Han transcurrido más de 313 días y, siendo honesto no he dejado de pensarte ni un solo minuto, tu recuerdo aún permanece atado a mi, tu presencia me acompaña sea el camino que elija, y sobre todo cada suspiro es un te extraño y un te quiero, pero sé que tú estás mejor sin mí, y yo... Bueno, "yo estoy bien"... "Si, estoy bien"... (Silencio)... No, a quien quiero mentir, más cuando cada logró lo ahogo dentro de mí, evitando que la euforia traspase aquella barrera que construí ya un lejano 14 de febrero cuando me despedí de ti, cuántas cosas me hubiera gustado expresarte, celebrar contigo mis victorias y llorar mis fracasos, y que ahora ahogo dentro de folios blancos, evitando así que se claven en la garganta formando nudos que desborden aquel mar de llanto que transita en mi interior, sin embargo, pongo sobre estas líneas el cuánto te extraño.