación magnífica como en los cuentos de hadas. Pasaron cuatro años junto a su linda pareja pero un día de fueron de campamento por la universidad y hubo un terrible accidente, dónde se llevó la vida de aquel príncipe azul. A pasar los años volvió a estar triste, no veía ningún chico, pero llegó alguien que se volvió muy especial en su vida, pero para nada porque terminó siendo un patán– el doctor hizo una pausa – ella había quedado embarazada, y aún así sola quería tener ese bebé, pero no todo resultó como se esperaba. Aquella mujer perdió el bebé, tanto que ella le costó para quedar embarazada. Luego de tanto años simplemente quedó sóla, sin nadie, sin una pareja, sin un bebé. Un día pasó por casualidad por un orfanato, pero jamás pensó que le cambiaría la vida. Conoció a dos hermosas criaturas que alegraron su día a día y me dieron el amor que ella necesitaba en su vida– el doctor miro con cariño la carta y jimin soltó un sollozo– la luz de su oscuridad, la chispa que siempre quiso tener, lo tenían aquellos lindos ángeles, que ahora dice con orgullos "hijos", el cual puso su mayor esfuerzo para ser lo mejor para ellos. Verlos como crecían le causaba emoción, aunque queria que se quedarán así pequeños para que no se fueran de la casa con alguna pareja, pero lamentablemente ella fue quien se fue primero de sus vidas; aunque le dijo lo mucho que los amaba, para ella no era suficiente, no había manera de explicar o decir su amor por sus hijos pero ahora mismo les dice que los amaba demasiado, un amor  genuino, un amor puro. Y siempre quiere agradecer por llegar a su vida y acomodar todo y sembrar una semilla de felicidad que se convirtió en un árbol gigante– sonrió y leyó más abajo.

los amo mucho mis bebés, prometanme que se cuidarán como yo lo hacia. Dejen la pelea que no me gusta que peleen. Yo seguramente ya esté descansando en el cielo mientras ustedes leen ésta carta, pero no me recuerden con tristeza; recuerdeme con una sonrisa. Adiós mis hijos, los amo mis ángeles y mi regalo más preciado– terminó de leer y seco alguna de sus lágrimas que se habían escapado.

Yoongi abrazó con fuerza a Jimin y beso su cabeza.

– también te amo mamá, a ti y a Jimin los amo– susurró siendo muy audible para Jimin.

S Ó L O  T Ú.  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora