— ¿Qué opinan sobre la nueva propuesta para la edición d e primavera?
Definitivamente, todos aquí le mostraban un gran respeto a mi hermana. No es que fuera un ogro con ellos, es más como si fuera alguien inalcanzable para ellos. O al menos eso es lo que percibí desde el minuto uno en el que puse un pie en la empresa.
— Podemos seleccionar algunas locaciones para la siguiente semana — una de las chicas habló. — Dicen que el jardín del hotel Zeng tiene una vista hermosa a la ciudad.
— Eso ya lo hemos hecho en distintas ediciones — dijo Saeroyi, tachando algo en su libreta de notas. — ¿Alguien más tiene otra idea?
Silencio.
Todos se miraban serios entre sí. Incluso Namjoon trago en seco.
— Podemos recrear un escenario lleno de flores y... -
— No — pobre chico, Saeroyi ni siquiera lo dejó terminar.
Mordí mi labio inferior. Tenía en claro que trabajar con mi hermana seria un dolor de trasero, pero el motivo principal por el que estaba aquí era el de ayudarla con nuevas propuestas. Tomé aire, pensando en las posibilidades de que pudiera callarme como a las 2 personas anteriores.
Le ante mi mano, no muy segura de lo que estaba por decir.
— Jabami, ¿qué se te ocurre?
Al momento, todas las miradas estuvieron puestas sobre mí.
Namjoon acomodo sus gafas, no sin antes dedicarme unos pulgares arriba dándome un poco de ánimos.
Sonreí un poco, animándome a comenzar con mi pequeña propuesta.
— Dices que el tema es sobre la primavera, ¿no es así? — Saeroyi asintió, recargándose sobre su silla dejando todo su peso contra esta. — ¿Qué es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando se habla de esa estación del año?
— Jardines, flores... - comenzó aquella dulce chica que me había ayudado a tomar mi lugar. — Por lo general, es una excusa perfecta para que las modelos muestren piel después de esconderla debajo de capas de tela gruesa.
Bien, por lo menos alguien complementaba un poco. Todos los demás presentes seguían callados, no se si era porque no tenían ninguna idea o el simple hecho de que mi hermana pudiera callarlo con su látigo del desprecio los azorrillaba un poco.
— Exacto, todas las revistas que he visto siempre trabajan sobre los mismos patrones — Saeroyi me miraba fijamente. — Modelos delgadas en bikini, hombres tomando el sol o las mismas fotos en paisajes llenos de naturaleza viva. ¿No les cansa ver siempre lo mismo?
— ¿Qué es lo que propones? — preguntó uno de los presentes.
— Qué tal si tomamos la primavera sólo como un concepto, no llevarlo al grado de hacerlo tan literal — los murmullos se hicieron notar. — Personas normales sin necesidad de mostrar tanta piel.
— Vaya, al parecer alguien si vino hoy a trabajar — miré a la dueña de esa voz, mi hermana comenzó a anotar varias cosas sobre su libreta. Después de hacerlos se puso de pie, caminando en mi dirección.
Me sentía pequeña, no sé si le había agradado mi idea o era algo estúpido si quiera pensar en que podían tomarlo como una opción.
— Tomaremos tú idea, creo que será algo bueno y refrescante para nuestra revista el hacer algo fuera de lo normal.
¿Escuché bien? ¿Saeroyi está dándome la razón en algo por primera vez? Dios, esto se merece un festejo a lo grande.
— Todos se acoplaran al concepto de Jabami — una de las manos de mi hermana tomó mi hombro, dándole un ligero apretón. — Cualquier duda que tengan o aportación primero deben consultarla con ella y si lo aprueba, pueden incluirla. ¿Entendido?
Todos los presentes asintieron. Noté que en sus rostros todavía tenían algo de duda en ellos, y podía entender. Recién llegaba y mi hermana, jefa y directora, me cedió el control de prácticamente todo.
— Bien, si ya no tienen ninguna duda, pueden retirarse.
Uno a uno fueron saliendo, no sin antes hacer un pequeña reverencia. Solo quedábamos Saeroyi, Namjoon y yo dentro de la gran sala de conferencias.
— Lo hiciste demasiado bien, pulga — los brazos del mayor me rodearon. — No todos logran que sus ideas sean elegidas.
— Y fueron buenas ideas — los finos y delgados tacones de mi hermana se escuchaban cada más cerca de nosotros. Levanté la mirada encontrándome con ella, en su rostro se ensanchaba una hermosa sonrisa que desde hace tiempo no había visto. — Lo hiciste muy bien, Jabami. Estoy orgullosa de ti.
Saeroyi estaba orgullosa de mí. Por primera vez me sentía útil, sin ser solo un estorbo, podría saltar de la emoción pero claro está, es algo que por el momento no puedo hacer.
— Gracias — dije. — Solo intenté transmitir todo lo que en ese momento volaba por mi cabeza.
— Y han sido de las mejores ideas que he escuchado en mucho tiempo — su sonrisa seguí intacta. — Y no te lo digo solo porque seas mi hermana.
— Tengo una idea — habló el moreno. — ¿Qué les parece s las invito a comer?
— Amor, tengo más reuniones con los departamentos de marketing — la parte mandona y estricta de Saeroyi comenzaba a hacer presencia. — No puedo irme solo así, vayan ustedes.
— Vamos, Sae — me acerqué a ella rodando las rudas de mi silla. — Date un descanso, siempre trabajas de más. No te hará daño desconectarte un poco de tu burbuja empresarial.
Usaríamos la táctica más baja pero era la más efectiva con Saeroyi: ojitos tiernos y pestañeantes. La castaña nos miraba como si nos hubiera salido un tercer ojo en la frente, sus brazos estaban cruzados a la altura de su pecho.
—No hagan esa cara, parecen perritos — aunque no quisiera aceptarlo, estaba cediendo de poco a poco. — Namjoon, por favor..-
— Mi vida, por favor vamos a comer juntos y luego seré tu esclavo por el reto del día — los fornidos brazos de Nam rodearon la diminuta cintura de mi hermana, llenando de besos todo su rostro y cuello. — Tenemos que festejar que Jabami te quitará el lugar de jefa.
— ¿Pero qué demonios Namjoon? — lo demás se ue entre jaloneos y pequeños golpes.
Admiraba la relación que tenían, más que enamorados eran mejores amigos y cómplices. Si Namjoon caía Saeroyi estaba lista ara ser su soporte y viceversa. Eran mi clara visión de lo que realmente quería en el amor, algo bonito y fuerte.
— Está bien, vamos a comer — Namjoon me miró emocionado, chocando su puño con el mío. — ¿Tenemos alguna noticia sobre Jungkook?
— Recibí un mensaje de KyunSo, está en la oficina que comparte con Jabami.
Mi corazón se aceleró a lo loco.
Jeon Jungkook ya estaba aquí.
No tan emocionante, pero era necesario.
-x.
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R E M É N Y ; Jeon Jungkook.
FanficLa vida no se define por la velocidad en la que la vives, así como el amor no se mide sólo en la belleza física. Hwa Jabami no era una chica como todas las demás, su belleza se distinguía por sus rasgos tan diferentes y llamativos que cautivaban a m...