IX

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Amelia

—¿Harás algo más tarde?—Me pregunta Harry, nos encontrábamos en la sala común, él me había interceptado en mi camino a la salida.

—Sí ¿por qué?

—Pensé que podríamos hacer algo más tarde.

—Bueno quedé de verme con Draco en la biblioteca, supongo que no nos tardaremos mucho, así que podríamos pasar tiempo después.

—Está bien, ¿te gusta pasar tiempo con Malfoy?

—Si, sé que ustedes no tienen la mejor relación, pero él es una buena persona.

—Entiendo, entonces te veo más tarde.

Verifique una vez más que los libros que trajera fueran los correctos y luego de eso salí de la sala común y me dirigí a la biblioteca.

—Hola.—Me saluda Draco.

—Hola, ¿ya entregaste tus libros?

—Sí, pero te espero aquí.

—Bien, no tardo.

Entré a la biblioteca y dejé todos los libros que había utilizado para mis tareas, tampoco buscaba tardar demasiado para no hacerlo esperar mucho a Draco, y a su vez eso aproximaba mi encuentro con Harry.

—¿Para qué querías que nos viéramos? ¿Pasó algo?—Le pregunto.

—No, nada grave, mi madre te envío algo por navidad, solo que se tardó en llegar porque no sabía que enviar. ¿Alguna vez has estado en la sala común de Slytherin?—Pregunta.

—¿Te parece que perteneciendo a Gryffindor haya estado en la sala común de Slytherin?

—No, es claro que solo tienes la actitud de una Slytherin. Ven.—Draco tomó mi mano y empezamos a correr, hasta que llegamos a las mazmorras.

—¿Qué se supone que vamos a hacer?—Pregunto.

Draco se quitó su túnica de Slytherin y me la entregó.

—Quítate la de Gryffindor y ponte esta.

Hice lo que me pidió, me quité la túnica de Gryffindor y la doble lo mejor posible para que ningún color representativo de la casa se viera a simple vista.

Draco se acerco a el muro frente a nosotros y dijo unas palabras, esto hizo que el muro fuera dejando a la vista la sala común de Slytherin, observé como toda la sala tenía una luz de color verde consecuencia de la luz que brindaban las ventanas que tenían vista a el lago negro, la mayoría de los muebles eran de color negro, los sillones estaban hechos de cuero, también contaban con algunos libreros y otro tipos de muebles.

—Ven, hay que ir a mi recamara.

—Creo que eso no se va a poder, el encantamiento que usan usan en todos los dormitorios es igual, así que no voy a poder pasar.

Draco se me quedó viendo, supuse que no había pensado del todo bien el plan.

—Entonces espera aquí.

—En ese caso me hubiera quedado afuera.—Le contesto.

Draco subió las escaleras que deduje conducían a los dormitorios de los chicos, mientras que yo me entretuve viendo los libros que tenían ahí, la posición en la que estaba también ayudaba a que nadie se diera cuenta de que era yo quien estaba ahí, aunque en la sala común parecía no haber nadie más.

—Aquí está.—Dice Draco dándome una caja envuelta en un papel rojo, pude ver que traía otra túnica puesta.

—Gracias.—Digo tomándolo.

Mi luz en la oscuridad || Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora