Wish

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La música retumbaba en todo el gimnasio y los alrededores mientras las fotos de recuerdo eran tomadas, algunos iban con sus amigos, otros tantos con sus parejas y uno que otro solo a plasmar en fotogramas lo que sería la noche donde sus vidas comenzarían, su graduación de la preparatoria, se sentían realizados habían atravesado 3 años de extenuantes tareas en compañía de sus amigos, esa noche se celebraba el cierre de una etapa hermosa para todos, doloroso quizá, pero nada que no se pueda superar con la compañía adecuada y los deseos de futuro en la puerta; bueno casi para todos.

El fotógrafo fue testigo de risas frente a la cámara, caras graciosas, besos largos y una que otra lágrima de nostalgia, pero también fue testigo de 5 jóvenes que se tomaron la foto solos que tenían en sus rostros algo que gritaba determinación, honestamente al fotógrafo le sorprendió esta vista, pero de manera positiva, en ellos veía jóvenes con ganas de salir a comerse el mundo, jóvenes que sabían que este no era el final, sino el inicio de algo más grande que ellos, y tal vez tuviese algo de razón en la parte de más grande que ellos, pues esa noche quedaría marcada por el deseo de esos chicos que se empeñaron en cumplir por sus propios méritos y que quedó plasmado en las planillas de todos los periódicos y a primera hora en los noticiarios.

Johana, Carlos, Laura, Roberto y Óscar eran grandes amigos, Roberto y Carlos se conocían desde la primaria reencontrándose en la prepa después de separarse en la secundaria, mientras que Laura y Óscar se conocieron al principio de la preparatoria; Johana llegó un semestre después y fue ella la que unió al grupo de amigos.

Muchos dirán que los adolescentes no se enfrentan a problemas reales, que sólo son las hormonas que hacen que cualquier pequeñez se vuelva un problema: algún brote de acné, una relación fallida, malas notas o alguna palabra hiriente; pero son estas mismas palabras las que desestiman la vulnerabilidad que se tiene en esta época y lo importante que es pertenecer a algo y buscar una identidad, lo indefenso que te sientes ante un mundo que te mira juzgando cada rasgo de tu ser, lo abrumador que es dejar de ser un infante y que tu mundo color de rosa se caiga para encontrar dificultades financieras, desigualdad y carencia, encontrar que el mundo que creaste de niño en el que ibas a ser un profesionista con una mansión y 3 carros del año esta muy lejos de ser verdad; desestiman la verdadera gravedad de los problemas mentales y emocionales que se viven día a día, diciendo que un adolescente no puede sufrir como para tener ansiedad o depresión, que seguramente sólo están llamando la atención, ignorando el daño y las inseguridades que se crean y que afectarán a futuro.

Estos 5 jóvenes eran la prueba viviente de eso.

Johana era la segunda mayor de 4 hermanos, Joel, Ricardo y Raquel, soportando la presión de su madre y su abuelo por ser la mejor dentro de la escuela, buena no era suficiente, tenía que ser la mejor, no podía salir seguido de la casa y era sobreprotegida por su madre después de que su hermano mayor dejara la escuela por embarazar a su novia 2 años menor que él; sufría de insomnio y se sobre exigía en todos los sentidos que podía; esa noche para ella sería un infierno al no haber entrado en ninguna de las universidades para las que había aplicado, de no ser por sus amigos.

Carlos vivía bajo el ceno de una familia en exceso conservadora y religiosa que lo presionaba a convertirse en padre de iglesia como su progenitor y tener una esposa para darles nietos siguiendo la "costumbre" familiar, siendo que él sólo quería irse de ahí y conseguirse un novio que no lo juzgara por quién es y lo que le gusta, encontrar un lugar dónde no le impusieran una forma de ser; esa noche para él significaba el final de su pequeño espacio de libertad junto a sus amigos para comenzar a aprender del oficio sagrado de su padre, nadie le preguntó qué quería, sólo lo habían decidido por él.

Laura era una joven regordeta que no podía caminar por los pasillos sin la compañía de Johana por temor a encontrarse con Julia y Diego, un par de cabecillas que se encargaban de mermar el autoestima de Laura agrediéndola física y verbalmente, siendo defendida por primera vez por Johana en medio de uno de esos ataques que no se atrevía a contar a nadie, de todos modos, quién le haría caso, sus padres estaban más ocupados llenándole la cabeza de cosas negativas el uno del otro buscando que esta los favoreciera en el juicio de divorcio que se llevaría a cavo una semana después de su graduación, tal vez era lo mejor, al menos ya no se escondería en su cuarto fingiendo que nada sucede mientras abajo su padre y su madre volvían a discutir.

Roberto vivía con su madre en casa de sus tíos después de que su mamá se quedará sin trabajo y su padre dejará de pagar la pensión alimenticia, desde entonces ha vivido sintiéndose como un parásito de esa casa, con el constante recordatorio de su madre de que debían ser agradecidos por su hospitalidad y no causarles ningún inconveniente, de manera que tal vez sería descortés echar a su tío de su habitación por las noches o decirle a su tía lo que pasaba en esa noches, tal vez también sería descortés de su parte robarles la comida a sus tíos, saltándose una que otra comida de vez en cuando.

Óscar era el menor de todos, siendo a esas fechas aun no era mayor de edad, pero tampoco era como si tuviese prisa por llegar a esa edad, pues la casa hogar donde se quedaba dejaría de darle asilo y tendría que enfrentarse totalmente solo al mundo, sin un lugar dónde vivir o manera de conseguir dinero; tal vez su suerte hubiese sido peor si el estado no lo hubiese sacado de su casa con su padre drogadicto y su madre con arranques de ira, llevándoselo a vivir a esa casa hogar de donde nunca logró salir hasta que fuese mayor de edad y estos no tuviesen obligación por darle de comer o un techo que habitar.

Sí, definitivamente los jóvenes no tienen de qué quejarse.

Ellos 5 eran un refugio, un lugar seguro donde no tenían preocupaciones, la preparatoria se volvió su pequeño patio de recreo donde podían jugar a ser libres del mundo, y todo se acabaría a penas esa noche terminara; si tan solo esa noche fuse eterna.

Los 5 reunidos en el patio trasero de la escuela dejaron los botes en el suelo después de vaciar todo su contenido en el suelo y los alredores, se sentaron en circulo y Johana dejó caer el cerillo prendido en llamas en una pila de libretas y exámenes pertenecientes a ellos de sus años en la institución que rápidamente hizo combustión y se extendió por los ríos de gasolina en todo el patio.

Sí, definitivamente esa noche iba a ser eterna para ellos.

Historias de un bolilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora