¡Vaya! A veces la vida da un giro inesperado... en la dirección correcta.
Dos Jóvenes adultos que creían tener todo su futuro fríamente calculado, sus prioridades organizadas hasta que ocurre una cadena de hechos que hacen que la vida les haga dar...
¡¡¡Feliz día de los inocentes a quienes creyeron que la historia se acababa!!!
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Lunes 3 de octubre – 08:20 AM – Paddington, Londres
~Joe~
Me desperté con esa sensación extraña de que había dormido suficiente, por la ventana se podía ver que el día está nublado, mire el reloj encima de la mesa de noche y evidentemente había dormido de mas; salté de la cama, apurado me puse lo primero que encontré, pase por el baño a higienizarme para luego subir a la cocina y no ir a trabajar con el estomago vació.
— ¿Por qué no me despertaste? –le pregunté a Madeleine que estaba desayunando
— ¿Me viste cara de reloj despertador? Es tu responsabilidad despertarte, no soy tu madre.
Preferí ignorar lo que dijo, me serví un poco de café en mi taza y me senté junto a la isla de la cocina...
—Aquí tienes el número de teléfono, luego llama para averiguar los costos. –habló acercándome un folleto de un gimnasio
No dije nada, ni siquiera tome el folleto...
—No tienes que tomar una clase, puedes pagar la cuota básica y usar las maquinas...
—Debes hacer algo porque si sigues así no entraras en ningún traje, además no quiero un esposo sedentario. –siguió hablando
Me levanté del asiento, deje la taza a la mitad, tome una manzana para el camino, y me dirigí hacia la salida.
08:45AM
Entre a la oficina intentando cambiar mi seria expresión para revertir el mal arranque del día.
— ¿Se te hizo largo el mañanero? –preguntó Ben sentado en mi cubículo
Su gemela le golpeo el brazo por mí, Gwilym sin antes decirme buen día, lo primero que hizo fue pedirme el informe en el cual vengo trabajando desde hace semanas. Se lo entregue, y caminé a mi lugar de trabajo que se encontraba usurpado.
— ¿Puedo sentarme en mi habitual puesto de trabajo? Por favor.
—Buenos días, ¿O dormimos juntos y no me entere?
La gemela le pidió que deje de molestarme, pero de igual forma salude a ambos con un "buen día" y solo de esa forma Ben se levanto de mi silla. Me senté, intenté prender la laptop pero esta no respondió, seguramente apreté el botón muy suave aunque no pude volver a intentar porque Gwil comenzó a llamarme desde afuera de la oficina...
