Yo también tengo derecho a márcate.
P.O.V. JOSELINE HERNANDEZ.
Siento mi cuerpo pesado, me doy vuelta en la cama pero caigo al suelo, con la mejilla en el piso, suelto un pequeño grito pero no haga mas, me quedo ahí, es que estoy muy cansada, siento que no he dormido durante un par de días, lo que es ilógico porque me acabo de levantar, escuchó unas pisadas abro uno de mis ojos. La persona se acurruca dejándome ver el rostro.
-- ¿Qué pasó? ¿Estás bien? -- pregunta preocupado.
-- Si, solo me caí, levántame -- pido, él ríe pero hace lo que le pido.
Me toma de las piernas y espalda con cuidado, me deja en la cama y me cumbre con la cobija.
-- Hace frío -- le digo.
-- Está lloviendo -- se acuesta junto a mi, me acomodo mejor y levantó la cobija para poder abrazarme a él.
Nehan es muy calentito, para estos momentos sirve mucho, me abrazo a él de brazos y piernas, un poco más y quedo encima de él pero no creo que le moleste, recargo mi cabeza en su hombro y él me pasa su mano por mi espalda.
-- ¿Estás bien? ¿No te duele nada?
-- Solo me siento cansada, dormiría todo el día.
-- Joseline, dormiste, por decir así, tres días.
Me levanto impulsado con los brazos -- ¿Que?
Me vuelve acostar, dejándome en la misma posición que estábamos -- Como eres humana no tienes la suficiente fuerza para resistir bien mi marca por eso estuviste inconsciente tres días, el doctor me dijo que eso pasaría. Así que lo llamé para que te viera, solo te puso suero y dijo que estarías bien.
-- Estoy bien -- le hago saber.
-- Eso me alegra.
-- ¿Qué hora es? Tengo hambre y sueño.
-- Son las diez de la noche, todos íbamos a dormir ya.
-- Tengo hambre -- vuelvo a decir.
-- Ven, en la cocina hay cup cake de fresas.
Me levanto de la cama con ánimos por saber eso, lo escucho reír, se levanta de la cama, se quita la sudadera que lleva puerta deja la camisa blanca libre, me obliga a ponérmela y me toma de la mano, salimos de la habitación, al entrar a la cocina vemos que esta Emely con Felix hablando.
-- Si lo eras -- asegura él provocado que Emely se ponga roja.
-- Chicos... -- dice Nethhan haciéndoles saber que estamos ahí.
Ambos se voltean a vernos -- ¡Joseline! -- Emely rodea la mesa y corre a abrazarme, escucho un gruñido a mi lado -- cállate perro pulgoso. -- río y la abrazo también. -- me tenías preocupada. -- se separa de mi.
-- Pero ya está bien -- dice Nehan y separa más a Emey de mi, ella solo le pone una mala cara.
-- Nethan es tu hermana -- dice Félix con voz ronca, debo decir que él me intimida un poco -- y tiene mate -- se señala a él mismo, Nethan rueda los ojos.
-- Luego hablaremos, cuando este lobo pulgoso se calme -- señala a Nethan que vuelve a gruñir -- me iré con mi perro pulgoso -- señala a Félix, quien gruñe, aprieto la mano de Nethan.
-- Pero si tú también eres una loba. -- reprocha Félix.
-- Pero no pulgosa -- sonríe y Félix rueda los ojos -- hay que irnos perro pulgoso sino te dejaré durmiendo afuera. Buenas chico -- nos guiña un ojo y sale de la cocina con Felix detrás de ella.
-- Mis cupcake -- sonrió y Nethan ríe -- y jugo por favor.
-- Está bien, siéntate -- hago lo que pide y me siento en un taburete
Lo veo sacar la caja de cupcake y luego el jugo del refrigerador lo sirve en dos vasos y camina a la mesa dejando un vaso enfrente de mi y otro para él, regresa regresa atraer la caja de cupcake.
Cuando deja la caja en la mesa, procedo a abrirla para comer.
-- Estás feliz -- dice él.
-- ¿Tanto se nota? -- le dio una mordida al cupcake.
-- Tienes mi marca, lo que tu sientes yo lo puedo sentir.
-- ¿Eh? ¿Cómo? Es decir que sientes mis emociones.
-- Si.
-- ¿Y eso es bueno o malo?
-- Bueno.
-- ¿Para ti o para mí?
-- Para ambos, tú también puedes.
-- Pero solo tú puedes hacer marca -- el ríe.
-- Por cierto ¿Ya te la viste?
-- ¿Eh?
-- La marca Joseline -- dice entre risa.
Me toco el cuello de inmediato -- ¿Cómo? ¿Qué tengo? -- el vuelve vuelve reír -- deja de reírte.
-- Tienes mis iniciales, las letras N y S. Así todos sabrán que eres mía.
-- Sigo en contra que nadie sepa que eres mío -- él me mira directo a los ojos.
-- Créeme todo lo sabrán.
O puedo hacerle una marca yo también, aunque la suya en mi es permanente, la mía no lo será pero valdrá la pena. Sonrió inocentemente y Nethan me mira extrañado.
-- ¿Qué? -- pregunta desconfiado.
-- Ya sé que te haré yo.
-- ¿Qué cosa? -- me acerco a él.
Y sin más me acerco a su hombro y lo muerdo.
-- Hey -- se queja pero no me separo -- ¡Joseline! -- se vuelve a quejar y me separo con una sonrisa.
-- Ya está -- me tomo el jugo de golpe y salgo corriendo a la habitación dejando atrás a Nethan que segundos después escuchó sus pasos detrás de mí.
Riendo subo las escaleras pero antes de llegar al piso de la habitación él me atrapa, rodea sus brazos en mi cintura y me levanta del suelo, escucho su risa.
-- Eres traspasa -- se queja y yo río un poco más.
-- Pero así me quieres. -- le guiño el ojo.
Me lleva así hasta la habitación y me deja caer en la cama, rió y él regresó a cerrar la puerta con una sonrisa. Regresa de nuevo a la cama, se tira encima de mí y río.
-- Pesas mucho gordo. -- él ríe.
Pone sus manos a cada lado de mi rostro y se levanta un poco -- ¿Por qué me has mordido? -- pregunta y yo sonrío.
-- Yo también tengo derecho a márcate -- sonrió.
-- Pero no así -- se queja.
-- Hoy estás muy quejita -- me quejo yo y él rueda los ojos.
-- Yo soy así.
-- No, no es verdad -- engancho mis brazos en su cuello.
-- Pasa cuando es casi medianoche y no duermo. -- sonrió traviesamente y me atrevo a hacer algo.
Atraigo su rostro cerca del mío para poder unir nuestros labios es un beso, se que solo él es quien toma la iniciativa, pero hay algo que quiero y tal vez él también. De repente comienzo a sentir mucho calor pero eso no detiene el beso, Nethan se encargan de que el beso será más largo de lo que tenía pensado.
Llevo que mis manos recorren su espalda y cabello, él se empuja más a mi y es cuando suelto un gemido, Nethan separa nuestros labios, ambos tenemos la respiración agitada.
No se que es lo que impulsa a hacerlo pero llevo mis manos desde su cuello, recorrí su pecho y abdomen hasta llegar al final de la camisa que lleva, él observa cada movimiento y eso me pone nerviosa. Levantó un poco la camisa y él se terminó de quitar para luego volverme a besar y tener una noche más larga.
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Mi frágil y hermosa humana
Hombres LoboUna chica que no sonríe, ya que dice: Una sonrisa siempre debe tener un buen motivo. Pero en el fondo solo quiere a alguien que la haga sonríe las 24 horas del día y él esta dispuesto de hacerlo, él estará dispuesto a hacer todo por ella.