Mi luz en la oscuridad || Harry Potter

9

Harry

Tarde de partido de quidditch, el clima realmente no ayudaba, la lluvia, la neblina y los relámpagos hacían que todo fuera aún más complicado.

Ahora mismo íbamos en desventaja contra el equipo de Hufflepuff, así que la importancia de atrapar la snitch era aún mayor. Esa era la razón por la que estaba haciendo de todo para poder alcanzarla, incluso ya no me importó que en mi escoba se empezará a formar una capa de hielo.

Podía ver a Cedric cerca de la snitch, aunque en un momento vi que Cedric fue atacado por algo, eso hizo que retrocediera unos metro, dándome la oportunidad de poder tomarla, aunque luego de eso deje de ver a la snitch, porque en mi dirección venía un dementor, subí un poco más mi vuelo, pero eso no bastó, ahora un dementor me perseguía, la cantidad de dementores que habían en la zona seguía aumentando.

Un dementor logró llegar hasta mí, estábamos frente a frente, hasta que él decidió empezar a succionar mi alma, poco segundos después sentí como dejé de tener control de mi cuerpo, estaba luchando por mantener mis ojos abiertos, hasta que llegó un punto en el que ya no pude.

***

—Sí, pero lo correcto era que no estuvieran ahí.—Logré escuchar la voz de Amelia.

—¿Por qué se ve tan pálido?—Pregunta Ron.

—¿Acaso esperabas que se viera bien después de que cayó de cuarenta metros de altura?

—Deberíamos de tirarte desde la misma altura.—Comenta George siguiendo la broma de su gemelo.

Puede que se siga luciendo igual de pálido que siempre.—Menciono mientras intentaba recargarme en mis codos y poder ver a todos.

—¿Te sientes mejor? Nos asustaste a todos.—Menciona Amelia mientras se acercaba.

—¿Qué fue lo que pasó? Lo último que recuerdo es que estaba en el partido de quidditch, después llegaron los dementores y...

—Caíste de tu escoba.—Contesta Ron.

—¿El partido quién lo ganó?—Pregunto intentando aliviar el silencio que se había creado.

—Bueno...—Pude ver cómo todos se daban miradas cómplices intentando saber qué contestar.—Ganó Hufflepuff, pero no debes sentirte culpable, porque no fue tu culpa.—Menciona Amelia.

—Los dementores no tenían nada que hacer ahí. Dumbledore está furioso, después de salvarte los echó de aquí.—Dice Hermione.

—También hay otra cosa que debes de saber.—Menciona Ron, se hizo paso entre las chicas y en la cama colocó, lo que parecían ser varios pedazos de madera.—Tu escoba cayó justo en el sauce boxeador y se rompió, aquí está.

***

—Lamento lo de tu escoba, ¿crees que se puede reparar?—Pregunta Amelia.

—No, también creía que eso funcionaria, pero McGonagall dijo que podía quedar con algunas fallas que solamente estarían generando accidentes. Sabes, ayer estuve platicando con el profesor Lupin.

—¿Le pediste consejos para poder atacar a los dementores?

—Algo así, le pedí que me enseñara a poder atacarlos, no puedo negar que tengo miedo por eso.

—Sería muy tonto no tenerle miedo a los dementores, ¿te dijo que sí?

—Sí, aceptó, pero dijo que comenzamos después de las vacaciones. ¿Irás estas vacaciones con los Henderson?—Le pregunto.