𝕃𝕒𝕫𝕠𝕤 ໒ 「Tokyo Revengers x Oc」

『Capítulo 14』

෴Mi hogar෴

Alma miraba su cuerpo desnudo en el espejo del baño, sus pechos estaban un poco inflamados y tenía varios moretones por los pellizcos de Maho. Miró su abdomen, podía ver la línea que había trazado el muchacho con su dedo antes de intentar desabrochar su pantalón.

Se giró rápidamente, como si dándole la espalda a su reflejo pudiera evitar todo lo que sentía física y emocionalmente. Camino hacia la bañera que había llenado previamente con agua e introdujo el pie para probar la temperatura, otra vez había regulado mal.

No estaba tan caliente como quería, pero tampoco tan fría como para congelarse; sin más rodeos se metió, sumergió su cuerpo en el agua y dejó su cabeza hacia atrás, apoyada en el borde de la bañera. Cerró los ojos y se intentó relajar.

Se preguntó si le hubiera comentado a sus padres si estuvieran con ella, si la hubieran apoyado y ayudado a calmar sus nervios. Si su madre le hubiera dado uno de esos abrazos que le daba cuando se lastimaba de pequeña. O si su padre le hubiera preparado su exquisita chocolatada con extra-crema.

-Tal vez no- Susurró.

Tal vez esto no le hubiera pasado si estuvieran acá, tal vez nunca habría ido a un lugar tan peligroso, tal vez nunca hubiera conocido a Baji o a sus compañeros de pandilla. Tal vez la Latin Gang no existiría.

-Tal vez...tal vez todo pasa por algo- Dijo mientras sumergía su cabeza bajo el agua.

｡｡｡

El día estaba gris, varias nubes agrupadas daban la impresión de que dentro de poco se pondría a llover. Ya eran alrededor de las cuatro de la tarde y Alma se acababa de despertar, había pasado una mala noche, el insomnio se había apoderado de ella por lo que logró dormirse en la madrugada.

Ya arreglada para iniciar su día, o su tarde, se dirigió hacia la tienda de conveniencia más cercana para comprar lo que necesitaba. Después de lo sucedido ayer tenía que cambiar el color de su pelo, no quería ser reconocida, tuvo suerte de que Maho no le quitara el cubre bocas.

Tintura negra para el cabello, ramen instantáneo, algunos snacks y galletitas, Alma contabilizaba su compra para ver si no olvidaba nada. Con todo pago, recorrió el camino de vuelta a su casa mientras pensaba cómo iba a poder teñirse ella sola el cabello.

Entrando a su jardín vio a una persona encapuchada parada en la entrada de la casa, se le heló la sangre. Si lo ocurrido ayer no estuviera tan a flor piel, tal vez iría y acorralaría a aquel desconocido, dominaría la situación. Pero en aquel momento sus pies estaban pegados al piso y podía sentir como la bolsa se movía producto del temblor de su mano.

El desconocido comenzó a girar lentamente, Alma logró encontrar las llaves en sus bolsillos a pesar del movimiento abrupto de sus manos. Colocó la llave con la punta hacia el frente, tal vez solo iba a poder dar un golpe, pero estaba segura de que lo iba a dar.

-¿CC?- Dijo el desconocido mientras terminaba de girar el cuerpo y bajar su capucha.

Alma sintió como sus piernas se doblaban, estaba segura que iba a caer. Aaron corrió antes de que su compañera cayera al suelo y se lastimara.

-Idiota- Dijo Alma a forma de saludo-. Pensé que eras otra persona- Se aferró al brazo de Aaron.

-¿Desde cuándo te pones así ante un extraño?

-No me dijiste que ibas a venir- Alma ignoró su pregunta.

-Pensé que era la única manera para poder saber algo de vos. No me respondías los mensajes ni las llamadas- En su voz se notaba la preocupación-. Nadie sabía nada sobre vos, estaba asustado. Y ahora llego y te encuentro nerviosa, temblando...¿pasó algo?