『Capítulo 16』

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ღUn nuevo grupoღ

Alma se encontraba en un extenso campo, no podía ver donde iniciaba ni terminaba el lugar, pero en el centro de aquella inmensa naturaleza se hallaba una pequeña cabaña de madera.

Árboles y flores decoraban el paisaje, un gran lago cristalino ocupaba la mitad del mismo y se extendía perdiéndose en el horizonte. El clima era hermoso, el sol estaba brillando en el cielo despejado y una leve brisa agitaba la vegetación.

Alma miro con asombro aquel inmenso y bello lugar. La paz y la felicidad la inundaba, cerró sus ojos y los restregó con sus manos, como si no pudiera creer que aquel lugar fuera solo para ella.

Al abrirlos nuevamente el paisaje era el mismo, pero ahora cada espacio estaba cubierto por perros de diferentes tamaños, razas y colores. Alma pensó que, si el paraíso existiera, seguramente se vería así.

Sin pensarlo dos veces, Alma corrió hacia la jauría y se lanzó al pasto para dejar que los perros saltaran sobre ella lamiéndola y buscando un poco de su atención. Alma disfrutaba de la humedad de sus lenguas y de los tirones que daban en su ropa. Reía, reía muy fuerte, pero pudo sentir como su risa quedaba opacada por un sonido contínuo y una vibración molesta.

El celular vibrando sobre su mesa de luz la arrancó de sus sueños, Alma decidió que no atendería, era sábado por la mañana y quería descansar. El celular dejó de sonar y Alma volvió a acomodarse para retomar aquel bello sueño de ella junto a los animales. Pero quien la estaba llamando no le iba a dar un segundo de tranquilidad, el celular volvió a sonar.

Alma se sentó en la cama y agarró su teléfono de mala manera, estaba por gritarle a la persona que la estaba molestando. Enfocó su vista en la pantalla y sintió como si su corazón se apretara de repente.

-¡Simón!- Gritó Alma-. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Tus papás están bien?

-CC...me rompiste el oído-. Dijo mientras alejaba el auricular de su oreja.

-Perdón, es que...como no soles llamarme directamente me asuste.

-Mis padres están bien, tranquila- Rió suavemente-. Acabo de dejar a mamá en el hospital, dice que aunque no esté despierto quiere pasar tiempo con papá.

-Debe ser muy duro para ella, recuerdo que siempre repetía que era el amor de su vida- Alma sonrió con nostalgia.

-Si, se aman mucho...CC, perdón que te molesté un sábado tan temprano pero quería consultarte si hoy podíamos hacer una reunión en tu casa.

-¿Hoy?- CC se sorprendió-. ¿Pasó algo?

-Mikey me dijo que consiguieron información, dijo que Baji y vos fueron los que lograron eso. Pero querían que estemos todos juntos.

-Ah, si...eso- Alma se puso nerviosa al recordar lo sucedido con los Bulls.

-¿Por qué no nos informaste?

Alma no supo cómo responder, ella sabía que sus compañeros de pandillas habían pasado muchas cosas con ella y habían confiado muchas otras. Ella pensaba que, tal vez, había llegado el momento en que confíe en ellos de la misma manera que ellos habían confiado en ella.

-¿CC? ¿Seguís ahí?- Presionó Simón.

-Es mejor que estemos todos juntos, prometo contarte todo- Alma se tragó su llanto-. Nos vemos hoy a la noche entonces.

La llamada finalizó y Alma se volvió a recostar en su cama mientras intentaba sacar de su cabeza las imágenes de Maho y los Bulls. Cerró los ojos y pensó en su sueño, Alma adoraba a los animales pero sus papás no querían tener ninguno, ellos opinaban que no tenían el tiempo suficiente para sus cuidados.

𝕃𝕒𝕫𝕠𝕤 ໒ 「Tokyo Revengers x Oc」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora