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Lizbeth llega a la casa como siempre cansada del trabajo. Esta fue su primera semana trabajando en Londres y fue sumamente estresante tener que adaptarse a un nuevo sistema. Además de que las tareas se aumentaban conforme llegaba el final del semestre.

-Puta madre!- se desploma en el sofá -Ya que acabe este año- pide Liz frustrada.

-Ay, hermanita- llega Vian -Ya muy pronto, linda- la abraza.

-Lo lo peor es que es fin de semana. Lo que significa que tendré que estudiar al 100 para mis exámenes- se cubre la cara.

-Que no Mar te estaba ayudando con cosas extra del trabajo?- pregunta Vianey.

-Así es, y aún no termina. De tan solo pensar en aquello me siento peor.

-No te sientas así. Se lo merece por ser una fastidiosa- en ese momento llegó Benjamin junto con Martin otorgando unas cuantas energías a la mexicana.

-Hola, Liz. Cómo te va?- pregunta Martin pues no ha visto a Lizbeth desde que la fue a recoger en la estación de trenes.

-De la chingada!- deja pasar sus sentimientos y mejor se va a su cuarto.

-Odio verla así- replica el noruego y va directo al cuarto de Liz. La ve que está recostada tratando de dormir así que se sienta a un lado de ella -Tierra llamando a Lizbeth Navarrete- intenta sacarle una sonrisa.

-Agh!!! No ahora, Martin- se cubre la cara con su almohada.

-No quieras esconderte de mi.

-No lo hago. Más bien busco dormir.

-Apenas son las 4 pm.

-Exacto!- Liz se incorpora de la cama -Me levanté desde las 5 de la mañana para terminar mi tarea y estar lista a las 8 am para irme a trabajar y fue un no parar hasta que llegué a mi casa donde me puedo relajar y olvidar que mi vida es una basura- confiesa corridamente.

-Nuance digas que tu vida es basura porque yo opino diferente- regaña el noruego.

-Lo es, Martin!!- alza la voz -Primero fue que mi semestre se fue complicando pues fue en linea. Después tuve que dejar a mi novio porque Vianey me necesitaba. Y ahora que regresé las cosas se fueron en picada, incluyendo a Ferran- deja sacar todo evitando llorar.

-Lo siento mucho- en ese momento fue cuando de verdad Martin se sintió como la peor persona del mundo. Él solo pensaba en si mismo cuando Liz estaba pasando por un mal momento.

-No, Martin...

-Yo soy quien ha estado causando problemas en tu relación con Ferran- interrumpe -Lamento haberte puesto en esta situación. Jamás fue mi intención. Ahora lo entiendo.

Aquello se oía como si Martin estuviera arrepentido de conocerla haciendo sentir a la mexicana aún peor. Este tenía un punto, sin embargo, Liz dejó de culpar a Martin desde hace mucho tiempo.

-Sabes? Yo no me arrepiento de que hayas llegado a mi mundo- Lizbeth se atreve a buscar la mirada del rubio.

-Lo... dices de verdad...?- lo había dejado sin palabras.

-Hace poco me di cuenta que...- era muy temprano para aclarar sus sentimientos hacia el noruego. Y más por Ferran de por medio. Aún debía encontrar lo que verdaderamente sentía por ambos.

Martin la entendió -No busques apresurar las cosas si aún no estás lista- toca la mejilla de Liz por inercia y esta se acurruca en su mano.

Por un par de segundos se sintió relajada y de nuevo fue gracias a Martin Ødegaard.

-Gracias- le sonríe.

-Solo intento dar lo mejor de mi que te mereces- confiesa cuando se atreve a darle un beso en la frente de la mexicana transmitiendo su energía y pasión que lo hacían sentir cada vez que estaba con ella.

El contacto de los labios del noruego con su frente hizo que Lizbeth volviera a sentir mariposas en el estómago, una sensación que había dejado de sentir un largo tiempo y que poco a poco estaba reviviendo. Si era algo cierto es que Martin la ha estado haciendo sentir y cambiar para lo mejor.

Una vez que Martin separa sus labios, queda a centímetros de distancia de los de Lizbeth provocando que sus deseos de besarla se incrementaran a más no poder. Decidió resistirse pues tenía que respetarla. Del otro lado, Liz esperaba que el rubio la besara pero también agradeció que no lo hiciera pues tenía miedo de que hubiera cambiado el rumbo de las cosas.

De a poco Martin camina a la salida pero es detenido por el agarre de la mexicana -Espera- exclama necesitada -Te puedes quedar hasta que me duerma?- pide.

-Por supuesto- los dos se acuestan con Liz acurrucada en el pecho de Martin y este abrazándola por los hombros.

𝐈'𝐌 𝐍𝐎𝐓 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐒𝐓 :: 𝗙𝗘𝗥𝗥𝗔𝗡 𝗧𝗢𝗥𝗥𝗘𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora