R E M É N Y ; Jeon Jungkook.

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Hwa Jabami.

Dejé el vaso de esa bebida oscura sobre el escritorio contrario al mío, mordí mi labio inferior al ver lo que había traído para Jungkook.

Una pequeña charola de galletas y café cargado sin azúcar, según Sanha eso podría comenzar una buena conversación entre los dos.

No mentiría, me sentía nerviosa por cualquier cosa. Aunque ya nos habíamos conocido de manera formal en realidad no tuvimos la oportunidad de entablar una conversación como se debe, Saeroyi lo había llevado a su oficina y de ahí no salieron hasta la hora del almuerzo y solo recibí un "Hasta luego" justo cuando el reloj marcó la hora de salida.

Esa noche no pude dormir bien, cada que cerraba los ojos y sentía que el sueño comenzaba a invadirme, aquella mirada brillante y misteriosa aparecía robando toda mi atención.

Tal vez Sanha tenía razón, Jungkook era un chico guapo, demasiado a mí parecer. Era extraño que Saeroyi aceptará tener a alguien como él en la empresa, siempre apoyo la idea de que la imagen era lo más importante y aqune el chico no se veía mal en su aspecto, esos tatuajes y cabello largo estaban fuera de los estereotipos que mi hermana busca para su pequeño imperio. Namjoon parece ser el que más lo conoce, supongo que tendré que conseguir algo de respuestas de su parte en lo que la confianza entre Jungkook y yo crece.

— Toc, Toc... -

Giré sobre mi silla, encontrándome justo con la persona que estaba en mi cabeza.

Namjoon de verdad lucía bien en ropa formal.

— ¿Puedo pasar? — preguntó, solo su cabeza se veía desde la puerta.

— Claro, tú tienes acceso ilimitado.

Cerrando la puerta detrás de él, camino en lo dirección arrodillados sobre el piso para quedar a mi altura.

— ¿Cómo estás? ¿Lista para tu primer día como auxiliar de diseño?

Eso se escuchaba lindo, por fin me sentí útil en algo.

— Estoy algo nerviosa, pero se me pasará — dije. — Solo necesito acostumbrarme al ritmo y estilo que Saeroyi exige en casa edición.

— Tú eres una excelente diseñadora, los proyectos que hiciste durante la universidad siempre fueron los mejores de la clase — sus pulgares dejaban suaves caricias a mis manos. — Piensa que lo que hagas aquí es lo mismo, solo que tendrás a tu hermana a todas horas del día sobre ti pidiendo cambios y escalas de colores definidas.

Ante eso, Namjoon arrugó su nariz.

— ¿Tan mala es? — pregunté. Yo conozco a la Saeroyi de casa, a lo hermana mayor y sobre protectora, no a la jefa dura que muestra a sus empleados.

— Vives con ella — rió. — Solo es algo... Intensa, pero contigo tendrá piedad.

Namjoon bajo la mirada deteniéndose en la suave tela que estaba sobre mis piernas. Estas estaban cubiertas desde mi cintura hasta un poco arriba de mis tobillos solo dejando a la vista mis zapatos estilo balerina.

— Creí que ha habíamos hablado sobre esto — su tono de voz era diferente, sus manos que antes sostenían las mías, ahora se concentraron en lo que cubría los piernas.

— Lo sé, es estúpido cubrir mis piernas cuando lo inevitable se ve a simple vista — dije, refiriéndome a la silla de ruedas. — Es solo que me siento un poco más segura.

— ¿Alguien te ha mirado de distinta manera?

— No, no, no... — me apresure a decir. - Todos han sido muy amables conmigo, demasiado — reí. — Solo ya sabes, se sorprenden de ver a la hija menor de los Hwa después de mantenerla en el anonimato por mucho tiempo.