Navidad, navidad... Blabla naaaavidaaaa...Ddd.
Olas
–Detente –le ordenó, apuntándola con una de sus pistolas.
–Ehh... Yo...
–Sobre la cómoda –le interrumpió– es tu propina, buen trabajo. No te vayas sin llevártela.
La chica dudó, ¿de verdad la estaba apuntando otra vez? Sarah dejó de mirarla para que pudiera irse tranquila, volvió a colocar la pistola sobre la mesita de noche y se dedicó a admirar el rostro apacible de la mujer que seguía durmiendo abrazada a ella. No se inmutó al oír la puerta cerrarse suavemente tras una tímida despedida, estaba hipnotizada.
Llevaba ya un rato despierta, pero no quería pararse de la cama, «parece tan serena» pensó, deteniéndose antes de alcanzar a acariciar su rostro, teniendo miedo de despertarla. Terminó haciendo el esfuerzo de volver a dormir un poco más, difícil al principio porque no necesitaba más descanso, pero poco a poco lo relajada que se sentía le fue sumiendo en un pequeño trance que terminó por apagar su mente eventualmente. Cayendo totalmente rendida durante un par de horas más.
Samira despertó de golpe, algo en su mente le alertó que debía moverse «la cita con Leblanc en Noxus». Le extrañó que la pelirroja aún durmiera. Por un lado le daba cierta tranquilidad ya que solía despertar muy temprano, pero seguía sintiendo que había algo mal. Se levantó con cuidado rumbo al baño, se alistaría lo más rápido que pudiera, de todas formas ya estaba bastante retrasada.
Al salir, ya vestida, Sarah la esperaba sentada al borde de la cama lista para partir, habiendo incluso acomodado los bolsos y la habitación en general «¿qué tanto me tardé?».
–No sé qué hora crees que es, pero estás equivocada –le comentó al ver su expresión descolocada– almorzaremos en Bel'Zhum –tomó algunos de los bolsos y salió, seguida de cerca por Samira que corrió tras ella luego de cargar con el resto.
–¿Almorzar? –preguntó con nerviosismo.
Salieron por la taberna, teniendo así la oportunidad de despedirse de la tendera luego de dejar las llaves de la habitación en la barra.
–Lindo peinado –bromeó Samira a manera de despedida al ver como la chica había aplanado notoriamente su cabello con alguna especie de gel.
–¿Cuándo tienes que irte? –le preguntó Sarah antes de arrancar el vehículo, asumiendo que su viaje a Noxus era la razón por la que parecía estar agobiada.
–Hace dos días –respondió más indiferente de lo que debería, haciendo que volteara a mirarla con reproche– no creo que lo noten...
–Eres una imbécil –ahora ella se sentía angustiada, asumiendo la irresponsabilidad de la otra mujer como suya propia.
Aceleró la moto lo máximo que pudo, partiendo del lugar tan rápido que casi atropella a un par de personas que caminaban por la calle. El viento chocaba con fuerza contra sus córneas, teniendo que entrecerrar los ojos para poder alcanzar a ver el terreno, Samira se tomaba fuertemente del asiento con ambas manos, preocupada de que los bolsos salieran volando.
El camino se hizo más ligero debido al clima nublado y la ridícula velocidad a la que viajaban, no dando lugar a que los escasos rayos de sol alcanzaran a tocar sus cuerpos. A medida que se acercaban al pueblo portuario el cielo se iba haciendo más y más gris «es señal de tormenta» pensó Sarah, deteniéndose violentamente cerca del muelle con la intención de dejarla en el embarcadero comercial para que pudiera irse de inmediato.
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Un buen condimento
FanfictionLeague of legends: Miss. Fortune x Samira. Para amantes de las manualidades y sobretodo recortar con tijeras.