Capitulo 10

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Nethan.

P.O.V. JOSELINE HERNÁNDEZ.

Alguien me mueve el hombro con suavidad y murmura mi nombre, digo algo entre sueño que no logro entender.

-- Tienes que comer algo -- exaltada me levanto y me alejo de él a reconocerlo por su ronca voz. Él pone una mueca por mi acción. -- Perdón -- dice y se aleja unos pasos.

-- N-no pasa nada. -- digo.

-- Te traje comida, debes alimentarte más por el desmayo que tuviste. El doctor dijo que fue por todas las emociones que enfrentó por la noticia -- agacha su cabeza.

¿Llamó a un doctor? ¿Solo para revisarme?

-- T-tengo una duda. -- Nethan levanta la cabeza y su mirada conecta con la mía, y con tal solo ver los verdes de sus ojos me recuerda por qué comencé a enamorarme de él.

Y no sé si es amor o solo atracción por él y se que si le pregunto dirá que es amor solo para que esté a su lado.

-- ¿Cuál?

-- ¿Tienes algo así... como poderes? -- puede ser una estúpida pregunta pero es necesaria, quiero saber a lo que me enfrento.

-- Bueno, puedo escuchar cosas a una gran distancia, tengo una excelente vista, soy fuerte y astuto, mi inteligencia es superior a la de los humanos.

-- Y... ¿Una desventaja? Es decir cómo ¿Algo que te dañe? ¿O te falta todo como a mí?

-- Todo me puede dañar, pero me curo rápido menos si es plata. La plata nos debilita mucho.

Ok, una diosa los crea, la diosa le da una pareja llamada mate y yo soy la de Nethan. La plata le hace daño. Su bestia le habla. Es fuerte, resistente y tiene un buen oído.

No digo nada y miro la charola que está en la mesa de noche, tiene dos sandwich, un poco de ensalada (que por cierto odio) y dos vasos, uno con agua y el otro con jugo.

Nethan quizá ve mi cara de hambrienta o que se yo pero acerca más la comida a mí con cuidado y cautela, como si cualquier movimiento suyo me asustara.

Comprendo que sienta así, siempre me alejo cuando se acerca a mí aunque sea un paso pero no lo puedo evitar. Pero se que no me dañaría. Y mi estúpido corazón simpre rebota como loco a verlo y mi cerebro pr rato se conecta con mi corazon y le da la razón.

-- Esto es muy difícil -- murmuró. Tomo uno de los sándwich y lo comienzo a devorar, dejando a un lado la ensalada.

-- No quiero que lo comprendas de inmediato, te conozco y sé que todo esto te debe estar causando dolor de cabeza por tus mil y una fórmulas y preguntas que tienes. -- sonrió ¿Por qué? Deja de sonreírle -- Te daré el tiempo que quieras para pensarlo pero no podré dejarte que regreses a tu departamento.

-- ¿Por qué? -- lo miro mal. Se aclara la garganta y se sienta en la esquina de la cama, algo lejos de mi y por algunas y extraña razón otra vez regresa esa necesidad de estar a lado de él.

-- Estamos en problema. Mi manada. Hace años mi padre intentó hacer una alianza con los vampiros, él quería que todo estuviera en paz. Pero fue un error, claro no lo vi en el instante, ellos querían destruir a mi padre y la mejor manera era quitándole a sus hijos. -- ¿Qué?

-- A t-ti y a tus hermanos.

-- Si, nos secuestraron, mi tío Lukas nos dijo que papá se volvió loco al enterarse y mamá no dejaba de llorar, mi madre intentaba consolarla pero no podía. En esos días, que fueron tres, Chris siempre ha sido un líder y sabe poner su vida antes de los demás. Eso le hace un excelente Alpha. Él intentó encontrar una vía de escape pero éramos pequeños y no sabíamos mucho de estrategias. Emely no dejaba de llorar, yo intentaba calmarla prometiéndole dulces toda su vida hasta que sonrió. No nos pasó nada ya que mi padres nos encontró. Él no dejaba de abrazarnos con mamá y pedía perdón. Chris le decía con una sonrisa que eso fue emocionante y Emely le pegaba por decir tonterías. Yo no dejaba de abrazar a mis padres.

Mi frágil y hermosa humanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora