Mi frágil y hermosa humana

Capítulo especial (L & E)

Este será el adiós para Ethan y Lexie de mi parte.

Planes.

P.O.V. ETHAN SCOTT.

-- ¡Levántate! -- me mueve el hombro de un lado para el otro.

-- No quiero, además es mi día de descanso y puedo dormir hasta tarde.

-- Serás perezoso -- se acuesta a un lado de mi, me muevo hasta que se sobre mi hombro y abrazarla por la cintura. Amo hacer esto.

-- He trabajado más de 300 años, seré perezoso -- me quejo y ella ríe, aun amo esa risa.

Ella voltea la cabeza para poder mirarme, tiene una sonrisa como todas las mañanas, claro solo si no está enojada conmigo. Su aroma está por toda la cama.

-- Mi esposo es un viejo -- ríe y yo la miro mal.

-- No estoy viejo -- me quejo.

-- Ethan, tienes más de 300 años, eres un viejo, yo ni tengo la mitad de lo que tú tienes. Eres un viejo.

-- Viejo o no, ya tiene una familia conmigo -- ella ríe.

-- Tenía razón cuando nos conocimos.

-- ¿Sobre qué?

-- Eres mi sugar daddy -- ella ríe de su propio chiste, como la primera vez.

-- Hablando de la familia -- cambió de tema o comenzará  a llamarme así.

-- ¿Qué pasa con ellos? ¿Ya se declararon la guerra Joseline y Chris? Por qué eso no me sorprendería -- ríe de nuevo.

-- Eso son dos solo están desacuerdo a la hora de comer y ponerse en contra de alguien -- dice divertida -- Nethan está encantado con ella.

-- ¿Y tú?

-- Es todo lo contrario de Nethan, son el uno para el otro y es una buena chica solo que no sabe cómo actuar enfrente de nosotros. Pero se que ella es lo mejor para Nethan y hacen una linda pareja. Igual que Emely y Felix -- gruñó.

-- Emely estaría mejor sola -- ríe.

-- Sabías que esto iba a pasar.

-- Pero como ya lo he dicho, hubiera sido mejor que en cien años.

-- Todos han salido. Nethan llevó a Joseline a comparar algunas cosas pero ambos odian comprar, así que van a venir fastidiados -- rió -- Felix y Emely fueron a tener una cita y Chris fue a entrenar.

-- ¿Entonces estamos solos?

-- Así es lobito.

-- Entonces...

-- ¡No! -- me interrumpe ella antes.

-- No he dicho nada -- me defiendo.

-- Pero ya sé lo que está pensado y no pasará.

-- ¿Entonces qué quieres hacer?

Ella sonríe en grande -- quiero ver la película del rey león.

-- Ya la hemos visto cientos de veces.

-- Entonces hay que verla otros cientos de veces.

-- Nunca dejarás de ver caricaturas ¿Verdad?

Niega con la cabeza -- jamás.

Me acercó más ella hasta poder pasar mi nariz por su cuello, ella ríe. A pensar de estos veinte años, me encanta despertar cada día así con ella. Estar junto a ella y poder escuchar su risa todas las mañanas y noches, es lo mejor del mundo.