•Capitulo 25•

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«Narradora»
A pesar de los terribles sucesos en la antigua casona que servía de hogar para los "temibles" creepypastas, el partido por fin se llevaría a cabo esta mañana.
Aún no encontraban el paradero de Alex, mucho menos habían logrado descifrar de donde podrían estar escabulléndose las criaturas que los han estado acosando durante estas dos semanas. Trataron de contactar con Zalgo, también con Slenderman, sin embargo como en las búsquedas anteriores, todas fueron en vano.
Ritah, se recuperaba conforme los días iban pasando, claro que, trataba de mantenerse firme vigilando alguna situación extraña.

Jeff, quien había descubierto que su sobrina, la pequeña Lía, estaba poseída, trató de todas formas de desprender aquel demonio malévolo de su cuerpo, mas, no logró hacerlo, era demasiado fuerte. Junto a Liu, tomaron la decisión de encerrarla en su habitación hasta que el día del partido pasara, luego de ello la llevarían rumbo a la casa del doctor Locklearn, él sabría que hacer.

Obviando las partes tristes o perturbadoras de esta historia, los chicos se levantaron bien temprano para preparar el terreno y entrenar un poco. Los adultos, a pesar de sus complicaciones, entrenaron con ayuda de Luna, ella tenía mucha fe en que ganarán el juego —vivir para ver—.

«Narra Johnny»
Estábamos despiertos desde las seis de la mañana, perfeccionábamos los últimos detalles del partido y montábamos las porterías y los bancos. Nos tomamos unas horas en ello, continuamente repasamos nuestras posiciones tratando de hacer menos el faltante que se nos presenciaba con respecto a Alex.

Nos concentrábamos en nuestras jugadas y hacíamos lo posible para mantenernos unidos y jugar en equipo —lo que nos resultaba bastante difícil debo admitir—. A pesar de las contradicciones nos mantuvimos siempre en la lucha.
Nos encontrábamos agotados luego de practicar por unas cuantas horas, agitados y sudados nos sentamos a la sombra de uno de los grandes y viejos árboles que habitaban en el gran patio de la casa.

—Ya verán como les patearemos el trasero a los viejos —dije un poco agitado mientras bebía un poco de agua bien fría.

—¡Que Zalgo te oiga! —respondió Paul muy divertido.

Comúnmente quien hacía ese tipo de bromas era Jacob, otro que aún no ha aparecido y nos tiene demasiado preocupados. La pandilla trata de no caer en recuerdos sobre Alex y Jacob, o tan solo mencionar sus típicas frases que en ocasiones imitábamos todos juntos los unos a los otros, sin embargo, se nos hace demasiado difícil acostumbrarnos a que ellos no estén.
Un silencio recorrió todo el momento como simple fantasma en una habita
ción oscura, aquel silencio se tornaba pesado y triste.

—No podemos perder las esperanzas de que en cualquier momento ellos lleguen y como siempre vuelvan a hacer travesuras —rompió el aura por fin Junior, manteniendo la cabeza agachada.

Todos nos miramos, y sonriendo, nos levantamos y juramos ganar el partido en honor a Alex y Jacob.

«Narradora»
La hora del partido llegó, todos se encontraban rodeando el patio sentados alrededor del terreno en donde se llevaría a cabo el juego. En casa solo se encontraban Ritah, la cual aún seguía en reposo, y Lía, ya saben sobre su problema.

La habitación de la pequeña estaba echa un caos, la lámpara del techo yacía rota en el suelo, junto con otros muchos objetos, sábanas rajadas y sucias, además de ropa y cristales.

Su condición empeoraba, el demonio que llevaba dentro la consumía, daba miedo el solo verla, no era la misma ni por asomo.
Miraba su reflejo lúgubre en el espejo de la cajita, contemplando su "belleza", tocaba su reflejo con los pequeños dedos de sus manos llenando el espejo de sangre, debido a las cortadas que llevaba en ellas.

«𝐇𝐞𝐫𝐞𝐝𝐞𝐫𝐨𝐬 𝐂𝐫𝐞𝐞𝐩𝐲𝐩𝐚𝐬𝐭𝐚𝐬» [Hijos de Creepypastas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora